4 bonitos colgadores para tus plantas que puedes hacerte en casa
Compartir un piso pequeño con tu legión de plantas de interior implica exprimir mucho el espacio. O tenerlo todo hecho un desastre. Es cierto que puedes colocar algunas macetas en estanterías, como te contamos en este artículo lleno de trucos para organizar tus plantas del salón. O utilizarlas para montar un bonito jardín vertical (tanto de interior como para la terraza).
Si no puedes -o no te da la gana- reprimir tu pasión por las plantas, aún hay otro truco para meterlas en casa con estilo: cuélgalas. Siempre puedes comprar colgadores, pero aquí tienes cuatro opciones para hacerlos tú y transformar viejas cuerdas o tablones de madera en estupendos (y muy bonitos) colgadores para tus plantas de interior.
1. El colgador para plantas más fácil: ¡usa una cuerda!
Puedes fabricarte un colgador para tus plantas en menos de un minuto. Primero, hazte con una cuerda resistente, de cerca de dos metros, aunque la longitud exacta dependerá de lo alto que necesites colgar tu maceta.
- Puedes utilizar un cordón de sisal o recurrir a la sufrida cuerda de macramé. A su favor, varias cosas: es muy resistente, resulta bonita y puedes encontrarla de casi todos los colores.
- Hazle un nudo a los dos extremos abiertos de tu cuerda para formar una circunferencia.
- Apóyala en el suelo o en una mesa grande y retuerce el extremo contrario al nudo para crear un bucle o una suerte de ocho. Tendrás un ocho asimétrico, con una mitad pequeña y la otra más grande.
- Coloca tu maceta en la intersección de tu ocho, y pasa el resto de la cuerda (tu mitad del ocho grande, con el nudo en el extremo) por el interior de tu mitad pequeña del ocho.
- Vuelve a pasar la cuerda al lado contrario de donde la tienes, estira y ¡listo!
Te habrá llevado menos de tres minutos; y queda estupendo para prácticamente cualquier tipo de planta a la que necesites encontrar un hueco en el salón.
2. Hazla tú: estantería flotante para tus plantas
Cuando tenemos muchas plantas en casa, y poco espacio, una estantería (o un trozo de madera) y dos trozos de cuerda resistente pueden resolvernos el dilema.
- Solo necesitas hacer cuatro agujeros a tu tablón, uno en cada esquina (utiliza un taladro para que resulte más sencillo).
- Pasar por ellos la cuerda para crear las asas que colgarás de la pared.
- Piensa en enhebrar cada cuerda a un lateral con dos agujeros: es decir, mete el primer extremo de la cuerda por el primer agujero y anúdala por debajo del tablón.
- Haz lo mismo con el otro extremo de la cuerda, y ya tienes un asa.
- Repite el proceso con la otra cuerda.
El resultado es una suerte de columpio o de banco colgante de madera, que puedes colgar fácilmente a una pared con unas alcayatas o unos tornillos; y sobre la que empezar a colocar tus macetas y hasta tus libros.
3. Bandeja colgante para tu poto, ¡y tan bonita!
Este colgador casero para plantas constituye una versión del anterior; pero, en lugar de utilizar un tablón rectangular, en este caso, usamos una bandeja de madera redonda. Puedes encontrarla por poco dinero en tiendas de menaje o de accesorios de cocina; o puedes aprovechar esa que ya tienes en casa y que nunca utilizas.
La idea es exactamente la misma que para la estantería flotante pero, en este caso, no necesitas agujerear la madera, sino anudarla por debajo. O, mejor aún, utiliza la misma técnica explicada para el primer colgador, el de cuerda: anúdala para crear una circunferencia, y crúzala sobre mí misma. En este caso, no colocas la maceta directamente en la intersección de la cuerda sino que ahí es donde colocas tu bandeja redonda. Y, sobre ella, la maceta que colgarás. ¡Listo!
4. Colgador para plantas con dos aros metálicos o de latón
Esta opción es más que estilosa. Necesitas un par de aros de latón abiertos: te será fácil encontrarlos en tiendas de manualidades o, directamente, por Internet. Utiliza el tamaño de aros que quieras (siempre que los dos tengan el mismo diámetro); aunque te quedarán mejor si tus aros tienen, al menos, 15 centímetros.
Además, hazte con un trozo de madera resistente, que te servirá para apoyar tu planta: no necesitas que sea muy grande, solo lo suficiente para sostener la maceta. También necesitas cuatro alcayatas redondas (o tornillos de gancho), y un trozo de cuerda, como la utilizada para el macramé.
Ahora, fija dos alcayatas a cada lado de la madera, y pasa por dentro de ellas tus aros (uno a cada lado). Cuando los tengas, ciérralos y únelos entre sí con un trozo de cinta aislante. Enrosca tu cuerda alrededor de los aros, para ocultar la parte de la cinta aislante, y usa el resto de la cuerda para colgar tu nuevo plantador del rincón preferido de tu casa.
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