Auriculares de conducción ósea, ¿son más seguros para tus oídos?
En un mundo en el que prácticamente todo el mundo está mirando a su teléfono móvil, los auriculares se han convertido en una necesidad, tanto para poder disfrutar con mejor calidad de sonido de nuestra música y vídeos como para respetar a los demás y no atronarlos con la banda sonora de nuestro TikTok.
Sin embargo, llevar los auriculares puestos todo el tiempo también puede causar problemas. Por un lado, los auriculares nos aíslan de los ruidos exteriores, y por buenos motivos está prohibido su uso para conducir todo tipo de vehículos. Tampoco son recomendables si queremos evitar accidentes como peatones en una ciudad con mucho tráfico.
Por otra parte, el uso continuado de auriculares, especialmente a un volumen elevado, puede llevar a problemas auditivos graves y permanentes. Según la OMS, los auriculares deben usarse al 60% del volumen máximo. Un nivel sonoro de 95 decibelios solo debería soportarse durante una hora y cuarto al día para no causar daños. Sin embargo, este nivel es fácilmente alcanzable si ponemos la música alta en los auriculares.
Poner la música alta puede resultar inevitable si queremos escucharla por encima del ruido ambiental. Una conversación a gritos (típica en España, segundo país más ruidoso del mundo) alcanza los 90 dB, mientras que una motocicleta que pasa a nuestro lado llega a los 95 dB y la sirena de una ambulancia a los 120 dB. Cuando estos ruidos no nos dejan escuchar la música o nuestro pódcast favorito, lo habitual es subir el volumen.
Otro problema asociado es la fatiga auditiva, que es una sensación de cansancio y molestia en los oídos después de usar auriculares durante períodos prolongados. Esta fatiga puede producirse más rápidamente con los auriculares que se usan dentro del canal del oído debido a su proximidad directa al tímpano y a la mayor intensidad del sonido.
Los auriculares de cancelación de ruido son una posible solución, ya que reducen el nivel de los sonidos del exterior, y de este modo no es necesario subir tanto el volumen de la música. Sin embargo, son notablemente más caros que los normales, y no solucionan el problema cuando necesitamos estar pendientes de los sonidos del exterior por cualquier motivo. Aquí es donde los auriculares de conducción ósea pueden ayudarnos.
Cómo funcionan los auriculares de conducción ósea
¿Alguna vez has apoyado tu cabeza contra la pared en un tren o un avión? Inmediatamente, la intensidad del ruido es mucho mayor. Esto ocurre por un fenómeno denominado conducción ósea del sonido. En lugar de seguir el camino habitual, moviendo el tímpano en el interior de tus oídos, el sonido se transmite a través de los huesos del cráneo hacia el oído interno. Este es el motivo por el que tu voz suena diferente para ti, y no te reconoces cuando te graban: tu estás escuchando simultáneamente tu voz a través de tus oídos y a través de tus propios huesos.
Los auriculares de conducción ósea utilizan este mismo principio. En lugar de emitir ondas sonoras a través del aire, estos dispositivos utilizan vibraciones que se transmiten a través de los huesos del cráneo. Estos auriculares no se sitúan dentro de los oídos ni sobre ellos, sino que se apoyan en los lados de la cabeza, junto a las orejas y sobre el extremo de los huesos de los pómulos. Casi todos los diseños en el mercado se montan en una diadema que se coloca por detrás de la cabeza para mantenerlos en su sitio. Sorprendentemente, la experiencia de audición es de buena calidad.
Este método de transmisión del sonido tiene varias ventajas significativas. Primero, al no utilizar el canal auditivo externo, los auriculares de conducción ósea dejan los oídos abiertos, permitiendo que seamos conscientes de los sonidos de nuestro entorno. Esto puede ser crucial para corredores o ciclistas que necesitan escuchar el tráfico a su alrededor.
También son una buena opción si trabajas en una oficina ajetreada y estás harto de quitarte los mejores auriculares cada vez que alguien quiere charlar. O si practicas la natación, ya que, a diferencia de otros auriculares, hay muchos modelos de auriculares de conducción ósea que son sumergibles.
Los auriculares de conducción ósea son más que una simple curiosidad tecnológica. También representan una alternativa para personas con ciertas dificultades auditivas, y una opción más segura para escuchar en entornos donde la atención auditiva es crucial, como al hacer ejercicio al aire libre. Pero ¿cómo suenan?
La calidad de sonido de los auriculares de conducción ósea
En general, al mismo precio, no podemos esperar que los auriculares de conducción ósea suenen tan bien como los normales. Hay varios factores, pero el principal es que enviar vibraciones a través del material rígido de los pómulos requiere mucha más energía que enviarlas a través del aire. En la práctica, esto significa que al subir el volumen de unos auriculares de conducción ósea, a menos que presiones físicamente los altavoces contra tu cara, el aumento de volumen sólo hace que los auriculares vibren más fuerte contra la piel.
Esto no quiere decir el sonido sea de mala calidad, y en general es comparable al de los auriculares de gama media. Sin embargo, no pueden competir con los auriculares intrauriculares, especialmente los que tienen almohadillas de silicona que proporcionan aislamiento adicional, ni tampoco contra los que ofrecen cancelación de ruido.
Otro posible inconveniente es que otras personas pueden oír la música. Los huesos de la cabeza no solo transmiten las vibraciones a nuestros oídos, sino que sirven de altavoz. No es un volumen más elevado que el de otros auriculares abiertos, pero es algo que tener en cuenta en entornos silenciosos en los que podemos molestar a los demás.
Aunque la tecnología es bien conocida, y se emplea desde hace años para cierto tipo de audífonos en personas con problemas de audición, la empresa Shokz fue la pionera en comercializar estos auriculares. En la actualidad disponen de modelos con diferentes aplicaciones, desde hacer deporte hasta hacer y recibir llamadas (con un micrófono adicional). Los precios están alrededor de los 200 euros. Otros conocidos fabricantes, como Philips o Vieta también compiten con sus propios modelos, mientras que algunos menos conocidos disponen de modelos por menos de 30 euros. La diferencia, como en el caso de los auriculares convencionales, depende de la potencia y calidad de los componentes, así que debemos esperar una variación similar en la calidad de sonido.
Los auriculares de conducción ósea son algo más que un capricho tecnológico, pueden ayudarnos a preservar nuestra salud auditiva y nuestra capacidad para socializar sin renunciar a nuestra música favorita.
6