Barba, maquinilla eléctrica o de hoja: ¿qué afeitado es el más sostenible y ecológico?

Foto: Pixabay

Eva San Martín

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Orgullo barbudo versus hombre recién afeitado. Pedro, socio de eldiario.es, nos pregunta qué opción resulta más efectiva para proteger el planeta. Y, en caso de no querer renunciar al afeitado, cuál se impone como el más sostenible contra el vello facial: si conviene el afeitado seco o el húmedo, si debería usar una afeitadora eléctrica o una maquinilla desechable. O si tendría que volver al afeitado clásico con brocha, tan de moda últimamente.

Las barbas tienen una reputación confusa: los hombres barbudos nos resultan más atractivoshombres barbudos, asegura un estudio de 2016; aunque a la hora de irse a la cama, dos de cada tres personas prefieren la suavidad de una cara recién afeitada, según este otro. ¿Pero qué dice el planeta? En principio, este da la razón a quienes presumen de pelo facial, unos 3,3 millones de hombres en España, porque no tiran a la basura ni maquinillas ni cuchillas, casi imposibles de reciclar.

Desechables: agravan el problema de la basura

Aun así, en España, el 62% de los hombres se afeita o recorta el vello facial al menos una vez a la semana; aunque solo el 6% reconoce hacerlo cada día. Y, según un estudio del fabricante Philips, uno de cada tres lo hace con una maquinilla desechable o con cuchillas de usar y tirar, y emplea de media 52 maquinillas o cuchillas desechables al año (una a la semana).

Si suponemos que los chicos empiezan a afeitarse en torno a los 14 años, solo en España suman 325 millones de maquinillas y cuchillas desechables compuestas de diferentes metales y plásticos como el poliestireno. Esto, sin contar los millones de cuchillas desechables que usamos algunas mujeres para depilarnos.

Gran problema: ni las maquinillas ni las cuchillas desechables se reciclan, según reconoce Ecoembes. De hecho, hay que tirarlas al contenedor gris o de restos, por lo que la mayoría de estos productos acaban sus días en el vertedero o incinerados.

Afeitado con hoja: gastas energía (en agua)

Dicho esto, bien te afeites con una maquinilla desechable o con una de hoja intercambiable, utilizas energía para calentar el agua. Lo mismo que con una navaja o afeitadora clásica y brocha. A no ser que seas un ninja del rasurado, resulta razonable pensar que gastarás al menos un litro de agua en cada afeitado. El dilema: se necesitan 0,058 kilovatios-hora (kWh) para calentar esa cantidad de agua hasta los 50ºC, temperatura agradable para el afeitado.

Si te afeitas cinco veces a la semana, consumes 15,08 kWh de energía al año, y unos 6 kWh si te rasuras cada tres días. Hay que añadir la contaminación del agua por productos como espumas de afeitados y otras lociones; aunque puedes reducir su impacto si escoges productos más naturales, en pastilla y sin envoltorios plásticos. 

Aparatos eléctricos: menos vatios por afeitado

Las afeitadoras eléctricas duran más tiempo, con suerte, varios años. En principio, evitan muchos kilos de basura. Además, permiten un afeitado en seco, sin necesidad de calentar agua; otro ecoargumento de peso para escogerlas. El problema: hay que enchufarlas a la red. La potencia de estos artilugios varía, pero suele oscilar entre los 15 y 20 vatios(W). Si cada mañana dedicas 15 minutos a afeitarte, habrás consumido 1,1 kWh de energía eléctrica en un año.

Conclusión: A pesar de tener que enchufarla a la red, siempre que hagas un afeitado en seco, tu máquina de afeitar eléctrica consume casi 15 veces menos energía que la que necesitas para calentar el agua durante el afeitado con hoja.

No cantes victoria: estos aparatos incluyen compuestos peligrosos para el medio ambiente, como sus baterías de litio o de níquel-hidruro, además de aceites, lámparas y compuestos como cadmio, mercurio, níquel o plomo, algunos de los cuales son recuperados. Por eso, al final de su vida útil, recuerda llevarla a un punto limpio y depositarla en el contenedor para residuos eléctricos y electrónicos.

¿Qué afeitado es mejor para el clima?

Si ya notas los efectos del ecoestrés, quizá quieras conocer cómo se traduce este consumo energético en emisiones contaminantes. Así, producir 1 kWh de energía lanza a la atmósfera 0,385 kilogramos (kg) de CO2 equivalente, principal molécula responsable del cambio climático. De ahí que, con una máquina eléctrica, estés emitiendo 0,42 kg de CO2 al año

Si utilizas una afeitadora de hoja, desechable o no, lanzas 5,8 kg de CO2 (15,08 kWh por 0,385 kg) al año, a causa del agua que necesitas calentar. Esto sin contar las emisiones derivadas de fabricar la propia maquinilla. En uno de los escasos análisis de ciclo de vida de este tipo de productos disponibles, el fabricante BIC afirma que elaborar una de sus maquinillas desechables más ecológicas, hechas de bioplástico, se emiten 43 gramos de CO2. Si usas una a la semana, 52 maquinillas al año, suman 2,2 kg de CO2 . En total, suponen unos 8 kg de CO2 anuales; casi 20 veces más emisiones que cuando te afeitas con una maquinilla eléctrica.

Gana la barba: es más ecológica

En general, cuantos menos artilugios desechables utilices para tu afeitado, mejor para el planeta, porque tiras menos basura. Y si evitas tener que calentar agua, mejor para el clima. Así, la peor opción de rasurado (con permiso de alguna conjetura), la ostentan las maquinillas desechables, seguidas de las máquinas de afeitar con cuchillas desechables, las navajas de barbero y máquinas de afeitado clásico: aunque su vida útil sea más larga, hay que calentar agua.

La mejor: el afeitado en seco con una maquinilla eléctrica. Eso sí, esta batalla sostenible la ganan los barbudos por goleada. Aunque los recortadores de barba electrónicos también consumen energía, su uso suele ser más esporádico. Al menos en esto, los hípsters van a la vanguardia: el mejor modo de cuidar el planeta consiste en dejarse barba. Imbatible si es a lo ZZ Top.

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