Leche de bienestar animal, pastoreo o ecológica: ¿cuál es mejor?

¿Qué diferencia a la leche de pastoreo, de bienestar animal y ecológica?

Eric Santaona

Ante las crecientes demandas por parte del consumidor de que los procesos en la industria láctea respeten el bienestar de los animales y además se desarrollen de una manera sostenible para el medio ambiente, han aparecido diversas denominaciones  de leches que vienen a unirse a la ya preexistente de leche ecológica (con más de 15 años de vida en el mercado español).

Con esta oferta, el consumidor se siente un poco confundido y acaba pensando que todo es lo mismo, ya se llame leche de bienestar animal, de pastoreo o ecológica. Pero, ¿son realmente iguales? ¿Hay alguna diferencia subrayable o alguno de estos tipos de leche que resulte superior o, como mínimo, ofrezca más garantías de que cumple con lo que reza su etiqueta?

La respuesta es que estos tipos de leche no son iguales, siendo superior, al menos en el cumplimiento de lo que garantiza su etiqueta, la ecológica, que es además la única reconocida por la Unión Europea y que, en consecuencia, cumple escrupulosamente con un protocolo tanto en lo que se refiere a las condiciones de vida del animal, a su alimentación y a la sostenibilidad del medio.

Ecológica, única certificación reconocida

La primera y más importante diferencia es que la leche con la etiqueta ecológica o 'eco' es la única con reconocimiento por parte de tanto la Unión Europea como de otros organismos oficiales que le otorgan su certificación. Este hecho tiene importantísimas implicaciones, ya que garantiza al consumidor que todo el proceso ha cumplido un riguroso protocolo que supera en exigencia al de la ganadería convencional, con el fin de hacerla sostenible tanto desde el punto del bienestar animal como de la sostenibilidad ecológica.

Frente a ella, las leches de bienestar animal y de pastoreo se hacen certificar por entidades privadas para verificar que cumplen unos estándares en cuanto a ciertas prácticas que de por sí son propias de la ganadería convencional. Los sellos en que se basan dichas certificaciones no tienen el reconocimiento oficial de la Unión Europea.

Reconversión de una explotación en ecológica

El sello 'eco' implica una transformación integral de todo el proceso productivo, no solo del producto final. Así, el primer paso es la conversión de una granja de corte convencional en otra nueva y ecológica.

Para ello, deberá pasar por una reorganización de sus formas de trabajar y de su impacto sobre el medio que suele durar dos años. Entre otras muchas implicaciones, a las granjas ecológicas se les incentiva a que empleen razas autóctonas, puesto que son las mejor adaptadas al medio de la zona. En cambio, en el caso de las etiquetas de pastoreo y de bienestar animal no existe esta exigencia de transformación de la explotación ni tampoco se tiende a promocionar la cría de vacas autóctonas. Se siguen solo los mismos patrones de la ganadería convencional.

Garantías de bienestar para el animal

En realidad, la etiqueta leche ecológica es la única que puede certificar que los animales tienen unas condiciones de vida homologadas por estándares oficiales y normativos de la Unión Europea. No quiere decir esto que las leches de pastoreo y bienestar animal no cumplan dichos estándares, sino que no pueden garantizarlo de una manera imparcial y pública, puesto que sus certificaciones son dadas por empresas privadas que en muchas ocasiones certifican lo que ya está regulado por ley en una leche convencional.

En concreto, en la ganadería ecológica:

  • los establos deben disponer de un alojamiento con un mínimo de seis metros cuadrados por animal y de una zona de ejercicio de 4,5 metros cuadrados por cabeza.
  • los ganaderos deben utilizar técnicas de manejo para evitar el estrés de los animales.
  • las vacas pueden pastar al aire libre siempre que sea posible, en función de las condiciones climatológicas.
  • fija un límite máximo de dos vacas por hectárea de terreno, lo que asegura un espacio amplio para el pasto y el bienestar de los animales.
  • en el tratamiento de las enfermedades se prioriza el uso de tratamientos alternativos a los antibióticos, que sólo se utilizan como último recurso.
  • además, la leche de las vacas que han tenido que ser tratadas con antibióticos se descarta durante un periodo de tiempo, que es el doble del que ya establece la Ley para la leche convencional.

Todo ello redunda en el desarrollo del animal y en la calidad del producto. Por un lado, la producción ecológica (más natural que la convencional) repercute en una mejor salud del animal, con menor frecuencia de enfermedades y una mejor respuesta inmunitaria ante las posibles infecciones. Por el otro algunos estudios revelan que la leche de vacas que comen preeminentemente pastos naturales en condiciones de bajo o nulo estrés contienen una mejor relación de ácidos grasos omega 3 y omega 6.

Por contra, en las denominaciones de pastoreo y bienestar animal no existe una garantía oficial de que se hayan cumplido con estas condiciones, puesto que tampoco tienen obligación alguna de cumplirlas y a lo sumo se acogen a las exigencias de la normativa para la ganadería convencional.

Garantías en la alimentación del animal

Finalmente, la producción ecológica garantiza que las vacas siempre comen pastos, forrajes y piensos de producción ecológica en libertad, excepto cuando las condiciones climatológicas son adversas. El reglamento europeo fija que la alimentación del animal debe ser 100% ecológica y libre de organismos genéticamente modificados.

Además, para los tratamientos de suelo, la normativa obliga a respetar la vida y la fertilidad natural, y permite solo el uso de un número muy limitado de productos fitofarmacéuticos autorizados por el reglamento, de los cuales se excluyen plaguicidas, herbicidas e insecticidas. Del mismo modo, tampoco está permitido el uso de abonos de síntesis química.

En cambio, en las leches de pastoreo y bienestar animal la alimentación del animal es convencional, y está permitido el uso de alimentos transgénicos, es decir genéticamente modificados. Adicionalmente, en el tratamiento del suelo está permitido el empleo plaguicidas, herbicidas e insecticidas, siempre dentro de los límites establecidos por ley, así como el uso de todo tipo de abonos.

Leche de pastoreo vs. de bienestar animal vs. ecológica

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