Viura o macabeo, una variedad muy española para tus blancos de verano
La viura o macabeo es, presumiblemente, una variedad originaria de la península Ibérica, donde existían antiguamente dos variedades de uva llamadas hebén, una de las más prolíficas de nuestro territorio, y brustiano faux, variedad de procedencia francesa. Del cruce de ambas surge esta uva que ya lleva siglos entre nosotros y, a fecha de 2015, ocupaba 46.456 hectáreas de viñedos en toda España (un 4,7% de la superficie nacional).
¿Entre qué regiones se distribuye?
Así lo explica Isabel García Castellanos, portavoz de Vintae, un grupo de bodegas distribuidas por toda España entre las que se cuenta Hacienda López de Haro, sita en la DO Rioja, donde la viura ocupa el 69% de la superficie destinada a las variedades blancas y un 6,2% sobre el total de la superficie de la Denominación (Estadísticas 2019 de su Consejo Regulador).
Sin embargo, en Bodegas Paniza, dentro de la provincia de Zaragoza, barajan dos teorías sobre el lugar de origen de ese cruzamiento: una de ellas se refiere al Valle del Ebro y otra apunta a la Costa Levantina. De hecho, también hemos encontrado grandes macabeos en Aragón y Cataluña que os reseñaremos más adelante.
El cultivo de la macabeo continúa in crescendo por otras regiones como Madrid, Valencia, Extremadura, Castilla y León o Murcia, sobre todo por su versatilidad para hacer ensamblajes; pero también para aprovechar su polivalencia a la hora de “elaborar vinos espumosos, vinos tranquilos, jóvenes, con crianza, etc.”, señala García Castellanos.
Las cepas jóvenes, ideales para cavas
Agrega que “al tratarse de una variedad bastante productiva, posee más aptitudes para la elaboración de vinos jóvenes o espumosos cuando se cultiva sobre suelos más fértiles y profundos, dentro de climas frescos”. En ese sentido, la macabeo destaca en Cataluña especialmente en la zona de viñedos del Penedés, que nutre a las bodegas de la DO Cava dentro de la provincia de Barcelona DO Cava, dado que sus cepas jóvenes suelen tener bastante vigor y van destinadas mayoritariamente a la elaboración de cava.
Las cepas viejas, idóneas para crianza
Ricard Foraster, de la bodega Josep Foraster, que tiene viñedos de más de 45 años, diferencia bastante las cepas jóvenes de las cepas más viejas, “porque sus uvas tienen menos vigor y, al no tener problemas con la podredumbre, maduran mucho mejor, manteniendo PH bajos de acidez y más complejidad aromática”. Si además esas cepas viejas están en suelos pedregosos, donde la producción no puede ser masiva, la viura se vuelve óptima para la realización de vinos blancos criados en barrica y con alta capacidad de guarda en botella.
Los suelos son lo más determinante
Es exactamente lo que ocurre en algunas zonas de La Rioja, de las cuales Muga selecciona lo mejor de cada una para hacer sus ensamblajes, como describe su director técnico y enólogo Isaac Muga Palacín: “La Sonsierra es una zona muy calcárea que da vinos muy elegantes pero con menos potencia de envejecimiento.
Este se gana a medida que sales del valle del Ebro y te metes en el valle del río Oja, con su terruño de arenas, arcillas y caliza en las zonas altas, donde obtienes blancos muy interesantes, elegantes y con una grasa en boca que no encuentras en Najerilla, cuyos vinos se caracterizan por tener más frescura y acidez natural ya que son arcillas ferrosas“.
En Aragón, Fernando Mora, uno de los cinco españoles titulados como Master of Wine, observa que “hay tantos tipos de suelo que algunos vinos a base de macabeo son muy diluidos y, en cambio, otros son espectaculares, sobre todo los de viñedos en vaso, en altitud y de suelos pedregosos”. Por ello escogió para Bodegas Frontonio cinco viñedos con más de 70 años, situados entre 450 y 800 metros de altitud, entre Cariñena y Calatayud, en Valdejalón y Alpartir.
Por lo que respecta a otras Denominaciones catalanas, en Tarragona, en la DO Conca de Barberá, Foraster especifica que “la macabeo está plantada en vertientes de aluvión, con subsuelos mayoritariamente calcáreos y bastante piedra en la superficie, por lo que tienen buen drenaje”. Y parecido pasa en Lleida, en la DO Costers del Segre, cuyas viñas están entre los 200 y 1.100 metros de altitud y el suelo es calcáreo y recubierto de arena.
Algunos vinos con viura representativos
La macabeo catalana
Els Nanos es el blanco joven de las viñas viejas de macabeo de la Bodega Josep Foraster, en la DO Conca de Barberá, que elabora tanto blancos ligeros ecológicos, como brisados y naturales sin filtrar, u otros sensacionales en barrica. Este en concreto es superaromático, expresivo a la par que ligero y fresco, perfecto para el verano, para copear en una terracita de forma desenfadada. 12% Vol y 6,15 euros.
Matallonga Escorça Macabeu Vinyes Velles 2018 es un macabeo 100% de viñedos de más de 60 años del Celler Matallonga, en la DO Costers del Segre, criado durante ocho meses sobre lías, lo que le confiere ese equilibrio en boca y lo hace tan fácil de beber como un cava. 13% Vol y 9,50 euros.
La macabeo aragonesa
Albada Macabeo Viñas Viejas sobre lías, de Bodega Virgen de la Sierra, en la DO Catalayud, procede de nueve parcelas diferentes con edades entre 35 y 58 años y se trata de un vino muy complejo con notas a piña y melón que refleja el terroir de origen, marida con todo lo que lleve pescado y muestra una acidez total natural fantástica para el envejecimiento. 14% Vol y 5,3 euros.
Frontonio Microcósmico es un 100% macabeo que fermenta primero en depósitos de cemento y luego en sus lías finas durante 6 meses. Es más, un 10% del vino pasa por crianza en barricas de 500 litros. De ahí sale un vino de pueblo muy especial, sorprendentemente aromático, con cantidad de matices, muy cítrico y floral, con bastante acidez pero también con un retrogusto largo en boca. 13,5% Vol y 11,50 euros.
La viura riojana
Manuel Quintano Selección Particular es una buena muestra de cómo el trabajo sobre lías saca a la viura su expresión más seca, nada dulce, convirtiéndolo en un blanco tan poderoso como versátil. 13,5% Vol y 15,75 euros.
Hacienda López de Haro es un coupage de viura y tres variedades más autóctonas de la Sonsierra con tres meses en bodega que resulta fácil, redondo, con el punto justo de acidez y todas esas cualidades que quedan bien en cualquier cena a la que lo lleves. 12,5% Vol y 5,50 euros.
Solagüen blanco 2019 es un joven blanco con viura y tempranillo blanco, de Bodegas Labastida, en la Rioja Alavesa, muy intenso en nariz, floral, fructuoso y cítrico, todo a la vez y bien amalgamado. 12% Vol y 8 euros.
De otras Denominaciones de Origen
MaBal, Macabeo de Balcona Eco 2018 proviene de una parcela de la familia de más de 35 años situada a más de 800 m de altitud, en el Valle del Aceniche, en la DO Bullas, Murcia. Gracias a su crianza sobre lías y luego en barricas de roble francés, en nariz es un festival y en boca resulta sedoso y cálido, para repetir y acompañar comidas con cierta grasa. 13,5% Vol y12,50 euros.
Neros Blanco es una delicia alternativa que mezcla viura y albillo, entre otras variedades que se distribuyen por los viñedos viejos de Torquemada, en la provincia de Palencia, DO Arlanza. Se nota su crianza sobre lías en la intensidad en boca, realmente diferente a todo lo que te venga a la cabeza, como todo lo que experimenta Rubén Montero en Bodegas Valdesneros. 13,50% Vol y 7,50 euros.
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