Boniato vs. patata: ¿cuál de los dos gana en valor nutricional?

Marta Chavarrías

23 de octubre de 2024 22:09 h

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Aunque a simple vista puedan parecer similares y se trate de dos tipos de tubérculos, no debemos confundir la patata con el boniato. Estamos frente a dos pesos pesados, dos alimentos de raíces, texturas, colores y sabores distintos que pertenecen a dos variedades distintas que no forman parte de la misma familia. La patata pertenece a la familia de las solanáceas, mientras que el boniato pertenece a la familia de las Convolvulacea.

Esto es precisamente lo que hace que, en el mejor de los casos, podamos considerarlas lejanamente relacionadas, con algunas diferencias clave. Ahora, con el otoño, los boniatos seducen a muchos gracias a su versatilidad en la cocina, su valor nutritivo y su sencillez a la hora de prepararlos. Pero, ¿en qué se diferencian de las patatas?

Patata y boniato: cuál gana en las distintas categorías

Tanto las patatas como los boniatos se consideran hortalizas de raíz, lo que significa que la parte de la planta que comemos crece debajo del suelo. También estamos frente a alimentos saludables y nutritivos, aunque algunas particularidades hacen que los segundos sean un poco más apreciados, debido sobre todo a su mayor contenido de ciertos nutrientes.

De apariencia distinta

De todas las particularidades que diferencia el boniato de la patata, la primera es su apariencia, la que podemos ver a simple vista. Los boniatos tienen una piel más áspera y con más bultos que la patata y el interior es de color anaranjado, mientras que las patatas, en la gran mayoría de los casos, son de color claro –aunque también las hay amarillas, moradas y rojas–.

También la forma es distinta porque si bien el boniato tiende a alargarse, la patata es mucho más redonda. Pero es que, más allá de estas diferencias, es el sabor y su composición los que de verdad marcan la diferencia entre uno y otro.

Fibra, calorías, hidratos

En cuanto a las calorías, la patata tiene menos que el boniato: unas 73 kilocalorías por cada 100 gramos frente a las 115 kilocalorías por 100 gramos de los boniatos. Una diferencia que seguramente tendremos que ir a buscar en el contenido de azúcares libres del boniato, con 4,62 gramos por 100 gramos frente a los 0,71 gramos de la patata.

Sin embargo, tenemos que fijarnos también en la cantidad de fibra de ambos: si bien el boniato tiene unos tres gramos de fibra, la patata solo contiene dos gramos, lo que facilita que el consumo de boniato nos permita aprovechar mejor el consumo de energía directa en lugar de aumentar las reservas de grasa.

También debemos prestar atención a la cantidad de hidratos de carbono, que es mayor en el boniato que en la patata y que, en ambos casos, se da en forma de almidón. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la patata como un alimento feculento debido a su riqueza en almidón, que tienen fama de ser perjudicial para los niveles de azúcar en sangre, debemos considerar otras virtudes de las patatas. Un pequeño estudio, realizado entre hombres y mujeres con sobrepeso que seguían una dieta reducida en calorías, concluyó que incluir patatas en su dieta no provocó aumento de peso.

El boniato y la vitamina A

Gracias al pigmento betacaroteno, el boniato es una fuente excelente de vitamina A, además de vitamina C, B6 y potasio. El aporte de vitamina A lo encontramos sobre todo en aquellas variedades que tienen la carne de color amarillo o naranja intensos. Se calcula que un boniato de pulpa anaranjada, de unos 150 gramos de peso, aporta entre el 79% y el 99% de la ingesta diaria recomendada de vitamina A en adultos.

Las patatas ganan en potasio

Las patatas contienen más potasio que los boniatos, un mineral importante para la salud del corazón y los músculos. Además, también contienen más vitamina C, vitamina B6, ácido fólico, fósforo y hierro.

Carbohidratos y saciedad

Si bien hasta aquí hemos visto las diferencias, tanto los boniatos como las patatas son tubérculos, raíces que las plantas usan para almacenar nutrientes, que es lo que los convierte en una buena fuente de energía, en este caso, carbohidratos ricos en almidón. De hecho, y en parte debido a su contenido de carbohidratos, las patatas y los boniatos son alimentos altamente saciantes.

Boniato o patata: cuál es más versátil en la cocina

Al finalizar este análisis, lo que debe quedarnos claro es que tanto las patatas como los boniatos son alimentos saludables y nutritivos, ninguna de las dos es una mala elección, aunque el apartado de los betacarotenos y la vitamina A le den cierta ventaja a los boniatos. Pero las patatas contienen menos calorías, más proteínas y más micronutrientes.

Debemos tener en cuenta que, a la hora de comparar patatas y boniatos, es importante no olvidar la forma en la que los consumimos. Si bien las formas crudas y hervidas de ambas tienen valores nutricionales similares en ciertos puntos, rara vez las consumimos de esta manera.

La patata se ha convertido en un alimento imprescindible en nuestra cocina y nos brinda infinidad de opciones, desde un puré cremoso hasta patatas fritas crujientes. El boniato resulta una alternativa dulce, perfecta tanto para platos salados como dulces y es perfecto para hornear, hervir o freír, lo que lo convierte en un ingrediente versátil en varios platos.

Tanto la patata como el boniato se pueden usar como guarnición, como parte de guisos o en sopas y ensaladas, se pueden asar u hornear enteros o cortados en rodajas. Su aportación nutricional dependerá sobre todo de cómo los preparemos.

Sin embargo, si queremos beneficiarnos de todas sus bondades deberemos elegir la mejor opción a la hora de prepararlos. Todas sus bondades no anulan los efectos negativos de un baño de aceite en una freidora, por ejemplo.

En definitiva, comer patatas o boniatos son opciones saludables. La forma exacta en cómo nos beneficia depende en gran medida de cómo las preparamos, de la cantidad que consumimos y de con qué los acompañamos.