Cada vez son más los modelos de smartwatch, o relojes inteligentes, que llegan al mercado. Y también son más las personas que empiezan a ver en ellos un gadget interesante de cara a su día a día. Pero, ¿cómo saber qué smartwatch comprar? ¿En qué hay que fijarse para no errar en la compra?
Como con los móviles y los airpods (aunque sin tanta variedad), cada empresa dispone de sus propios relojes con sus características. Por eso, vamos a recoger algunos consejos para aquellos usuarios que no sepan nada acerca de estos dispositivos pero estén interesados en comprar uno.
1. Smartwatch no es una pulsera de actividad
Hay que empezar por los cimientos. Una pulsera de actividad, comúnmente llamada band, no es un smartwatch. Aunque pueda parecer obvio, es muy importante ser consciente de ello ya que si no vamos a ninguna tienda física - algo posible ante la situación pandémica - algunos modelos de pulseras de actividad se parecen mucho a un reloj inteligente, lo que puede confundir.
La principal diferencia radica en el sistema operativo y, por tanto, las posibilidades del mismo. Una pulsera de actividad se limita a mostrar la hora y llevar un registro de ciertos parámetros (pulsaciones, por ejemplo), aunque algunas informan de las notificaciones del móvil.
Mientras, los smartwatch cuentan con un sistema operativo “completo”; en la mayoría de casos, los relojes inteligentes disponen de muchas más posibilidades tanto de conexión como de opciones de personalización.
Algunos modelos permitirán no solo coger llamadas desde el reloj al teléfono, sino que también podrás hablar desde él. O podrás escuchar música sin la necesidad de tener el móvil cerca de ti. Este tipo de smartwatch suelen llamarse wearables - por Wear OS, el sistema operativo de Android para relojes -.
Y esta diferencia no tiene que ser negativa. Algunos usuarios no buscan un dispositivo propio para poder dejar el móvil en casa si, por ejemplo, se sale a hacer ejercicio. Si pretendes tener un dispositivo con mucha autonomía, pocas complicaciones y que lleve al día tu actividad; igual una band es tu mejor opción.
2. Wear OS, Tizen, Lite OS… ¿por qué sistema operativo apostar?
Pero si lo que estás buscando es un smartwatch, vamos a repasar algunos puntos muy importantes antes de comprarlo. El primero es el sistema operativo: ¿cuál es el mejor? Pues aquí depende enteramente… del móvil.
Es cierto que Android suele ser más abierto en este tipo de casos y un smartwatch de Samsung - como un Active 2 - funcionará sin problemas con, por ejemplo, un móvil Xiaomi Redmi Note 9T y se podrá acceder a la mayoría de funciones.
Pero siempre es recomendable que el smartwatch que elijamos sea de la misma marca que nuestro terminal - si existe la opción, ya que, por ejemplo, OnePlus no tiene a 26 de enero -. Tizen es de Samsung, Watch OS de Apple, Lite OS de Huawei, Amazfit OS de Amazfit… son muchos los sistemas existentes.
Además, cada marca siempre hará la experiencia más cerrada y completa para los smartwatch que se utilicen con su misma marca. De esta manera, si el móvil es Xiaomi, podremos utilizar sin problemas un reloj inteligente de Samsung; pero no se le sacará tanto partido como si se acompañara de un Xiaomi Mi Watch Lite.
A pesar de ello, en general son dos los “grandes” sistemas que se manejan entre los smartwatch. Por una parte, el Watch OS de Apple que es el sistema más nítido y que recibe mayor número de actualizaciones - aunque esto ya no es tan descarado -.
Por otra parte, Wear OS, que es la versión del Android de móviles pero adaptada a smartwatch. Aunque cada vez se actualiza más habitualmente y los fabricantes mejoran sus “capas”, lo cierto es que hay veces que el periodo entre actualizaciones se extiende demasiado o incluso no se adaptan del todo al modelo.
3. El diseño
Cada vez son más los modelos que se asemejan a los relojes tradicionales, pero sigue habiendo muchos que mantienen ese diseño “cuadrado”. La decisión puede ser meramente estética, pero también es importante tener en cuenta la muñeca.
Las esferas de los smartwatch suelen ser de entre 38mm hasta los 48mm. Aunque existen modelos más pequeños, y más grandes, no suelen ser habituales. Si tenemos una muñeca pequeña, los modelos cuadrados y de más de 40mm pueden hacerse incómodos - ya que se clavan en la mano si no están redondeados -.
También hay que tener en cuenta los materiales del reloj inteligente. Muchos modelos parecen relojes deportivos con acabados en goma o plástico, pero cada vez son más los que se acompañan con piezas metálicas e incluso cajas de cerámica. Estas últimas opciones son más duraderas y aguantan mejor los golpes.
La correa también es un punto importante. A la hora de comprar uno de estos relojes hay que pensar en cuánto tiempo de vida útil esperamos tener, ya que la correa puede acabarse deteriorando y, de ser así, habrá que cambiarla. Algunos modelos tienen sistemas de fijación muy concretos, por lo que si nos encontramos en la situación anterior, puede complicarse el cambiarla.
4. El tipo de pantalla
De nuevo, dependiendo de la marca y del presupuesto, los smartwatch disponen de distintos tipos de pantalla. Las más habituales son la OLED y la LCD, las clásicas que también se enfrentan en el mercado de los televisores; aunque algunas marcas como Samsung disponen de pantallas AMOLED.
Las pantallas OLED y LCD tienen, casi, las mismas características y diferencias que en el resto de dispositivos. Las OLED suelen contar con más brillo y colores mejor representados, aunque las LCD suelen tener un mayor tiempo de vida útil y ser más resistentes. También, en el caso de las LCD, funcionan mejor desde distintos ángulos de visión.
Las pantallas OLED, además, permiten que los smartwatch sean más ligeros y planos. La mayoría de gamas altas disponen de pantallas OLED, mientras que las más bajas suelen tender al LED. Pero también hay que tener en cuenta el tamaño de la pantalla.
Los wearables permiten muchas funciones además de ver la hora - como responder mensajes desde el reloj -, por lo que una pantalla que podamos ver bien y que en situaciones de mucha luz se vea correctamente es muy importante.
5. Pagos y llamadas
Algunos modelos de smartwatch permiten recibir llamadas desde el reloj, con el móvil conectado por bluetooth a este -como si fuera unos auriculares-. Pero algunos modelos, con una tarifa especial con tu compañía telefónica, permiten realizar llamadas desde el propio reloj.
Esto puede llegar a ser esencial si lo que se busca es un smartwatch con el que poder olvidar el móvil sin preocupación. Esto se puede saber si tiene bandas LTE, que son compatibles con las redes 4G.
Al mismo tiempo, muchos smartwatch disponen de la posibilidad de pagar a través de estos dispositivos. Samsung Pay, Apple Pay o Google Pay están disponibles en la mayoría de smartwatch - siempre sujeto a la disponibilidad con el banco -.
Batería rápida de consejos
Con todo lo anterior, estarás mucho más cerca de encontrar el smartwatch más adaptado a tus necesidades. Pero también hay que tener en cuenta algunos puntos más sencillos:
- La autonomía en los smartwatch no ha evolucionado mucho. Los modelos con más características, y por tanto más caros, no suelen superar los dos días de uso como máximo. Además, tampoco suelen incluir carga rápida.
- Si buscamos un reloj inteligente para dejar el móvil en casa, hay que fijarse en el almacenamiento del mismo. La mayoría pivotan entre los 4GB y los 8GB.
- Revisa el certificado IP. Este indica la resistencia al agua del reloj -cuanto mayor es el número, mayor la resistencia; por tanto: IP68 es mejor que IP65, por ejemplo-, algo muy necesario para no tener que quitárselo en la ducha o un baño en la piscina.
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