Cinco trucos para limpiar y mantener tu colchón durante más tiempo

Un buen colchón, mantenido en las condiciones idóneas, es fundamental para nuestro descanso, por lo que no cuidarlo adecuadamente puede condicionarlo o impedir una correcta relajación durante las noches.

Durante la realización de la limpieza general de casa es importante también tener en cuenta los colchones, ya que estos acumulan gran cantidad de polvo y ácaros durante su uso diario.

Independientemente del material o el modelo de colchón que se tenga, aquí van algunos trucos para prolongar su vida útil lo máximo posible.

Aspira el colchón regularmente

Debido a que todos los días los usamos durante un gran número de horas, los colchones son unos de los objetos del hogar que más suciedad acumulan, entre ellos restos de polvo o de piel.

Una de las principales recomendaciones respecto al cuidado de la cama es la de cambiar las sábanas semanalmente. Esto permite airear el colchón además de permitirte dormir en una superficie limpia y fresca de manera continua. Es recomendable aspirar el colchón al menos un par de veces al mes durante alguno de los cambios de la ropa de cama. Además, girar el colchón cada trimestre te permitirá evitar el desgaste desigual, ya que girándolo 180 grados podrás distribuir el peso de manera uniforme.

Utiliza un protector de colchones

Los protectores impermeables son uno de los principales aliados en el cuidado de los colchones. El accesorio no solo evita que las manchas producidas por líquidos o sudor penetren en los tejidos, sino que también evita que se acumulen polvo o ácaros.

Este se coloca en la base del colchón de la misma manera que una sábana bajera, y puede utilizarse durante un par de semanas antes de limpiarse. Además, es recomendable atender a las características de cada protector, ya que algunos tienen beneficios de transpirabilidad que serán más útiles en zonas más calurosas.

Limpia las manchas de manera inmediata

Si se ha derramado algún líquido de manera accidental en el colchón es fundamental actuar con rapidez, impidiendo que la bebida penetre profundamente en los tejidos, manchándolos permanentemente.

Para limpiar las manchas de líquidos con facilidad, mezcla agua tibia con detergente suave y humedece un paño de microfibra. A continuación, frota suavemente sobre la mancha intentando mojar el colchón lo menos posible. Tras ello, deja la superficie lo más cerca a una ventana posible.

Para manchas más complejas como sangre, sudor o vómitos, entre otros, mezcla bicarbonato de sodio con agua tibia sobre la mancha y déjalo actuar durante media hora. Tras ello, frota la mezcla suavemente con un paño de microfibra húmedo. Para finalizar, aspira toda la zona retirando los restos de bicarbonato.

Ventila el colchón con regularidad

Una de las claves para evitar la acumulación de suciedad, ácaros o humedad, es airear el colchón diariamente. Deja las sábanas en la parte baja de la cama al despertarte y dejando la mayor parte de la superficie al aire libre. Abre las ventanas para que la brisa circule con mayor facilidad.

De esta manera, es importante ubicar la cama en una zona donde reciba luz solar diariamente y cerca de una ventana, para facilitar que se airee de forma natural. Por otro lado, retira todas las almohadas y cojines de la cama y evita posar ropa u otros objetos encima mientras esta se airea.

No te olvides de las almohadas

Igual que los colchones, las almohadas son uno de los accesorios que más suciedad acumulan durante el descanso. Con el tiempo y el uso estas no solo acumulan suciedad, sino que además van perdiendo su forma, impidiendo mantener una buena postura durante el sueño y pudiendo ocasionar dolores de cuello y espalda.

Sustituirlas cada cierto tiempo puede ayudar notablemente al descanso. Además, es importante -al igual que con el colchón-, utilizar fundas hipoalergénicas que contribuyan a mantenerlas frescas y libres de bacterias. Si las almohadas son lavables, introdúcelas en la lavadora junto con la ropa de cama de vez en cuando para limpiarlas de manera eficaz.