Cinco trucos para hacer dibujos sobre la espuma del café
Hace tiempo las cafeterías –en su afán de ofrecer un servicio más esmerado– comenzaron a poner cada vez más atención ya no solo en el sabor y el aroma de sus productos, sino también en su aspecto, su presentación visual.
Así fue como los clientes comenzaron a descubrir, sobre la superficie del café latte –o café con leche– que habían pedido, diseños y dibujos de gran belleza, y en ocasiones muy sofisticados, casi pequeñas obras de arte. De hecho, se conoce como 'latte art’.
Por medio de esas creaciones, las cafeterías procuran “conquistar” a los consumidores también a través de los ojos. Se trata de un detalle que añade calidez al momento en que el cliente recibe su pedido y que, además, permite a los baristas exhibir su destreza en la preparación del café.
Pero no es un asunto exclusivo de profesionales. Aprender la técnica para realizar 'latte art' en casa y sorprender con estos diseños a familiares y amigos no requiere de herramientas caras y difíciles de conseguir. Sí exige paciencia, práctica y algunos conocimientos, como los cinco trucos que se detallan a continuación.
1. Obtener espuma de leche sin vaporizador
Es cierto que el 'latte art' es más sencillo de realizar en el café latte, es decir, el que se prepara con una cafetera de expreso y con leche al vapor. Pero esto no quiere decir que no pueda ejecutarse si se prepara de otra manera. Conviene que el café sea intenso, ya que la proporción habitual es de dos tercios de leche y uno de café.
Hay un elemento imprescindible: la espuma de leche. Hay varias técnicas para obtenerla de forma manual si no se cuenta con un vaporizador como el de las cafeteras de expreso. Una de ellas consiste en recurrir a un espumador de leche, un utensilio muy asequible, que funciona a pilas y es muy fácil de utilizar.
Otra manera de conseguir espuma es la siguiente. Primero se coloca la leche en un recipiente que se pueda cerrar herméticamente. La leche no debería ocupar más de la mitad de la capacidad total del recipiente. Luego se agita de forma enérgica durante 30 segundos, para que la leche se oxigene: ahora debería ocupar casi todo el volumen.
Después de eso, no antes, la leche se debe calentar en el microondas a máxima potencia durante otro medio minuto. De ese modo, la leche quedará espesa y espumosa, lista para ser mezclada con el café y poder hacer dibujos en su superficie.
2. Dominar los movimientos de la jarra y la taza
La jarra con la leche espumosa debe sujetarse con la mano hábil, y de ser posible deben realizarse con ella pequeños movimientos circulares de la muñeca: si se deja en reposo, la espuma pronto comenzará a deshacerse.
La otra mano debe sostener la taza con el café, con una inclinación inicial de unos 45 grados, para ampliar la superficie sobre la cual ha de caer la leche. A medida que la taza se llene, hay que reducir esta inclinación de manera gradual, hasta que la taza quede completa hasta arriba y en posición horizontal.
Un dato clave: si la leche se vierte desde varios centímetros de altura, se mezclará con el café sin generar ningún diseño sobre la superficie. Eso es lo que conviene hacer en una primera instancia, más o menos hasta completar la mitad o dos tercios de la capacidad de la taza.
Por el contrario, cuando le leche se vuelca desde poca distancia, la espuma quedará sobre la superficie “manchándola”, que es lo que se necesita para realizar dibujos sobre ella. Es decir, es el momento de comenzar a diseñar.
3. Aprender los dibujos clásicos
Hay tres dibujos que son los más conocidos del 'latte art’, en parte porque son los más fáciles de hacer y, por lo tanto, por los que conviene empezar a practicar. Se trata del corazón, el tulipán y la espiga (también llamada roseta).
En todos ellos, se trata de verter la leche desde bien cerca de la superficie del café y con suavidad, para que –como hemos explicado– la espuma quede en la superficie y genere un contraste con el color marrón del fondo.
El corazón es el más sencillo: el primer paso es verter la leche con suavidad sobre el centro de la superficie del café, formando una especie de círculo blanco. Al final, cuando la taza está casi llena, se atraviesa el círculo con el mismo chorrito de leche para obtener la forma deseada, tal como se observa en este vídeo.
Para el tulipán, hay que crear varias manchas blancas sobre la superficie del café, como si quisieran dibujarse varios corazones uno debajo del otro. Después se atraviesan todas esas manchas con el chorrito de leche y el diseño adquiere su forma. En este vídeo se ve con claridad.
En el caso de la espiga, la técnica es en esencia la misma, aunque cambia el dibujo inicial: se vierte la leche de manera continua pero moviendo la jarra a uno y otro lado, para que el dibujo que se trace sobre la superficie sea una especie de zigzag. Al atravesarlo al final con el chorrito de leche, se obtendrá el dibujo final.
Las explicaciones parecen sencillas, y la ejecución también cuando se observa a los expertos. Pero lo normal es que no salga muy bien en el primer intento. No obstante, con un poco de constancia, paciencia y tenacidad, pronto los diseños comenzarán a acercarse a los de las cafeterías.
4. Con sirope
Existen, de todas formas, algunas técnicas más simples de realizar dibujos sobre la superficie del café. Una de ellas es el grabado con sirope (también conocida como 'etching’). Con el uso de una jeringa, biberón o instrumento similar que permita dosificar esta sustancia, dibujar sobre la superficie del café es realmente fácil.
Además, después de aplicar el sirope sobre la espuma, los diseños se pueden modificar y perfeccionar por medio de palillos o punzones. Como hay distintos tipos de siropes (arce, chocolate, caramelo, etc.), se puede combinar colores para diseños más sofisticados. Y conviene recordar también, por supuesto, los riesgos del exceso en el consumo de azúcar.
5. Con plantillas
Por último, otra técnica muy sencilla para dotar de diferentes diseños a la superficie del café: la utilización de plantillas. Es decir, formas prediseñadas que –a través de la técnica del estarcido o esténcil– permiten dibujar con canela o cacao en polvo sobre la espuma.
Esas plantillas se comercializan en bazares y otras tiendas pero también se pueden fabricar con papel. De ese modo, es muy fácil obtener diseños personalizados, que pueden ir desde emojis hasta textos para felicitar por un cumpleaños o por cualquier otra circunstancia.
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