El aumento de la demanda de carne de calidad por parte de dos gigantes como China e India deja la sostenibilidad del planeta en una situación difícil. La cría de ganado es muy agresiva con el medio ambiente y conviene diversificar la oferta proteica si no queremos cargarnos los pocos ecosistemas puros que nos quedan en cuatro días.
Además, y dado que la cría intensiva de vacuno y porcino es muy ineficiente en cuanto a recursos invertidos, es muy posible que a medio plazo el precio de todo tipo de carne animal se dispare. Entonces una buena opción alimentaria podrían ser los insectos, tal y como recientemente ha recomendado la FAO y se ha apresurado a regular la Unión Europea.
¿Por qué no ir aprendiendo unas primeras y sencillas recetas? Aquí exponemos cinco. ¡Buen provecho! NOTA: Por el momento, y a la espera de su aprobación, el consumo de insectos no está regulado en España y su venta es ilegal. Así que tendrás que esperar todavía unos meses antes de poner en práctica tus habilidades culinarias insectívoras.
1. Chapulines fritos al estilo mexicano
Ingredientes: Chapulines, agua, cal, aceite de oliva, sal y guindilla o bien pimiento rojo o verde.
Preparación: Los saltamontes se purgan y se lavan, posteriormente se sumergen en agua con cal durante cuatro horas. A continuación se dejan en agua limpia durante otra hora y se enjuagan bien. Ya escurridos y secos, se fríen enteros en aceite con una guindilla hasta que estén crujientes.
2. Conguitos de grillos
Ingredientes: Grillos, una tableta de chocolate negro para fundir, mantequilla y azúcar al gusto.
Preparación: Se purgan y lavan los grillos. A continuación se hornean a 180 grados el tiempo necesario para que estén bien secos y crujientes sin que se quemen. Entonces se sacan del horno, se dejan enfriar y se les arrancan las patas y las cabezas, aunque esto es opcional, porque muchas veces las patas se caen por si solas.
Después ponemos el chocolate se pone a calentar al baño maría y cuando esté derretido le añadimos una cucharada de mantequilla y azúcar al gusto y mezclamos bien. Seguidamente vamos sumergiendo los insectos en el líquido caliente -por ejemplo, con un tenedor- y los dejamos enfriar sobre papel encerado. Finalmente los refrigeramos durante un par de horas.
3. Escorpiones rebozados
Ingredientes: Escorpiones; suero de leche, aceite y harina de maíz.
Preparación: Ponemos los escorpiones vivos en el congelador -con mucho cuidado de que no nos piquen- y los dejamos una noche o un poco más, hasta asegurarnos de que están muertos. Vertemos aceite en una sartén, el suficiente como para sumergir los escorpiones. Seguidamente lo calentamos. Mientras tanto ponemos suero de leche en un cuenco y harina de maíz en otro, para rebozar los escorpiones.
Con unas tenazas, cogemos el escorpión y lo sumergimos primero en suero de leche, lo escurrimos y lo enharinamos con el maíz después. A continuación, cuando el aceite esté caliente, sumergimos el escorpión en la sartén y lo freímos hasta que la capa de harina esté crujiente. Si no se puede conseguir suero de leche se puede utilizar el empanado tradicional español con huevo batido, pan rallado y harina de trigo. Es muy importante quitarles el aguijón antes de comerlos.
4. Ensalada templada de gusanos de la cera
Ingredientes: Un vaso de gusanos de la cera -podemos usar también gusanos de maguey-, media cebolla picada, lechuga, pipas de girasol tostadas. Aguacate, sésamo tostado, salsa de soja y aceite de oliva.
Preparación: Congelamos los gusanos durante la noche. Vertemos aceite en una sartén y salteamos la cebolla hasta que se dore. Bajamos el fuego y añadimos los gusanos descongelados, removiendo rápido mientras añadimos sal. Cuando se pongan un poco transparentes por las puntas, estarán listos. Seguidamente limpiamos y cortamos la lechuga para ponerla en un cuenco. Añadimos los gusanos, el aguacate en trozos y lo aliñamos todo con sal, aceite de oliva y salsa de soja. Para terminar, añadimos unas pipas de girasol tostadas y el sésamo tostado.
5. Hormigas culonas santanderinas
Ingredientes: 100 gramos de hormigas culonas, aceite o manteca y sal.
Preparación: Las hormigas culonas, propias de la provincia colombiana de Santander, se caracterizan por su gran abdomen y su cabeza, también con grandes tenazas. En algunos comercios de la zona se venden sus abdómenes ya separados de las patas, las alas y la cabeza. En caso de obtenerlas vivas, deberemos congelarlas previamente durante una noche. Después extraeremos los abdómenes y los tostaremos en una sartén con aceite y añadiendo sal. Se pueden comer tal cual o utilizar de aderezo en otros platos como arroces o ensaladas.
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