Estamos todos confinados y es muy posible que se te haya agotado ya en cuatro días la imaginación culinaria para comer con cierta alegría con lo que tienes en la despensa y en la nevera durante el periodo que estemos en cuarentena. Así que, de la mano del chef Branly Coy, vamos a sugeriros siete menús con sendas recetas para la comida y la cena, intentando que sean lo más sencillos posibles de cocinar, con los típicos alimentos que se conservan indefinidamente y con los ingredientes que te vaya bien.
Si no dispones de algunos de los que te indicamos y no necesitas realmente bajar a comprar, sustitúyelos por los que tengas y solucionado. Asimismo, vamos a intentar aprovechar cada vez que cocinas para reutilizar las sobras en otra receta, de modo que amortices más tu tiempo, tu esfuerzo y tu presupuesto.
Día 1
Lentejas con morcilla
Sofríe una cebolla, añade luego la morcilla a rodajas para que se dore y échale el bote de lentejas. Cuando lo retires, para que no se queden sin caldillo, viértele un buen chorreón de aceite y ponle unas tiras de pimientos morrones en su jugo por encima.
Pescado al horno con vegetales
Precalienta el horno a 180ºC y, mientras se calienta, haz una cama de vegetales tipo cebolla, zanahoria, apio, varios dientes de ajo, boniato (o las que tengas que sean consistentes, porque si le metes tomate, se deshará). Échales por encima aceite de oliva, sal, pimienta y especias aromáticas (al gusto) y añade un pescado tipo corvina o rape de unos tres kilos (de forma que te sobre para hacer croquetas). Cubre con papel de aluminio y déjalo que se cueza por dos horas. Sazónalo todo al emplatar.
Día 2
Croquetas de pescado
Cuando el pescado que te ha sobrado esté frío, mézclalo, con un huevo, sal y con bechamel en tetrabrick si no tienes tiempo o ganas de hacerla casera. Mételo al congelador durante aproximadamente una hora para que adquiera consistencia de manera que puedas hacer las bolitas, luego rebózalas en huevo y pan rallado antes de freír en abundante aceite hasta que obtengan un color dorado. Con alioli de bote o casero estarán riquísimas.
Pisto con cúrcuma o curry o comino
Trocea la verdura que te venga mejor, sugerimos berenjena, cebolla, calabacín, pimiento verde, rojo y amarillo, y mucho tomate. Vierte un chorro de aceite en la sartén con ajito picado y cúrcuma o curry o comino; echa las verduras y remueve hasta que estén tiernas. Si te apetece, rompe dos huevos encima al final y saca la sartén con las yemas crudas, para que quede todo jugoso al revolver.
Día 3
Pasta con brócoli y anchoas
Hierve brócoli en una olla y sácala del agua hirviendo con una espumadera de forma que puedas aprovechar para hervir la pasta. Pasa el brócoli tierno por la batidora con una lata de anchoas y rehógalas con guindillas y ajo en la sartén, añadiendo la pasta con un poquito de su jugo cuando esté al dente (infórmate del tiempo según sea fresca o seca de paquete).
Bacalao con tomate picante y patatas
Corta las patatas y las zanahorias a tacos y échalas en una cazuela, añade los lomos de bacalao, el tomate triturado, dos dientes de ajo picaditos, sal, pimienta, unas diez gotas de tabasco (dos guindillas en su defecto) y ñora (en rodajitas o en una cucharadita de pasta si tienes). Prácticamente se cocina solo teniéndolo tapado durante 40 minutos a fuego medio.
Día 4
Garbanzos con calamar o sepia
Tan sencillo como trocear el calamar o la sepia, rehogarlos con ajito y guindilla o ñora, añadirle tomate triturado para que cueza y echarle el bote de garbanzos. El toque de alioli puede estar buenísimo.
Ensalada de espinacas con setas, brie fundido y gulas
No hay nada más socorrido que las gulas falsas de paquete, ya sean refrigeradas o congeladas, que sirven lo mismo para un plato caliente con alcachofas o pimientos del piquillo en conserva como para esta ensalada. Rehoga las setas con guindilla y ajo, échale las gulas en el último minuto y trocéale el brie por encima de modo que se funda sin conglomerarse. Vierte la mezcla templada sobre las espinacas o acelgas en la ensaladera aliñando con aceite, sal y soja o vinagre balsámico.
Día 5
Guiso de carne (la que tengas en la nevera) con calabaza
Te proponemos aprovechar para cocinar carne de sobra, de manera que otro día puedas reutilizarla en otra receta rápida. Por ejemplo, si pones kilo y medio de carne troceada, la proporción para este guiso sería una calabaza troceada. Echas en un sofrito de cebolla, pimiento y ajo los trozos. Cuando estén doraditos, agrega tomate triturado, sal, pimienta y vino tinto, revolviendo periódicamente la cocción a fuego medio hasta que la carne y la calabaza estén blandas. Aparta aproximadamente medio kilo de carne en un táper y sirve el resto con un poco de orégano seco rociado.
Verduras gratinadas al horno
Precalienta el horno a 180 grados por arriba y por abajo y trocea a rodajas o a tacos berenjena, calabacín, pimiento rojo y amarillo, coliflor, zanahoria y cebolla. Repártelas en una bandeja y espolvoréale por encima especias secas tipo sal, pimienta, comino, pimentón y orégano. Rocíalas con aceite de oliva y mezcla bien para que se uniforme la mezcla y no se peguen. Mantenlas en el horno durante 45/50 minutos y échale el queso (pecorino, parmesano, mozzarella o uno fundente que te guste) en los últimos diez minutos para que no se torre.
Día 6
Pasta con la carne que sobró del guiso
Saca la carne de la nevera con tiempo para que se temple, hierve pasta seca corta (macarrón, caracolas, tornillo de colores, etc.) y deja un poco de agua de la cocción en la olla para calentar la carne y devolverle más juguillo mientras se escurre la pasta. Emplata la pasta con albahaca, reparte la carne en salsa por encima y rállale parmesano (o el queso que tengas). (Puedes hacer lo mismo con arroz si prefieres).
Salmorejo cordobés
Tritura con la batidora o la termomix dos kilos de tomate con 400 gramos de pan duro, 200 centilitros de aceite y dos dientes de ajo y sal. Una opción curiosa es cambiar unos 200 gramos de tomate por una remolacha o un aguacate para darle un sabor diferente. Para el acompañamiento, puedes echarle jamón serrano y huevo duro o, si tienes por la nevera, para darle más alegría, taquitos de anchoas o sardinas anchoadas, que son más económicas; o mojama de atún, que aporta un toque intenso diferente.
Día 7
Ensalada de arroz con atún
Hierve arroz durante el tiempo que te indique en el paquete (no todos tardan lo mismo) y deja que se enfríe mientras, en una ensaladera, viertes las latas de maíz, atún, una cucharadita de alcaparras, pepinillos, aceitunas, cebollino o cebolleta (lo que te vaya bien), aceite, cilantro si te gusta, sal y vinagre de Módena o de Pedro Ximenez, o sea alguno dulce que contraste con el ácido de los encurtidos.
Salmón en papillote con boniato
Quien dice salmón dice otro pescado blanco tipo merluza, corvina, trucha, etc. Coges papel de aluminio y le pones una cama de cebolla con boniato a rodajas de un dedo, superpón el pescado y échale encima salvia, perejil, aceite de oliva, sal y pimienta. Ponerle rodajas de limón antes de cerrar el paquetito con el papel de aluminio queda a tu criterio. Ponlo en el horno a 200 grados durante una hora por kilo de pescado y a emplatar.
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