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Todavía no está pagado el beneficio que aportó a nuestra salud Popeye, aquel dibujo animado que protagonizó la campaña en forma de tira cómica de la Cámara de Productores de Espinacas de EEUU cuando decidieron dar a conocer las bondades y atributos de las espinacas.
Según explica José Olivares durante su clase de Historia en el Máster en Creatividad y Eficacia en Branded Content de la Madrid Content School, fue una de las primeras y mejores campañas de contenido patrocinado allá por 1929, con una brutal efectividad porque, a través del entretenimiento, se logró que todos los niños del mundo comiéramos esa verdura verde que tan poco atractiva nos parecía.
Seguramente sigue pareciéndonos mejor una tabla de quesos, pero estas hojas verdes son más necesarias por su hierro, calcio, magnesio, potasio, vitaminas A, C, E y ácido fólico, además de ser una buena fuente de fibra. Y, combinadas con otros ingredientes más atractivos, componen platos mucho más saludables y nutritivos, como comprobarás en las siguientes recetas.
Espinacas como guarnición
Lo más sencillo que puedes hacer con las espinacas es cocerlas. Como recoge Xabier Gutiérrez, jefe del laboratorio del restaurante Arzak, en su libro Recetas sencillas para novatos y cocinillas, basta con “lavar bien las espinacas y sumergirlas enteras en agua hirviendo durante dos minutos. Sacarlas del agua y escurrirlas a conciencia”.
Espinacas salteadas:
- Dorar un diente de ajo picado en una sartén con 30 ml de aceite de oliva. Agregar 100 g de jamón serrano y 50 g de bacon, cortados en daditos.
- Cocer 150 g de espinacas crudas y picarlas, no demasiado finas, o saltearlas directamente.
- Añadir a la primera sartén los piñones y las espinacas, saltearlo todo durante dos o tres minutos y sazonarlo con tiento.
Espinacas con queso:
- Lavar bien 150 g. de espinacas crudas, secarlas y mezclarlas con 100 g de queso manchego, 100 g de queso roquefort, 100 g de queso Idiazábal ahumado y 100 g de tomate seco en aceite.
- Picar bien orégano y perejil, mezclarlos con 40 g de aceite de oliva y echarlo sobre el conjunto anterior.
- Servir a temperatura ambiente.
Espinacas fritas:
- Lavar, secar bien y freír 300 g de espinacas enteras en aceite caliente a fuego medio-fuerte.
- Cuando estén transparentes, bonitas y crujientes, sacarlas sobre un papel absorbente.
- Una buena opción para acompañar cualquier pescado o incluso carnes y patatas cocidas.
Recetas de aprovechamiento
Nos hemos inspirado en las propuestas del libro Cocina de aprovechamiento, recetas brillantes con sobras, de Masterchef para proponerte estas fórmulas que puedes hacer con espinacas recicladas o frescas.
Revuelto de garbanzos y espinacas:
- Limpiar, picar y pochar una cebolleta en un poco de aceite. Añadir 100 g de colas de gambas y rehogar unos minutos. Echar un bote de garbanzos cocidos y espinacas.
- Batir los huevos y verter sobre las gambas. Mezclar bien hasta que cuajen los huevos.
Verduras con bechamel al horno:
- Picar un diente de ajo y rehogarlo en aceite de oliva. Cuando esté dorado, añadir verduras tipo pencas de acelgas, judías verdes, espinacas y/o guisantes ya cocidas, salpimentar y reservar en una fuente para horno.
- Elaborar una bechamel con 50 g de mantequilla, dos cucharadas de harina y medio litro de leche sin dejar de remover. Agregar un poco de nuez moscada y sal.
- Verter la bechamel por encima de las verduras.
- Incorporar el queso y gratinar unos minutos en el horno.
Croquetas de espinacas
- Picar un diente de ajo y dorarlo en una sartén con un puñado de piñones. Cuando estén dorados, añadir las espinacas cocidas y escurridas y rehogar durante unos minutos.
- Picar una cebolla muy fina y pochar en aceite. Cuando esté blanda, incorporar 50 g de mantequilla y tres cucharadas de harina hasta que empiece a dorarse y cocer con medio litro de leche sin dejar de remover. Sazonar con nuez moscada y sal.
- Cuando haya perdido el sabor a harina, añadir las espinacas y queso tipo roquefort o cabrales. Reservar en una fuente tapada en el frigorífico toda la noche.
- Batir el huevo en un bol y poner el pan rallado en otro. Calentar aceite en una sartén.
- Dar forma de croquetas con una cuchara y rebozar las croquetas en huevo y luego en pan rallado. Freír y escurrir sobre papel absorbente.
Recetas vegetarianas
Espinacas gratinadas con queso de cabra, del libro de Isasaweis, Come genial y no hagas dieta nunca más.
- Si utilizas espinacas congeladas, el día anterior pásalas a la nevera o bien, el mismo día, descongélalas previamente en el microondas.
- Precalienta el horno para gratinar.
- En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, fríe dos dientes de ajo picados hasta que empiecen a dorarse, añade 600 g de espinacas y rehoga durante unos minutos hasta que pierdan volumen.
- Agrega un bote de leche evaporada, sal y pimienta negra, y deja reducir durante 15 minutos.
- Vierte todo en una cazuela o un recipiente que pueda ir al horno. Distribuye por encima un rulo de cabra cortado en rodajas y mételo al horno precalentado a máxima potencia, a gratinar, hasta que el queso esté dorado.
- Sugerencias: también puedes servir las espinacas sin gratinar. En este caso, añade el queso a la sartén en el último momento y remueve hasta que se deshaga.
- Si no tienes rulo de cabra, ponle otros quesos, como mozzarella o queso parmesano espolvoreado por encima.
Raviolis, espinacas y avellanas, del libro Recetas Vegetarianas todo en uno, de Sabrina Fauda-Rôle y Akiko Ida, ed. Lunwerg.
- Poner 300 g de raviolis frescos, 100 g de brotes de espinacas, un brick de de salsa cremosa vegetal de soja (25 cl), una cucharada de chalota seca molida, dos cucharadas de salsa de soja, una pizca de sal y otra de pimienta en una sartén de 30 cm. con 25 g de avellanas.
- Cocer tres minutos a fuego medio, removiendo para que las espinacas se ablanden y se hagan.
- Servir con 25 g de avellanas espolvoreadas y cortadas en mitades por encima.
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