Maialen, lectora y socia de eldiario.es nos escribe el siguiente texto en el cuerpo de un correo electrónico: “¿Sandía o melón, qué engorda menos? Ya sé que es una tontería, pero tengo curiosidad por saberlo ni que sea porque puede serviros para hacer la típica noticia chorra de verano. Así que a ver si me lo aclaráis. Agur”.
En efecto, Maialen, plantear qué engorda menos es una tontería, a no ser que estés siguiendo una dieta muy estricta y, en tal caso, las diferencias que puedan presentar ambas frutas tal vez no sean tan significativas o bien se puedan compensar con menores cantidades de una u otra. Pero, como bien dices, estamos en agosto, faltos de noticias, pasando calor. La imagen de un melón y una sandía frescos y rezumantes de agua nos ha predispuesto a investigar.
También debemos reconocer que puestos a planteárnoslo, nos pica la curiosidad, así que hemos sondeado las composiciones nutricionales de ambas frutas. Ya explicamos en julio las diez virtudes nutricionales de una rodaja de sandía en verano, pero no hicimos otro tanto con el melón, así que este artículo acaso también sirva para destacar las cualidades de este fruto procedente de la cucurbitácea Cucumis melo.
Balance de calorías
Veamos primero quién tiene más calorías, si el melón o la sandía. 55 kcal el melón y 28 kcal la sandía. Pues a tenor de ello podríamos decir que engorda casi el doble el melón. No obstante, no se puede medir lo que engorda un alimento tomando así como así las kilocalorías, es realmente una entelequia y un simplismo. Así que deberemos atender a otros factores.
Balance hídrico
Veamos la cantidad de agua de cada uno de los contendientes. El melón tiene de media 86 gramos de agua por cada 100 gramos de producto, mientras que la sandía tiene 93 gramos de agua por cada 100 gramos de producto. Es decir que sigue ganando la sandía al tener mayor porcentaje de agua, que aporta 0 kcal al alimento.
Azúcares libres y fibra dietética
Compararemos los azúcares libres, que seguramente serán los responsables del mayor nivel calórico del melón. Los hidratos de carbono del melón son 12,4 gramos, de los cuáles 1,6 son de glucosa libre, 1,3 gramos de fructosa y 9,50 de sacarosa, que es a su vez glucosa y fructosa. A pesar de que no incide en el índice glucémico, al final la fructosa acaba metabolizándose igual que la glucosa. Por lo que podemos concluir que los azúcares libres de 100 gramos de melón son 14,2, la totalidad de hidratos de carbono. El equivalente a tres terrones de azúcar por rodaja aproximadamente.
Respecto a la sandía, solo aporta 5,6 gramos de hidratos de carbono, todos ellos, aproximadamente a partes iguales, moléculas de glucosa y fructosa. Es decir que por cada rodaja hay apenas un terrón de azúcar. En cuanto a la fibra dietética, el melón presenta 0,73 gramos por cada 100 gramos y la sandía 0,4 gramos, lo cual no es una gran diferencia a favor del melón a la hora de moderar la carga glucémica, que es lo que muchas veces hace que los excedentes energéticos del alimento pasen a almacenarse en la zona abdominal y glúteos en forma de grasa.
Vitaminas
Las vitaminas no tienen ningún papel preponderante en la obesidad, al menos de forma directa, pero pueden ser útiles para saber al menos cuál de los dos competidores tiene más y de cuáles. El melón gana en cuanto a la vitamina C, ya que aporta 32 mg por solo 6 mg de la sandía. En cuanto a ß-carotenoides, el melón presenta 670 µgramos y la sandía solo 175 µgramos.
Respecto a la vitamina A equivalente, el melón aporta 112 µgramos y la sandía solo 35 µgramos. De hecho en este apartado la sandía solo gana en cuanto al ácido fólico, que aporta 4,5 µgramos por 2,7 µgramos del melón. Por lo tanto, la conclusión a la pregunta de Mailen es: engorda más el melón sin duda, puestos a medir. Ahora bien, en cuanto a vitaminas se puede decir que tiene un aporte de mejor calidad.
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