¿Cuáles son los tipos de naranja más habituales en el mercado?

Jordi Sabaté

La naranja es una fruta casi omnipresente en nuestras fruterías, la podemos encontrar tanto en verano como en otoño, invierno o primavera. Esto es debido principalmente a dos factores: uno es nuestro clima, mediterráneo cálido, ya que somos una zona de producción y además tenemos muy cerca a Marruecos, donde las condiciones permiten recoger cosechas en épocas aquí frías.

Es por ello que nos podemos considerar afortunados, pues es una fruta que alcanza precios considerables en otros países de nuestro entorno. Aún así, el consumo de naranjas está descendiendo en España lenta pero inexorablemente en los últimos años, junto al del resto de frutas. En el año 2013, se consumieron 21,36 kilos de naranjas por español, mientras que en 2016 la cifra se redujo a 19,6 kilos por persona.

La segunda razón es que existen unos 300 tipos de naranjas, muchas de ellas variedades adaptadas a las distintas épocas del año y climas, lo que permite ofrecer al mercado los distintos tipos de naranja según la época del año. De todos modos, en el circuito comercial apenas se ofertan unas 30 variedades, de las cuales solo una docena son las más comunes en nuestra mesa, divididas en tres grandes grupos varietales, que también definen en gran manera su destino: para comer enteras o exprimir en zumo.

Principales variedades de naranjas

Existen tres principales tipos de naranjas: las navel u ombligudas, las lisas, también conocidas como blancas, y las sanguinas.

Navel, para la mesa

Navel en inglés significa ‘ombligo’, y este dato ya nos da una pista de la característica principal de este grupo de variedades: tienen uno de los extremos rematado por una especie de cierre en forma de ombligo. Las navel, además, suelen ser naranjas grandes, de piel de tacto rugoso y grosor considerable.

Respecto a la pulpa, presentan unos gajos grandes y generosos en jugo, pero también en fibra insoluble, es decir carnosas, lo que las hace más aptas para naranja de mesa que para hacer zumos. También presentan la ventaja para este fin de que casi nunca tienen las incómodas pepitas que nos encontramos en otras variedades al morder.

Dentro del grupo de las navel hay distintas variedades adaptadas a cada época del año. La washington es la más antigua y se recoge a primeros de noviembre. Se caracteriza por ser muy carnosa y dulce pero tener poco jugo, por lo que va perdiendo fuerza comercial entre los consumidores españoles aunque se exporta mucho.

Aquí ha sido sustituida por otras que cunden más como la navelate, que es muy similar a la washington pero más pequeña y más resistente al frío, de modo que se recoge de diciembre hasta principios de mayo, ya que es muy fuerte mientras está en el árbol. Esto permite disponer de ellas buena parte del invierno.

La navelina es tal vez la variedad de mesa más comercializada actualmente y se caracteriza por ser muy temprana, ya que se recoge desde principios de octubre hasta mitad de octubre. No tiene pepitas y si bastante jugo, así como la piel más delgada. Es carnosa y muy dulce, por lo que es ideal como naranja de mesa.

Blancas o lisas, sobre todo zumo

El grupo de las blancas o lisas se distinguen de las navel porque no presentan el ombligo y porque su piel es más lisa y no tan gruesa. Además suelen tener más pepitas en los gajos, aunque no todas las variedades. Respecto al color, pueden ir desde el amarillo pálido de alguna variedad hasta el naranja intenso de variedades como la valencia o la valencia late. Su maduración es más tardía que la de las navel.

Se pueden utilizar tanto para comer como para zumos, pero destacan las variedades pensadas para zumo, como la valencia, que tiene la piel muy fina, mucho jugo, poca carne y apenas semillas. Además es muy ácida. Es la típica naranja que se venden en mallas en los lineales para zumos. Una derivación de esta es la valencia late, que madura de mitad de primavera a mitad de verano, proporcionando naranjas para esta época. Es también ácida e ideal para zumos.

La salustiana es otra variedad lisa que gana cuota de mercada, y madura desde mediados de invierno a mitad de la primavera. Se trata de una naranja achatada, de jugo dulce y poca pepita, así como poco carnosa, ideal para zumos. La verna es otra variedad a destacar, puesto que es la más tardía del grupo al recogerse a finales de verano.

Sanguíneas, color y sabor peculiar

Las sanguíneas son el grupo que presenta colores rojizos e incluso morados en su pulpa y en su piel, debido a las antocianinas, unas sustancias coloradas debidas al frío invernal. Las sanguíneas, además, presentan un sabor especial cercano a la fresa o la frambuesa a causa precisamente de estos compuestos, que van desapareciendo de la naranja con el calor, por lo que su época de recolección y comercialización es muy limitada.

Concretamente, las sanguíneas se recolectan a finales de invierno y a principios de primavera, pero más allá de abril ya se encuentran difícilmente, siempre dependiendo del frío que haya hecho. Se caracterizan por ser ovaladas y pequeñas, con piel rugosa y carne dura y llena de jugo, por lo que son indicadas para zumo. Además no suelen contener demasiadas pepitas.

La variedad más cultivada en España y Marruecos es sanguinelli, que es de origen israelí y presenta pulpa y zumo de color rojo a morado. Apenas tiene pepitas y precisa de frío para adquirir sus características. Se recoge a finales de invierno y se comercializa a principios de primavera, escaseando ya para finales de mayo.

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