Tres frutas minoritarias para despedir el verano de la manera más dulce

Caquis

Jordi Sabaté

25 de agosto de 2021 21:58 h

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Agosto dice adiós y llega septiembre, y con él el final de algunas estampas tan típicas en las redes sociales como los paisajes marinos, las puestas de sol o las fruterías llenas de luz y de color.

Ahora, pasamos en los establecimientos del rojo y el amarillo chillón de melocotones, manzanas, peras y sandías, a colores más oscuros y ocres, propios de la estación que llega.

Así, al final del verano corresponde el reinado entre las frutas al higo y la uva, y al principio del otoño toma el cetro el caqui, comparativamente menos consumido a pesar de ser España el segundo exportador mundial tras China, y el primer productor para el mercado europeo.

Higos

No es lo mismo brevas que higos: las primeras se dan al inicio del verano y corresponden a los frutos tardíos, que quedaron en las higueras y pasaron todo el invierno, hasta que maduran con la nueva primavera.

Los segundos son los propios del final del verano, hijos de la fertilización que se ha producido en esta estación y cuya maduración acelera el calor estival. Son más lechosos, con más aroma de higuera y más densos por causa del calor. También algo menos carnosos pero más intensos en dulzor.

Entre sus propiedades cabe destacar su buena proporción de fibra dietética, que captura los azúcares del higo y los distribuye evitando picos en la sangre, por lo que es una fruta muy adecuada para diabéticos. 

Además, su porcentaje de azúcares libres es moderado: siete gramos de glucosa y otros cinco de fructosa. Sus calorías por 100 gramos de fruto son 65 Kcal, similares a las de la manzana (54 Kcal).

En cuanto a vitaminas y minerales, sin ser una fruta muy rica, sí destaca por un aporte interesante de vitamina C y de potasio.

Uvas

Paradójicamente, dada la producción de España, una de las frutas comparativamente menos consumidas para mesa. La uva es la reina indiscutible del septiembre, aunque se destine casi toda al vino y no sea mayoritaria en fruterías.

Destaca sin duda por su alto porcentaje de azúcares, entre 15 y 16 gramos por cada 100 de producto, lo que aconseja consumirlas con moderación, así como por su bajo porcentaje de fibra. No tiene ni grasas ni aporte proteico destacable, pero sí aporta una interesante ración de vitamina C (4 mg), y sobre todo de ácido fólico (60 µg).

Pero en lo que destaca especialmente la uva es en su riqueza cualitativa en fitonutrientes. Las uvas negras son ricas en antocianinas y resveratrol, mientras que en las blancas destaca la quercetina. Todos ellos compuestos con importantes virtudes antioxidantes y antiinflamatorias, es decir, protectores celulares.

Caquis

Finalmente destacamos la fruta que se hace más presente en octubre, cuando el arbusto Diospyros kaki ofrece un aspecto peculiar y casi artístico, cubiertas las ramas, de bolas de un naranja rojizo que se va tornando más ocre a medida que se produce la maduración.

Este árbol, originario del Japón y China se encuentra en estos países en estado silvestre hasta en altitudes de 2500 metros. En ambos se cultiva desde el siglo VIII y fue introducido en España hacia 1870, donde actualmente cuenta con grandes explotaciones en la cuenca mediterránea y Andalucía oriental.

El caqui es una fruta dulce, con 74 Kcal por 100 g, 16 g de azúcares y unos muy destacables 2,5 gramos de fibra, lo modera mucho el aporte de los azúcares a la sangre. Pero destaca sobre todo por sus 16 mg de vitamina C y sobre todo sus 1.600 µg de carotenoides equivalentes de ß-caroteno, antioxidante precursor de la vitamina A o retinol. Y es precisamente en esta vitamina donde más reseñable es su aporte, con 267 µg que suman para unas necesidades diarias humanas situadas entre 800 y 1000 µg.

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