Cómo lavar un plumas en casa sin estropearlo y dejándolo como nuevo

Con el comienzo del año reciente y el último cambio de estación, son muchas las zonas del país donde se vuelve cada vez más necesario protegerse frente a los fríos climas, vientos y lluvias. El invierno ya ha llegado, por lo que es momento de sacar a relucir todas las prendas de abrigo que se encuentran guardadas en el armario durante el resto del año.

Durante el año, es común ir guardando y retirando todas aquellas vestimentas en función del clima y la estación para tener siempre a mano la ropa más adecuada para cada situación. Una de las prendas más recurrentes durante las épocas de frío son los abrigos de plumas o plumíferos, idóneos para evitar congelarse con las temperaturas más bajas.

Al igual que con el resto de abrigos, el uso continuado de esta prenda provoca desgaste y una gran acumulación de suciedad, por lo que es necesario lavarlas de vez en cuando. Sin embargo, esta tarea no es nada sencilla, ya que llevarla a cabo erróneamente podría estropear gravemente los tejidos, echando a perder la prenda de forma definitiva.

Pese a que esta tarea puede ser realizada en cualquier tintorería, existe una forma casera de realizarla minimizando los riesgos y obteniendo buenos resultados. Conoce cómo lavar un plumas en casa sin estropearlo y dejándolo como nuevo.

Prepara el plumas para el lavado

Antes de comenzar con la limpieza, prepara el plumas para reducir los riesgos lo máximo posible durante el lavado. Para ello, comienza cerrando todas las cremalleras y velcros, esto evitará que estos se enganchen durante el proceso, desgarrando la prenda. Además, es recomendable vaciar los bolsillos para evitar que ningún objeto rezagado pueda dañar las superficies del abrigo.

Para finalizar la preparación, revisa las etiquetas y analiza todas las instrucciones del fabricante, ya que estas pueden incluir instrucciones específicas sobre como lavar su prenda. Algunos de los consejos más comunes están relacionados con los siguientes apartados:

  • Temperatura de lavado
  • Tipo de detergente
  • Ciclo de lavado
  • Método de secado
  • Prohibiciones adicionales

Comienza con el lavado

Una vez se hayan tenido en cuenta todas las especificaciones relacionadas con la limpieza del plumas, es momento de comenzar con el lavado. Pese a que lo más común es limpiar el plumífero en la lavadora, también es posible llevar a cabo el proceso a mano, por lo que el método dependerá de si las instrucciones del abrigo permiten un lavado a máquina o no.

Para limpiar un plumas en la lavadora, introduce el abrigo en la misma y programa el ciclo de lavado más suave posible para ropa delicada, con el objetivo de que la prenda se mueva dentro del tambor lo mínimo posible. Además, selecciona una temperatura baja -es recomendable 20ºC, aunque también es posible 30ºC como máximo- para reducir el riesgo de dañar los tejidos.

También es importante recurrir al detergente adecuado, ya que uno de uso común podría dañar los aceites naturales de las plumas o reducir su capacidad aislante a largo plazo. Por ello, es recomendable utilizar jabones específicos dedicados al lavado de ropa técnica o plumas, además de evitar el uso de suavizantes, puesto que estos reducen las propiedades aislantes del relleno de plumas en el interior del abrigo, echándolo a perder.

Por otro lado, si la etiqueta del abrigo impide introducir este en la lavadora, llena un recipiente grande de agua fría y mézclalo con unas gotas de jabón suave, adecuado para este tipo de procesos. A continuación, humedece un trapo levemente y frota la chaqueta sin ejercer excesiva presión para no dañar las plumas de dentro del relleno. Para finalizar, retira todo el jabón sobrante evitando empapar de más el abrigo en todo momento, ya que este podría perder sus propiedades esponjosas si es humedecido en exceso.

Deja que el plumas seque antes de volver a utilizarlo

Una vez se ha llevado a cabo uno de los dos procesos de lavado posibles, será el momento de secar la prenda antes de volver a utilizarla. Si las instrucciones lo permiten, es recomendable introducir el plumas en la secadora. Programa el ciclo más delicado posible, evitando siempre que el tambor coja mucha temperatura.

Por otro lado, si se va a llevar a cabo el secado al aire libre, extiende la chaqueta sobre una superficie plana en un lugar bien ventilado, evitando que esta reciba luz solar directa. Además, sacúdela antes de colocarla y agita las superficies con plumas suavemente para que el abrigo recupere su tacto mullido en las zonas donde el relleno esté más apelmazado.