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De repente nuestro ordenador empieza a ir un poco más lento. Tarda más en encenderse, en cargar los programas, los ventiladores suenan mucho más... y, en algunos momentos, incluso puede llegar a apagarse. La razón, aunque parezca un poco absurda, es la misma que si nuestro ratón pierde parte de su color, el teclado está algo pegajoso o el monitor tiene motas de polvo: no lo hemos limpiado en mucho tiempo.
Muchos usuarios se olvidan de que, como cualquier otra cosa, los ordenadores de sobremesa deben limpiarse más allá del polvo que se le acumula en la parte de abajo. No hacerlo puede provocar que el funcionamiento de este pueda empeorar, incluso hasta el punto de poder no encender. Ahora bien, ¿cómo se evita esto?
Obviamente, limpiándolo periódicamente. Lo más recomendable es, al menos, realizar una al mes. Si utilizamos a diario el ordenador durante largas jornadas, puede que sea necesario limpiarlo cada dos semanas, tanto por dentro como por fuera.
En ConsumoClaro, hemos preparado esta breve guía sobre qué necesitas y cómo limpiar tu ordenador de sobremesa.
Productos necesarios
A pesar de lo que pueda parecer, no se necesitan productos muy específicos para limpiar el ordenador. Aunque existen supuestos “packs de limpieza para ordenadores” y estos sirven, la realidad es que su precio es muy superior a lo que cuesta, simplemente, buscar cada uno de los productos:
- Alcohol isopropílico: cuando limpiamos cualquier dispositivo electrónico es muy importante tener cuidado con los líquidos, ya que pueden estropear ciertos componentes. Para eso está el alcohol isopropílico (90% o más) que no daña ninguna parte de nuestro ordenador. Y, además, es mucho más barato que otro líquidos.
- Paños de microfibra y trapos atrapapolvo: una de las cosas más importantes es recoger el polvo y no dejar rastros de tela o de pelusa. Los paños de microfibra nos servirán para, echando alcohol isopropílico, limpiar algunos compuestos que estén más sucios, mientras que los trapos atrapapolvo nos valdrán para quitar las motas de la caja del PC y las partes más grandes.
- Aire comprimido: uno de los “clásicos” en lo que a limpieza de PC se refiere. El aire comprimido es un producto muy necesario, sobre todo para quienes tengan un ordenador de sobremesa grande o con muchos componentes, ya que nos servirá para empujar (y sacar) el polvo de los puertos y algunos componentes como los ventiladores.
- Bastoncillos para el oído: aunque no son estrictamente necesarios, pueden ser útiles para repasar algunos detalles.
- Cepillo o brocha de cerdas suaves: da igual si es un cepillo de dientes o una brocha de pintura, mientras tenga las cerdas suaves nos será de utilidad.
Con estos productos deberíamos ser capaces de limpiar cualquier ordenador de sobremesa, ya sea uno centrado en ofimática o un gaming. También se podría añadir una aspiradora de mano: esta cumple la misma función que el aire comprimido, aunque en este caso evitamos empujar el aire. Al mismo tiempo, para limpiezas rápidas (antes de un viaje o salida urgente) se puede incluir un plumero.
Cómo limpiar la torre del PC
- Antes de nada: hay que apagar el ordenador y, después, desconectarlo de la corriente. Si solo vamos a limpiar el teclado o la pantalla, no hará falta, pero si queremos hacer una limpieza más profunda, será necesario desconectarlo. Al igual que lo desenchufamos de la corriente, también hay que quitar todos los periféricos.
- Una vez hemos desconectado todo del ordenador, empezamos la limpieza. Lo primero es utilizar el aire comprimido en los puertos del ordenador (USB, Ethernet, DVI, etc.) para quitar el polvo de estos. Si es necesario, se puede repasar con un paño con alcohol isopropílico estas zonas para dejarlas aún más limpias.
- También se puede, con el trapo atrapapolvo, repasar la parte de arriba y la delantera de la torre del PC para limpiarlo.
- Cuando ya hemos limpiado el exterior del ordenador, toca el interior. Lo primero será abrir la torre que, aunque varíe entre modelos, por lo general es solo quitando algunos tornillos. Cuando lo abramos, hay que empezar a tener mucho cuidado con lo que hacemos y la manera, ya que nos encontramos en la zona más sensible del ordenador.
- Nada más abrirlo, hay que utilizar el aire comprimido en los ventiladores del ordenador para sacar todo el polvo de ellos y de manera superficial en la placa base. Recuerda que el aire comprimido puede ser peligroso: hay que evitar agitarlo o inclinarlo, ya que esto puede provocar que, en algunos disparos, salga agua.
- A continuación, repasamos la fuente de alimentación, discos duros, etc. con un trapo atrapapolvo por si el aire comprimido ha empujado motas al interior.
- Cuando ya no quede ninguna mota de polvo en el interior, entonces mojamos un paño de microfibra en alcohol isopropílico y repasamos los componentes del ordenador. Incluso, para quienes tengan, pueden limpiar la pasta térmica y renovarla.
Con estos siete pasos, todos sencillos, habremos limpiado nuestro ordenador de sobremesa. Si tenemos conocimientos de informática o sabemos cómo montar y desmontar las piezas del PC, podemos desconectar cada uno de los componentes y limpiarlos aparte. Esto no es nada recomendable si no tenemos unos conocimientos mínimos sobre ordenadores.
Cómo limpiar los periféricos
¿Y si, además, queremos limpiar nuestro teclado y nuestro ratón? En ConsumoClaro ya os contamos cómo dejar impolutos tus periféricos y tu ordenador portátil. Eso sí, ¿cómo se limpia un monitor?
En primer lugar, con una gamuza atrapapolvo, repasamos el marco y la parte de atrás de la pantalla. Una vez hemos hecho esto, limpiaremos el panel: mojamos un paño de microfibra en alcohol isopropílico y frotamos delicadamente para quitar la suciedad sin estropear el periférico.
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