Verano no solo es temporada alta en el sector del turismo: los amigos de lo ajeno también suelen hacer su agosto -y nunca mejor dicho- durante los meses en los que los españoles mayoritariamente abandonamos el hogar familiar y nos mudamos a la segunda residencia o nos vamos de viaje. Las vacaciones son, según fuentes del sector de la seguridad privada, la temporada en la que se produce la casi totalidad de los robos en domicilios en nuestro país.
Aunque el 70% de las incursiones se produce en viviendas unifamiliares, no se debe pasar por alto un 30% de robos acometidos en pisos y edificios de apartamentos, especialmente en las zonas residenciales más alejadas del centro de las ciudades. También, por otro lado, los expertos destacan que ninguna vivienda está exenta del peligro, pues los cacos pueden entrar en cualquier domicilio si creen que la incursión será sencilla y pueden escapar con rapidez y sigilo si no encuentran nada de valor.
En consecuencia, es recomendable seguir la serie de normas de sentido común que a continuación te explicamos, y a las cuales añadimos algunos trucos prácticos que no implican necesariamente grandes inversiones monetarias ni el tener que contar con un sistema de seguridad privada doméstica, las popularmente llamadas 'alarmas anti-robo'.
1. Asegúrate de dejar bien cerradas puertas y ventanas
Es el consejo más elemental y básico, pero aún así en un buen número de ocasiones los ladrones aprovechan ventanas mal cerradas o puertas a las que no se les ha dado doble vuelta para entrar. Suelen fijarse desde la calle y, si ven una ventana mal cerrada, nombran al hogar candidato al robo. También pueden probar aleatoriamente la puerta de entrada y encontrarse con una grata sorpresa... para ellos. Así que no está de más hacer un repaso concienzudo a todos los cierres antes de abandonar el hogar, aunque nos parezca obsesivo y enfermizo.
2. No bajes todas las persianas
Los expertos recomiendan dejar las persianas a medio bajar, a no ser que el cierre que haya detrás de ellas no sea de calidad. El motivo es que una casa con persianas bajadas delata claramente que sus dueños están de vacaciones y por tanto es como si gritara: “¡róbame!”. Lo idóneo es dejarlas con apariencia de que se sigue en casa: a medio bajar por motivo del calor, pero no todas ni del todo.
3. Valora contratar un seguro de hogar
Que te roben en casa no va a ser en ningún caso una experiencia agradable, pero un Seguro de Hogar con las coberturas adecuadas puede minimizar el daño y hacer que todo se quede en poco más que un susto.
La clave es comparar entre los distintos tipos de seguro de hogar y encontrar el que se ajuste a las necesidades de cada usuario y su domicilio, para no pagar una prima excesivamente alta por coberturas que no hagan falta, pero tampoco asegurar por menos valor de lo que se tiene en la casa.
Para calcular seguros lo mejor es dirigirse a un comparador e introducir los datos que correspondan. Con los resultados se puede valorar precio y coberturas antes de decidirse por uno u otro.
4. Controla quien tiene copia de las llaves de casa
A veces dejamos copias de las llaves de casa a demasiada gente por distintos motivos -desde personas empleadas de nuestro hogar a jardineros o profesionales del mantenimiento doméstico-, y de este modo las llaves pueden acabar en las manos inapropiadas. No se trata de pensar mal de nadie, pero sí de tener un control de las distintas copias de nuestras llaves que circulan y procurar que retornen a nosotros lo antes posible.
5. No dejes que el buzón se sature de correspondencia
Aunque dejemos la casa con apariencia de que hay alguien dentro, el buzón nos puede delatar si de repente rebosa de correspondencia o correo comercial. No es mala idea que un vecino, familiar o conocido se pase de vez en cuando a vaciarlo.
6. Usa dispositivos programadores del encendido
Se trata de unos aparatos que se colocan entre el enchufe y una lámpara o un electrodoméstico y permiten programar el momento de encendido o la duración y frecuencia diaria del mismo. Los venden en ferreterías y son ideales para programar el encendido automático de las luces, la radio o el televisor en las horas en que se supone que deberíamos estar en casa, en especial por la noche.
7. Valora la seguridad de tus cierres
Es importante que los cierres sean de calidad y funcionales. Es decir, que no se puedan violar con facilidad, especialmente en lo referente a las ventanas de aluminio, que a veces se ponen por cuestiones de aislamiento y estética, pero sin valorar la calidad del cierre, que puede ser muy baja. También las puertas de cerradura simple son mucho más fáciles de abrir de lo que creemos, por ejemplo, con una radiografía.
Por lo tanto, debemos valorar si merece la pena mejorar los cierres de nuestro hogar, tanto en puertas como en ventanas. Esta mejora, lógicamente, no es una medida que se pueda tomar de hoy para mañana, pero merece la pena reflexionar sobre este aspecto a largo plazo si en las próximas vacaciones queremos marcharnos más tranquilos.
8. No des publicidad a tus vacaciones en Facebook
Aunque nos cueste creerlo, puede haber cacos entre nuestros contactos en las redes sociales, sobre todo si las tenemos en abierto. Publicamos un 'selfie' en Instagram o en Facebook donde se nos ve en Tailandia, y los amigos de lo ajeno sabrán fácilmente por otras instantáneas dónde vivimos y hasta cuándo tienen tiempo de robar en nuestro hogar. En las redes sociales, mejor ser discretos durante las vacaciones.
9. No dejes objetos de elevado valor en casa
Los ladrones se las saben todas, pues por experiencia conocen los lugares más frecuentes donde la gente -cuando no tiene una caja fuerte- esconde sus objetos de mayor valor y van directos a ellos. Si tenemos joyas o relojes caros, no nos creamos más listos que la mayoría. Es mejor que se los dejemos a un familiar que se quede en su casa durante el periodo vacacional.