Por qué conviene cambiar de cepillo de dientes cada poco tiempo
¿Cuál es la edad de tu cepillo de dientes? Si lo compraste hace más de tres meses, ya es hora de cambiarlo. Según el Consejo de Dentistas de España, cambiar el cepillo de dientes regularmente es imprescindible para mantener una buena higiene bucal y prevenir enfermedades dentales. Tanto los cepillos manuales como los eléctricos deben reemplazarse cada tres meses, o antes incluso, si hay signos de deterioro o se ha padecido una infección bucal. Pero, ¿por qué?
Desgaste de las cerdas y eficacia en la limpieza
Con el tiempo, las cerdas del cepillo de dientes se desgastan y pierden su firmeza. Este desgaste reduce significativamente la capacidad del cepillo para eliminar la placa dental, que es una película pegajosa de bacterias que se forma continuamente en los dientes. La placa, si no se elimina, puede endurecerse y convertirse en sarro, lo que provoca la aparición de caries y enfermedades periodontales como la gingivitis.
Varios estudios han comprobado que un cepillo de dientes que se utiliza más allá de los tres meses es menos eficaz en la eliminación de la placa dental. El desgaste de las cerdas también puede provocar que las áreas entre los dientes y las encías no se limpien adecuadamente, aumentando el riesgo de inflamación y sangrado de encías, los primeros signos de una enfermedad periodontal o gingivitis.
Contaminación bacteriana
El cepillo de dientes suele estar húmedo constantemente, y puede convertirse en un lugar ideal para la proliferación de bacterias y otros microorganismos. Cada vez que cepillamos los dientes, las cerdas entran en contacto con bacterias presentes en la boca. Además, si el cepillo no se almacena adecuadamente o si se encuentra en un baño, es susceptible a la contaminación por microorganismos presentes en el ambiente, ya que estos pueden pasar a la boca y potencialmente causar infecciones.
El riesgo de contaminación bacteriana aumenta con el uso prolongado del mismo cepillo de dientes, lo que hace que cambiarlo periódicamente sea clave para reducir la exposición a estos patógenos.
Prevención de enfermedades bucales
No cambiar el cepillo de dientes con frecuencia puede tener un impacto directo en la salud bucodental. Como las cerdas desgastadas son menos eficaces en la eliminación de la placa, esto lleva a la acumulación de bacterias nocivas en los dientes y encías. A su vez, esto puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades dentales como caries, gingivitis e incluso periodontitis. La gingivitis es una inflamación de las encías que puede ser reversible si se trata adecuadamente, pero si se ignora, puede evolucionar a periodontitis, una enfermedad grave que puede resultar en la pérdida de dientes. Además, las personas con enfermedades sistémicas como la diabetes o enfermedades cardíacas deben prestar especial atención a la higiene bucal. Si la diabetes no está bajo control, es más probable que se desarrollen problemas en la boca. Y las enfermedades de las encías pueden dificultar el control de la glucosa en sangre.
Impacto en la salud general
Mantener una buena salud bucal no solo afecta la boca, sino también el bienestar general del organismo. Numerosos estudios han mostrado una correlación entre la salud bucodental y enfermedades metabólicas. Por ejemplo, la periodontitis se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las bacterias orales pueden ingresar al torrente sanguíneo y contribuir a la inflamación crónica, lo que puede tener un impacto en la salud del corazón. Asimismo, las infecciones orales pueden empeorar condiciones como la diabetes. Además, recientemente se ha descubierto una relación entre la gingivitis y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Señales de que debes cambiar el cepillo de dientes
Aunque la recomendación general es cambiar el cepillo cada tres o cuatro meses, hay ciertas señales que indican que es hora de reemplazarlo, incluso antes de que se cumpla ese plazo. Si las cerdas del cepillo están deshilachadas, dobladas o descoloridas, es probable que el cepillo ya no esté cumpliendo su función adecuadamente. Las cerdas desgastadas no solo pierden su capacidad de limpieza, sino que pueden ser más abrasivas para las encías, causando irritación o daño.
También es importante cambiar el cepillo después de haber estado enfermo, especialmente si has tenido una infección bucal, como un resfriado o gripe. Esto es crucial para evitar la reinfección, ya que las bacterias y virus pueden permanecer en el cepillo después de su uso.
Cepillos eléctricos y cepillos manuales
Los cepillos eléctricos tienen ventajas frente a los manuales a la hora de eliminar la placa. Sin embargo, tanto el cepillo tradicional como los cabezales de los cepillos eléctricos deben ser reemplazados con la misma frecuencia, cada tres o cuatro meses.
Cambiar el cepillo de dientes cada tres meses es una práctica sencilla que puede ayudarnos a prevenir infecciones y enfermedades crónicas. Además, conviene seguir las recomendaciones generales sobre la higiene dental, usando hilo dental a diario, dejando que el cepillo se seque en un lugar aireado para evitar que retenga humedad, y cambiarlo inmediatamente después de haber estado enfermos. Además, para no dañar el esmalte o las encías, conviene usar cepillos de cerdas suaves y no apretar. En lugar de cepillar más fuerte, es más eficaz cepillar el tiempo necesario, alrededor de dos minutos.
5