Diez cosas que debes tener en cuenta antes de contratar un seguro médico
La oferta de seguros médicos es inmensa en España, donde operan una veintena de compañías que ofrecen cada una hasta cinco modalidades distintas. Es decir, que podemos escoger hasta casi cien opciones de seguro de salud y nos espera un duro trabajo si queremos estudiarlas todas desde sus páginas oficiales de internet.
Seguramente podremos descartar algunas de buenas a primeras, porque no coinciden con nuestro perfil, pero aún así, nos quedará un pico importante por analizar si queremos ser meticulosos y encontrar nuestro seguro ideal. Afortunadamente, contamos con la ayuda inestimable de herramientas como los comparadores online, y si a esta le sumamos el manejo de los diez siguientes conceptos, nuestra búsqueda del seguro médico adecuado se volverá mucho más liviana y veloz.
1. Con o sin copagos
Los copagos son una fórmula mediante la cual podemos escoger uno de los especialistas del catálogo de la compañía, pero deberemos pagar nosotros una parte proporcional de la consulta, que variará según la compañía. Los seguros con copago suelen ser más baratos o contemplan la inclusión de familiares en la misma póliza. A veces solo se aplica a ciertas especialidades o servicios que se salen de la norma. Los seguros sin copago son aquellos en los que la compañía se hace cargo del total del pago al sanitario y suelen ser más caros.
2. ¿Implica reembolso?
El reembolso es una modalidad de seguro en la cual podemos escoger cualquier médico, aunque no tenga acuerdos con la compañía que nos suscribe la póliza. Ahora bien, nosotros pagaremos primero al médico y después la compañía nos reembolsará las cantidades desembolsadas. Esta modalidad tiene la ventaja de que no tenemos por qué ceñirnos al cuadro de la compañía, aunque respecto a los pagos, según su importe y el acuerdo con la compañía, recuperaremos entre el 70% y el 100% de lo pagado. Por contra, las cuotas suelen ser más altas.
3. ¿Contempla hospitalización?
Hay seguros muy asequibles que, sin embargo, no contemplan hospitalización en caso de que sea necesario, por lo que será el o la paciente quien deberá pagar los gastos de estancia en el hospital y los tratamientos que se le apliquen durante su convalecencia. Una estancia hospitalaria puede ser muy cara, por lo que conviene valorar bien los seguros que incluyen hospitalización y también estudiar cuántos días de estancia en el hospital cubre el seguro.
4. ¿Qué límite tiene por sesiones?
Al igual que la cobertura de la estancia hospitalaria puede tener un límite, las sesiones que se puedan dar a modo de terapia para determinadas dolencias o trastornos, también pueden tener un límite. Es decir, que por ejemplo el seguro puede cubrir 20 sesiones de psicoterapia o 10 de recuperación tras una operación o una lesión muscular. Si tenemos que seguir, a partir de ahí pagaremos nosotros. Es importante tener claro qué nos ofrece nuestro seguro en este aspecto y no fiarnos solo de lo atractivo de la oferta.
5. Si hay o no periodos de carencia
Se entiende por periodo de carencia un plazo determinado desde que el seguro entra en vigencia hasta que un determinado servicio tiene cobertura. Por ejemplo, es posible que los seguros pongan carencia a pruebas de diagnóstico caras para evitar usuarios que se den puntualmente de alta una póliza con el fin de hacer más asequible la prueba, ya sea en precio o en tiempo. Si queremos un seguro porque tenemos una cierta prisa en hacernos una prueba que por la Seguridad Social tiene una cola enorme, asegurémonos de que no haya en nuestra elección periodos de carencia.
6. Las especialidades que cubre
Un seguro médico debe ser cuanto más amplio mejor, pero sobre todo debe contemplar las principales especialidades: ginecología y obstetricia, medicina general, pediatría, etc. La inclusión de un más amplio espectro de especialidades menos comunes es algo que debemos estudiar con detenimiento.
7. ¿Incluye servicio a domicilio?
El servicio a domicilio comprende el que un médico pueda venir a casa a asistirnos si, por ejemplo, tenemos mucha fiebre o dolores que nos impiden desplazarnos personalmente al centro de urgencias. Si nuestro seguro elegido no lo contempla, podemos vernos ante la tesitura de tener que tomar un taxi u otro modo de transporte, o bien pagar el envío de un médico a domicilio.
8. Si presenta un buen servicio de urgencia
Es importante que nuestro seguro nos garantice una buena red de centros de urgencia donde podamos acudir en caso de precisarlo. Sobre todo, que los tenga cerca de donde vivimos, para así evitar largos desplazamientos. Si la red de centros es amplia, la posibilidad de encontrar colapsos y aglomeraciones también descenderá.
9. ¿Qué pruebas diagnósticas cubre?
Conviene estudiar bien el apartado de las pruebas diagnósticas, ya que las más comunes y asequibles no nos marcarán la diferencia, pero sí otras más caras y que tal vez podamos necesitar en el futuro. A veces puede interesar pagar unas cuotas un poco más altas a cambio de incluir pruebas que de otro modo nos saldrían privativamente caras.
10. La cobertura dental
Por su especial coyuntura y los elevados precios de operaciones y tratamientos, la cobertura dental suele ofrecerse como un seguro aparte en muchas compañías. No obstante, hay ofertas que suman la cobertura dental. Si es así en nuestro caso, miremos bien que los servicios sean plenos, incluyan todo tipo de tratamientos y no se limiten a empastes y limpiezas bucales.