No siempre es lo mismo reciclada o reciclable que sostenible o reutilizable, como tampoco los tres conceptos anteriores se tienen que corresponder con biodegradable. Ahora bien, todas estas virtudes pueden reunirse en una misma bolsa de la compra de plástico, y nos estarán indicando que la misma es la mejor opción alternativa a llevar al súper nuestra propia bolsa de la compra reutilizable.
Por reciclada/reciclable entendemos una bolsa hecha con materiales plásticos obtenidos del residuo de otra bolsa y reaprovechados en el proceso de fabricación. Por sostenible entendemos que dicho proceso minimiza la huella de carbono y la huella hídrica, es decir el consumo de agua invertido en la elaboración. Así, el reciclaje de una bolsa no tiene porque ser un proceso sostenible -por ejemplo puede gastar mucha agua y emitir mucho CO2-, aunque siempre lo será más que fabricar bolsas de un solo uso, no por la huella hídrica o de carbono pero sí por el hecho de no dejar residuos plásticos.
Por reutilizable inferimos que la bolsa puede entrar en una economía circular y se usada repetidas veces para transportar y almacenar alimentos, permitiéndonos así prescindir de la bolsas de un solo uso. Finalmente, por biodegradable entendemos que la bolsa liberada al medio se degradará hasta agua, dióxido de carbono y materia orgánica. Si además es compostable, asumimos que la podemos utilizar para crear abono, seguramente porque se degradará con rapidez.
Adicionalmente, existen empresas que certifican todas estas condiciones y ofrecen un sello de garantía. Nosotros, cuando usamos una bolsa de la compra, podemos saber si estamos siendo sostenibles y en que grado, merced a un código de símbolos y sellos que aparecerán estampados en ella. Para saber leerlos y entender la información que transmiten, te explicamos qué significan los diez más comunes.
Indica que la bolsa es reciclable, es decir que se la puede utilizar en una economía circular.
Quiere decir que la bolsa es 100% biodegradable y por lo tanto se puede tirar al contenedor marrón o utilizar para el compostage.
Significa que la bolsa se ha elaborado con plástico reciclado. A veces esta etiqueta aparece también junto a la que indica que la bolsa es reciclable, pues la misma reúne ambas condiciones. También nos indica que ECOEMBES nos asegura que la bolsa será gestionada por el contenedor amarillo.
Es la certificación Blauer Engel. Nació en Alemania en 1978 auspiciada por un colectivo de 13 activistas que cada año la otorgan a aquellos productos elaborados de una forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Estos sellos de AENOR, la certificadora española de procesos, nos garantizan que la bolsa ha sido fabricada de un modo sostenible, limitando la huella de carbono, así como que el resultado es una bolsa cuyo residuo no dañará el medio ambiente. También podemos encontrarnos certificaciones de otras empresas como Tüv, que son análogas a las de AENOR.
También quiere decir que la bolsa es 100% biodegradable y compostable.
Significa que los tintes utilizados para ilustrar la bolsa son solubles en agua. Esto no lo hace necesariamente menos tóxicos, pero si asegura que no se liberan disolventes orgánicos venenosos y de difícil degradabilidad a ríos y mares.
Se refiere a que el plástico es oxo-biodegradable, gracias a que contiene una serie de aditivos catalíticos que provocan su oxidación en la naturaleza hasta agua, C02 y materia orgánica. Es decir que podemos lanzar el plástico al contenedor marrón y en caso de acabar como residuo incontrolado, terminará por degradarse. Muchas veces la etiqueta 100% biodegradable viene acompañada de este símbolo. Las bolsas oxo-degradables, a partir del 1 de enero de 2020, estarán prohibidas por el Real Decreto 293/2018, del 18 de mayo, sobre la reducción del consumo de bolsas de plástico y por el que se crea el registro de productores.
Un contenedor amarillo, que quiere decir que debemos lanzar la bolsa al contenedor de los envases; otro con una manzana en su interior, significa que la bolsa puede ir a compostaje.
Finalmente, si vemos en la bolsa un símbolo de un tenedor y un vaso, nos está informando de que la bolsa puede utilizarse para almacenar o transportar alimentos con seguridad, ya que no habrá migraciones de moléculas plásticas a la comida. Algunas de ellas pueden actuar como disruptores endocrinos.
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