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Cuidado con los servicios de suscripción involuntarios desde el móvil

Foto: Pixabay

Jordi Sabaté

23 de junio de 2018 20:57 h

Juan Abel, lector y socio de eldiario.es, nos escribió hace casi tres meses el siguiente texto en un correo electrónico: “No sé si ya se ha hablado del tema que voy a proponer, pero creo que sería genial: el tema de las suscripciones de los operadores móviles. Y es que los grandes -Movistar, Orange y Vodafone- están teniendo últimamente multitud de quejas sobre servicios de suscripción que se facturan y provienen, según ellos, de empresas externas.

Yo mismo he sido víctima de ello, y en absoluto me he suscrito a nada. Basta con darle a algún banner, app, publicidad para que sin ser consciente el cliente le suscriban a uno desde una empresa ajena, pero venga reflejado en factura del operador. Lo peor de todo, es que no es necesario ni introducir el número de móvil. Ni dar consentimiento ni DNI. ¡nada! Lo cual hace todo mucho más sospechoso…“

Víctima de Emocion

Confesamos que mantuvimos un escepticismo inicial al requerimiento de Juan Abel, en parte por la avalancha de peticiones que hemos tenido en los últimos tiempos, y en parte por no tener claro cómo detectar las estratagemas fraudulentas que él denuncia. Sin embargo, yo mismo he sido finalmente víctima de uno de estos servicios de suscripción involuntaria, y sin duda gravosa, lo que ha puesto de relevancia la veracidad de la queja de nuestro socio.

En concreto mi experiencia ha sido con el servicio Emocion de Movistar y navegando desde un iPhone 7, con el navegador Safari, por la página de un diario nacional. Sin tener conciencia de pulsar sobre ningún banner -aunque seguramente sí lo hice- me saltó una nueva página en la que se me pedía confirmar o rechazar la suscripción al servicio Tribuu de Movistar Emocion.

Todo correcto con la salvedad de que los botones de “Aceptar” y “Rechazar” estaban invertidos respecto a lo que suele ser normal. Es decir el de “Aceptar” estaba en el lado derecho de la pantalla -suele estar en el izquierdo siempre- y el de “Rechazar” en el opuesto, por lo que instintivamente pulsé en el botón izquierdo pensando que rechazaba, pero acepté la suscripción.

Inmediatamente recibí un SMS confirmando mi suscripción y ofreciéndome una dirección de correo donde tener más información sobre la misma.

Pulsé en ella sin dilación y fui a parar a una página de Movistar Emocion donde se confirmaba mi suscripción y el precio de la misma IVA incluido: 2,99 euros semanales -2,47 euros sin IVA-. En una pestaña se me ofrecía la posibilidad de darme de baja.

Pulsé en la pestaña y me di de baja ipso facto, por lo que se me confirmó con otro SMS la baja.

Pero cuál sería mi sorpresa cuando al acudir a la página web de Emocion se me confirmaba la baja, que se hacía efectiva al cabo de una semana, por lo que me cobrarían los 2,99 euros iniciales sí o sí.

Seguidamente se me ofreció disfrutar de los servicios Tribuu que había contratado durante la semana en la que no podía evitar ser suscriptor del portal. Estos son los servicios supuestamente contratados:

Incrédulo y desconcertado, acudí a mi aplicación de Movistar a comprobar si la carga se había hecho efectiva, y así era:

No es un caso ni nuevo ni aislado

El mío no se trata ni del primer ni del último caso de este tipo de servicios contratados involuntariamente, que rozan el fraude pero sin salirse de la legalidad. Hemos podido detectar quejas de hace cinco años en los mismos servicios de atención al cliente del operador y por los mismos motivos. E incluso el célebre analista tecnológico Enrique Dans ya describía su “experiencia” con el servicio Emocion hace casi diez años en los mismos términos.

La literatura sobre el polémico sistema de suscripción es bastante amplia y en efecto no se limita a Movistar sino también a Vodafone en varios servicios, así como en Orange se han dado algunas quejas. Los sistemas empleados para que el incauto usuario se dé de alta son muy similares y si no es consciente de ello, puede estar pagando durante meses en la factura extras que realmente ni ha pedido ni disfruta.

En mi caso tuve la gran suerte de recordar inmediatamente el correo que nos envió Juan Abel y reaccionar con rapidez a la recepción del SMS de confirmación para realizar las capturas oportunas para el artículo, así como para dar la baja inmediata, que de todos modos me ha costado tres euros.

De otro modo podría estar pagando doce euros al mes extra sin saberlo. Conclusión: conviene extremar las precauciones cuando se navega por páginas con publicidad gráfica y prestar atención a todos y cada uno de los SMS que recibamos.

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