Cuando hablamos de dinero sucio, también nos referimos a esto
Aunque el dinero en efectivo es cada vez menos habitual en España (solo el 35,9% de los españoles utilizó efectivo como medio de pago más habitual en 2020, si bien su uso se mantiene en las personas de más de 64 años), sí es cierto que billetes y monedas son objetos omnipresentes en nuestra vida diaria.
Circulan de forma constante de unas manos a otras, no sabemos quién los ha tocado antes que nosotros, de dónde vienen ni por qué lugares han pasado. Durante este viaje sin tregua, que dura unos años, monedas y billetes se pueden contaminar con microorganismos del tracto respiratorio y gastrointestinal.
Cómo de sucio está el dinero que tocamos cada día
Además de compartir bacterias y virus de lugares como teléfonos móviles o pomos de puertas (entre muchas otras superficies), también compartimos microbios a través de nuestro dinero. Cada billete, pasado de persona a persona, muestra un poco el entorno del que procede y pasa esta “información” a la siguiente persona y lugar al que va.
En un estudio publicado en PlosOne, los expertos detectaron cientos de especies de microorganismos en muestras de billetes de un dólar de un banco de Nueva York. Otra investigación demostró que algunos billetes y monedas contienen patógenos como Escherichia coli, Salmonella y Staphylococcus aureus, que pueden causar enfermedades.
Con resultados similares dieron investigadores de la Universidad Metropolitana de Londres, según los cuales, tras analizar 36 muestras de dinero de una selección aleatoria de monedas y billetes, estos actúan como caldo de cultivo para las bacterias.
En concreto, detectaron un total de 19 bacterias distintas en monedas y billetes de 5, 10, 20 y 50 libras, entre las se encuentran dos superbacterias resistentes a los antibióticos: Staphylococcus aureus y Enterococcus faecium, que forman parte de la lista que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2017 de bacterias que suponen una mayor amenaza para la salud humana.
También se ha demostrado que, cuanto más antiguo es un billete, más bacterias contiene.
¿Son iguales las monedas y billetes desde el punto de vista microbiológico?
Está claro que no es lo mismo una moneda que un billete, y no solo por su valor económico, sino también por su carga microbiana. Al menos esto es lo que dicen varias investigaciones. Una de ellas demuestra que las monedas de euro tienen una actividad antimicrobiana distinta de los billetes
Se trata de un estudio de la University Medical Center Hamburg-Eppendorf, de Hamburgo, presentado por la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en 2020. De acuerdo con esta investigación, los billetes europeos se contaminan más fácilmente con microbios que las monedas.
Esto se debe que la mayoría de las monedas de euro están hechas principalmente de cobre, que tiene un efecto antibacteriano. Los expertos investigaron la actividad antimicrobiana de las monedas de 5 céntimos, 50 céntimos y 1 euro, y del billete de 5 euros, fabricado con fibra de algodón.
Se calcula que las monedas de euro contienen al menos el 75% de cobre, la parte de dorada es una aleación, un 20% de zinc y un 5% de níquel. La parte plateada está fabricada de un 75% de cobre y un 25% de níquel. Las monedas de 10, 20 y 50 céntimos están fabricadas con una aleación compuesta por un 89% de cobre, un 5% de aluminio, un 5% de zinc y un 1% de estaños.
Para la investigación, los expertos usaron unos guantes de algodón estériles humedecidos con Enterococcus faecium o Staphylococcus aureus, que se transfirieron a monedas de 5 y 50 céntimos y 1 euro, así como a billetes de 5 euros.
Todas las monedas que contenían cobre mostraron una actividad antimicrobiana destacada. Después de transcurrir 24 horas de la contaminación, en las monedas de 5 y 50 céntimos y 1 euro los niveles de S.aureus se redujeron en un 98,7-99,5%, mientras que los de E. faecium, entre un 96,8% y un 99%.
En conclusión, a diferencia de un billete de 5 euros, las monedas que contienen cobre muestran una actividad antimicrobiana detectable. Sin embargo, según los distintos experimentos, las bacterias no se han eliminado del todo en las monedas. Por tanto, incluso las monedas pueden actuar como vectores para la transmisión de microbios.
¿Tenemos que alarmarnos por todos estos datos?
No, porque es normal convivir con miles de microorganismos ya que forman parte de nuestro entorno y también de nuestro organismo.
Pero sí son cifras que nos obligan a seguir insistiendo en la importancia de la higiene de manos después de tocar cualquier billete o moneda, una acción que según la OMS es la mejor forma de lidiar con el dinero potencialmente contaminado (en este artículo te explicamos cómo hacerlo de forma fácil y efectiva).
Si no te quieres perder ninguno de nuestros artículos, suscríbete a nuestros boletines
2