“El riesgo de cáncer de piel es algo que va más allá de ir a la playa o a la piscina”
El pasado domingo, 23 de mayo, fue el Día Mundial Contra el Melanoma, el cáncer de piel más agresivo que existe, y con una mortalidad del 80% en los casos en fases avanzadas. Ahora que estamos a las puertas del verano, conviene más que en ninguna otra época recordar la importancia de la protección ante la exposición solar.
Para hacer hincapié en la importancia de tomarse en serio este cáncer, sobre todo entre jóvenes y adolescentes, la edades más inconscientes respecto a su peligro, hemos entrevistado a Alfonso Berrocal, presidente del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma y Jefe de Sección de Oncología Médica en el Hospital General Universitario de Valencia.
Aproximadamente la tercera parte de los diagnósticos de melanoma metastásico ocurren en gente menor de 40 años. ¿Están aumentando los casos de melanoma en las últimas décadas entre la gente joven?
La realidad es que el número de casos está estable y, en lo que respecta a la parte de oncología médica, afortunadamente la situación se ha mantenido más o menos firme en cuanto a los pacientes metastásicos.
En cuanto a las causas, es cierto que España es un país, culturalmente hablando, amante del sol y con una percepción de la piel bronceada como sinónimo de belleza. Efectivamente esto es bastante peligroso puesto que la radiación ultravioleta del sol tiene un efecto acumulativo.
España es un país con una percepción de la piel bronceada como sinónimo de belleza y esto es bastante peligroso
Va produciendo mutaciones, y esto hace que una exposición puntual o una serie de exposiciones puntuales tengan mucho menor importancia que la historia de exposición del paciente.
Además, hay algunos estudios, principalmente británicos, que han visto que la fotoprotección se hace bastante bien en la infancia porque los padres están detrás de los niños.
Pero estos hábitos se suelen perder en la adolescencia y parece que el progenitor tiene menos control, por lo que las conductas se exposición al sol se vuelven peligrosas.
Para que la gente lo tenga claro: ¿Es el melanoma un tipo de cáncer agresivo?
Estamos hablando de una enfermedad con la potencialidad de acortar la vida y producir la muerte, sobre todo cuando hablamos de estadios avanzados. De hecho, el melanoma es el cáncer de piel más agresivo que existe.
Por explicarnos, hablamos de que la incidencia del melanoma en España está alrededor de unos 6.000 o 7.000 casos anuales de los cuales aproximadamente, unos 1.000 son metastásicos.
Estos son los que desgraciadamente van a necesitar un tratamiento farmacológico porque tienen una amenaza real para la vida.
Afortunadamente, los nuevos tratamientos disponibles han aumentado la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, pero sigue siendo un tumor peligroso que pone en riesgo la vida del que lo sufre.
El problema radica en que el melanoma crece muy rápido y es mucho más probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se descubre y se trata a tiempo.
Por eso, es fundamental visitar al especialista si notamos algún síntoma, pues si se diagnostica a tiempo, las probabilidades de supervivencia son muy altas.
Se trata de un tumor peligroso que pone en riesgo la vida del que lo sufre
¿Qué tasas de mortalidad en fase avanzada tiene?
La tasa de supervivencia de este tipo de cáncer localizado es de más del 90%. En cambio, baja a un 60% si hablamos de estadio regional (cuando se ha extendido a zonas cercanas), y cerca de un 20% cuando el cáncer se ha extendido a otras zonas más distantes de la localización original.
Eso ocurre en fases avanzadas y hablamos de una gran diferencia, por eso recalco de nuevo la importancia del diagnóstico precoz en el melanoma.
¿Aparecen solamente en las zonas que han estado expuestas al sol?
Uno de los factores de riesgo principales sí es la exposición solar, ya que el daño que produce la radiación ultravioleta al ADN es acumulativo, se van acumulando daños.
Con lo cual, cuanto antes empecemos la exposición, más probabilidades tendremos de tener un daño prolongado. Cuando solemos decir que la piel tiene memoria, nos referimos a esto, acumula los daños.
Por eso es importante empezar la fotoprotección y los hábitos saludables de exposición al sol de la forma más precoz posible. De todas formas, hay otros factores de riesgo como tener lunares atípicos o antecedentes familiares.
Debido a esta diferencia de factores etiológicos el melanoma puede aparecer en cualquier área de la piel o mucosas con independencia de la exposición solar.
¿Hay un perfil de la persona candidata a sufrir melanoma?
Cualquier persona con antecedentes de exposición excesiva al sol puede desarrollar melanoma, pero tener la piel muy blanca, pecas o cabello claro, puede aumentar el riesgo, puesto que ciertos fototipos de piel son más sensibles.
Las personas que se exponen a la luz UV en cabinas bronceadoras tienen también mayor riesgo.
¿Podemos valorar un sesgo de género, raza, edad, etc. que debamos considerar para protegernos más o menos?
Como hemos visto, el melanoma puede aparecer incluso en edades comprendidas entre los 35 y 40 años, pero las posibilidades aumentan con la edad.
En España, el número de mujeres que padecen melanoma es más elevado. La raza también es un factor importante siendo una enfermedad predominante de la raza blanca y mucho menos frecuente en otras razas.
En España, el número de mujeres que padecen melanoma es más elevado
¿Cuál es la mejor protección contra el melanoma si vamos a exponernos al sol?
Es importante decirle a la gente que la exposición solar es algo que va más allá de ir a la playa o a la piscina. Hay un montón de actividades que hacemos al aire libre que necesitan igualmente la fotoprotección.
El sol no es la playa, el sol es estar bajo la radiación solar. Por ello, debemos protegernos con cremas, gorros o ropas fotoprotectoras y evitar las horas centrales del día para la exposición.
¿Es importante vigilar nuestro cuerpo de posibles melanomas?
Es fundamental. Y debemos conocer para ello la regla del ABCDE, que nos indica cómo vigilar nuestros lunares e identificarlos según su asimetría, bordes, color, diámetro y evolución.
¿Cada cuánto deberíamos acudir al dermatólogo para una revisión?
Diría que, al menos, una vez al año e ir de inmediato si detectamos cualquier tipo de alteración en nuestra piel
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