Alimentos malos para la salud de la boca: ¿cuáles son?
La prevención es una de las mejores aliadas para la salud en general y la bucal en particular. Gozar de una sonrisa saludable empieza no solo por mantener una buena higiene dental y acudir de manera periódica al dentista sino también por comer bien y evitar los alimentos malos para la salud de la boca. Porque los alimentos que ingerimos pueden tener un gran impacto en nuestros dientes.
¿Cómo afectan los alimentos a los dientes?
Los alimentos no solo nutren el cuerpo sino que también alimentan a las bacterias que existen de manera natural en nuestra boca. Algunas son más dañinas para las encías y los dientes que otras y prosperarán en ambientes con alto contenido de azúcar y ácidos.
Algunos alimentos son duros o difíciles de masticar y ejercen una presión innecesaria sobre el esmalte de los dientes que, aunque es muy fuerte, no es inmune. Según el Libro Blanco de Salud Oral 2020, elaborado por el Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española, el 65% de la población española está preocupada por su salud bucodental y el 56% tiene algún problema como dientes sensibles, caries sin tratar o encías sangrantes.
¿Cómo influye nuestra alimentación en todo ello?
Los alimentos que más dañan los dientes son:
Los alimentos que elegimos y la frecuencia con la que los comemos pueden afectar nuestra salud general y la de nuestros dientes en particular. Para la doctora Patricia Bratos, ortodoncista, los que más dañan nuestros dientes son:
- Alimentos con alto contenido en azúcar: aquí incluimos dulces, bollería industrial, comida procesada, refrescos, etc. Son la causa más común de caries dentales porque la glucosa “se va quedando en la superficie de los dientes haciendo que las bacterias de la boca desprendan los ácidos que comprometen la estructura de las piezas”, recuerda Bratos.
- Alimentos cítricos y ácidos: zumo de limón, jugos de frutas concentrados, naranja, etc. Estos alimentos comprometen los dientes generando erosión, un tipo de desgaste que provoca la acción de ácidos que no están presentes de manera natural en la boca. “Poco a poco, se va reduciendo el grosor del esmalte, una capa que protege el diente de agresiones externas”, recuerda la especialista.
- Alimentos muy duros: caramelos, piruletas, turrón duro u otro tipo de alimentos duros lo que hacen es provocar roturas en los dientes, sobre todo si los mordemos de manera incorrecta, “con un movimiento de palanca”, advierte Bratos. Estos movimientos forzosos de la mandíbula también pueden dañar la articulación temporomandibular (ATM). Según la doctora Bratos, “mascar chicle es uno de los peores hábitos dentales porque ocasiona hipertrofia mandibular y tensiones en la articulación temporomandibular”.
- Alimentos con alta coloración: vino, café, té, frutos rojos o espinacas son alimentos que pueden teñir los dientes y hacen que estos pierdan su blanco natural.
Los alimentos que nos ayudan a proteger nuestros dientes
Una vez establecida la lista de los alimentos que más pueden manchar o debilitar los dientes es hora de concentrarse en los que pueden ayudar a prevenir, o incluso revertir, estos daños dentales. La buena noticia es que muchos de los alimentos que son buenos para nuestro cuerpo en general, como frutas y verduras, también lo son para los dientes:
- Frutas y verduras: aunque la estrella suele ser la manzana, hay otros alimentos como el pepino o la zanahoria, con una textura fuerte y fibrosa, que fomentan la limpieza de la dentadura durante el masticado. Además, favorecen la segregación de saliva, básica para neutralizar los ácidos perjudiciales para el esmalte.
- Lácteos: leche y derivados como quesos o yogur aportan la cantidad de ácido láctico capaz de contribuir a la segregación de la saliva. Además, el calcio ayuda a mejorar el estado de los dientes.
Para Bratos, es fundamental seguir una alimentación variada y equilibrada, rica en:
- Proteínas, calcio y vitamina D: ayuda a la adecuada formación de los dientes de leche.
- Vitamina A: alimentos como las zanahorias o la calabaza ayudan a reforzar el esmalte
- Vitaminas C y K: estas vitaminas, presentes sobre todo a las verduras de hoja verde como la col rizada o las acelgas ayudan al desarrollo de unas encías sanas
- Vitamina B2: los lácteos, así como carnes magras sin mucha grasa como el pollo o el pavo, ayudan a evitar la aparición de llagas en la boca.
“Comer frutas y verduras crudas contribuye a la limpieza de la superficie dental”, concluye la experta.
Higiene y control, claves para una sonrisa perfecta
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como básicas las siguientes recomendaciones para prevenir las enfermedades bucodentales, además de la alimentación:
1. Realizar una correcta higiene bucal: cepillarse los dientes al menos dos veces al día, durante dos minutos. En este punto, Bratos destaca la necesidad de hacerlo sobre todo después de comer alimentos azucarados y, especialmente, los refrescos porque, aunque no lo parezca, “conllevan muchos problemas de caries”. Si no podemos lavarnos los dientes, la experta aconseja realizar enjuagues con agua para retirar el exceso de azúcar.
2. Visitar al dentista al menos una vez al año: según la Encuesta Europea de Salud en España (EESE), el 49,1% de la población no fue al dentista el año pasado. Para Bratos, lo ideal sería una “profilaxis cada 8 o 10 meses en paceintes con una buena salud bucodental y cada 4 o 6 meses en caso de enfermedades periodentales como gingivitis y periodontitis”.
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