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Así debes cuidar a tu Poinsettia para que sobreviva y prospere hasta las siguientes Navidades

Llega noviembre y nuestros hogares se llenan de “la más bella” de las plantas. No lo decimos nosotros, sino el significado de su nombre científico: Euphorbia Pulcherrima.

Mayormente conocida como Poinsetia o Flor de Pascua, su belleza no deja indiferente a nadie, pues su fotoperiodo hace que sus brácteas se tiñan de un rojo vivo durante las fiestas navideñas.

Acabado este periodo, la mayoría solemos deshacernos de ellas al perder el colorido de sus hojas y porque creemos que será imposible que se mantenga viva, fuerte y prosperando hasta volver a florecer al siguiente año.

La realidad es que estamos equivocados, pues aunque su cuidado no es el más sencillo, siguiendo unos cuantos pasos es bastante probable que vuelva a llenar de vida tu hogar las siguientes Navidades.

Según Stars for Europe, aproximadamente 110 millones de Poinsettias se venden en Europa cada año pese a tener un período corto de venta. Desde esta iniciativa promovida por productores europeos de Poinsettias, luchan por incitar y asegurar su vida a largo plazo.

Para que no te quepan dudas sobre cómo conseguirlo, estos son los pasos que deberás seguir según botánicos y expertos. 

El lugar que merecen: luz y ubicación adecuada

Les encanta la luz, por eso su ubicación ideal es cerca de la ventana, evitando siempre recibirla de manera directa.

Esto la ayudará a mantenerse sana y a florecer al año siguiente, aunque seguramente el color no sea tan impresionante como el anterior. El ciclo de luz adecuado que debe recibir será el solar hasta que llegue el otoño, cuando necesitará unas 14 horas al día de total oscuridad (si es necesario, para evitar la luz artificial se puede cubrir con una bolsa opaca durante ese periodo) y luz intensa el resto del día.

Regarlas: nunca en exceso

La regla básica es regarlas solo cuando el sustrato se haya secado prácticamente por completo, principalmente la primera capa. Regarlas en exceso puede hacer que se encharquen y pudran sus raíces y desarrollen hongos por el exceso de humedad, detectables cuando las hojas se ven algodonosas y caen al mínimo contacto.

Cuando acabe la Navidad, verás que se le empiezan a caer las hojas, lo que indica que hay que regarla menos -debería bastar con dos veces a la semana- dejando que el sustrato se seque aún más.

Regarla desde abajo colocando una maceta sobre un plato con agua a temperatura ambiente y eliminar el exceso de agua después de 10-15 minutos del riego son puntos a favor en su bienestar. 

Además, las macetas y Poinsettias pequeñas requerirán regarse más a menudo: “elevar el tiesto es otra forma para obtener una aproximación sobre la cantidad de humedad que hay en él: si la sensación es de ligereza, es momento de regar de nuevo”, explican desde Stars for Europe.

Controlar la temperatura y la humedad 

Ni mucho frío, ni mucho calor: entre 15 y 22 grados es la temperatura ideal. Es importante no exponerla a corrientes de aire como, por ejemplo, al ventilar la habitación o sus hojas se volverán más flácidas y caídas.

Las fuentes de calor como la calefacción también son perjudiciales, ya que restan humedad a la planta, haciendo que sus hojas caigan y termine muriendo. De ahí la importancia de controlar la humedad y evitar los ambientes secos.

Desde la cadena de invernaderos Fronda recomiendan “pulverizar las hojas, pero no las brácteas rojas en la fase de floración”. Si las hojas están amarillas, se enrollan sobre sí mismas y se caen, es probable que haga demasiado calor o poca humedad, por lo que deberás rociarla con agua templada y ajustar la temperatura. 

Mantenerla en un ambiente cálido hasta que termine el frío post navideño marcará el éxito en su buena salud. Además, es probable que cuando la compres sea época de frío, por lo que los expertos recomiendan envolverla bien de camino a casa y  no dejarla en el coche frío, ya que son sensibles a las bajas temperaturas. 

Además, la Flor de Pascua se adapta tanto a interiores como a exteriores, pero debido a su origen mexicano, donde las temperaturas no suelen bajar mucho, deberás mantenerla en el exterior siempre y cuando la temperatura no baje de los seis grados.

Si la tienes en casa, es recomendable sacarla al exterior en los meses cálidos para que reciba mayor cantidad de luz, siempre y cuando la temperatura no sea extremadamente calurosa. 

El abono: la nutrición perfecta para ellas

El botánico Eduardo Barba, entre otros, afirma que “el nitrógeno, fósforo y potasio debe estar presente en todos los abonos: los abonos para tomates, rosas o frutos del bosque suelen funcionar bien”, aunque existen específicos para este tipo de flores. 

En teoría, abonarlas cada 10 o 15 días, ya sea en los momentos de crecimiento o en los de floración de la planta, debería ser suficiente para que dure vigorosa más tiempo y aguante hasta las siguientes Navidades.

Brindarles una poda correcta

La primera poda llegará con el fin de la Navidad, cuando comience a desprenderse de sus hojas. Para podarla correctamente, hay que dejar el tallo a una altura de unos 15 cm de altura.

Con la llegada de la primavera, debemos repetir el proceso trasplantándola si es necesario. En verano, concretamente en agosto, se realizará una última poda de los tallos, todos a la misma altura, de ahí será de donde broten las nuevas hojas rojas en noviembre. 

Aunque estas son las podas principales, la Flor de Pascua, como cualquier otra planta, necesita un mantenimiento regular que implica limpiar las hojas y ramas secas o en mal estado, ya que estás malgastan sus nutrientes y frenan su desarrollo.

Prestar atención antes de comprarlas

Ya has podido observar todos los cuidados que requieren para estar sanas, por lo que puedes imaginar que comprar una Poinsettia sin asegurarte de que ha sido bien mantenida es un deporte de riesgo. 

“La calidad de la planta es buena si los pequeños brotes amarillos entre las coloridas brácteas siguen pareciendo apretados”, afirman desde Stars For Europe. Deben tener, también, las brácteas intactas. Además, recomiendan no comprarlas si están expuestas a corrientes de aire en la entrada de la tienda o a temperaturas extremas. 

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