La organización de usuarios Facua destaca en un comunicado reciente que el recibo de la luz del usuario medio en lo que va de enero ha alcanzado ya los 86,50 euros: un 26,7% más que hace un año y una de las subidas más pronunciadas de los últimos años. En consecuencia, Facua exige al actual gobierno una inspección para saber si está habiendo manipulación de los precios.
Por su parte, las distribuidoras y comercializadoras aseguran que no existe tal manipulación y que el subidón se debe a una situación de tormenta perfecta, en la que por un lado la luz se está creando quemando gas natural ante la falta de renovables en la subasta –no hay viento, hay poco sol, etc.–, y por el otro Filomena y la ola de frío han disparado la demanda.
El caso es que el precio de la electricidad en las subastas de energía se ha encarecido mucho por falta de alternativas y es al consumidor a quién le toca pagar este aumento en su factura. Es más, ante las perspectivas climáticas a medio plazo, y dado que estamos ante un invierno muy crudo, es posible que esta subida tan pronunciada continúe y la factura del usuario medio siga creciendo.
Cabe recordar que el subidón se registra en variable la factura, que en término medio viene a ser un tercio de la misma y que en condiciones normales quedaría soterrado bajo el peso de la potencia contratada y la infinidad de peajes, compensaciones e impuestos que estamos condenados a pagar por el mero hecho de tener acceso a una fuente de energía básica.
Pero con el actual subidón, este variable puede hacerse notable en la factura, sobre todo si no tenemos cuidado y no actuamos con raciocinio. Así que a continuación te proponemos una serie de estrategias y trucos que te ayudan a esquivar facturas abultadas por la actual inflamación del precio de la luz.
1. Ser coherentes con la política de luces encendidas
Una luz encendida un rato no supone apenas un gasto perceptible, pero si la mantenemos encendida durante ocho horas y no es Led, gastaremos aproximadamente 0,08 euros. Por cada bombilla encendida deberemos aplicar este precio, de modo que con cinco bombillas ya alcanzaremos casi el medio euro. Si lo multiplicamos por 30 días sacaremos un gasto de 12 euros en iluminación.
Lo habitual es que no tengamos tantas bombillas encendidas durante tantas horas, pero para ello debemos vigilar las tulipas de habitaciones cerradas a las que nunca entramos, las de los lavabos en los que acabamos de estar y las luces del fondo del pasillo, que dan más ambiente que iluminación. Todas ellas apagadas pueden ayudar a dejar este gasto mensual en unos pocos euros.
2. Fregar la vajilla a mano
El lavavajillas Bosch en ciclo de 65º gasta 0,28 euros por lavado. No parece demasiado, pero si le sumamos un lavado por día de la semana salen 3,92 euros semanales y 15,68 mensuales, que van a sumarse a la factura junto con otros gastos. Esto sin contar el adicional gasto de agua caliente. Si no somos familia numerosa y ensuciamos poco, mejor lavar a mano y secar con trapo.
3. Evitar las lavadoras a media carga
Una lavadora con una carga de 6 kilos gasta 0,16 euros en dos horas de trabajo. Si ponemos cuatro lavadoras por semana, serán casi tres euros mensuales en la factura en este concepto. Es mejor optar por usarla en lejos de las horas punta, bien llena de ropa, en programas económicos y con agua fría. Evitemos poner una lavadora solo para asear unos calcetines.
4. Reservar lavavajillas y lavadora para el fin de semana
Si podemos, la mejor alternativa en caso de querer usar el lavavajillas es el fin de semana, cuando los precios bajan porque no hay tanta actividad industrial, que es la que encarece el precio de la subasta diaria. Y lo mismo sucede con las lavadoras. Nos pasaremos el tiempo de descanso lavando, pero conseguiremos sortear el 'subidón', que nadie sabe cuándo parará.
5. Programar los lavados para la madrugada
Otra opción es poner la lavadora y el lavavajillas al irnos a dormir, o al menos a partir de las once de la noche, y apagarlos por la mañana; de este modo lavaremos durante el periodo más barato. Aunque si tenemos el sueño ligero, el pitido de final de lavado nos puede estropear el descanso.
6. Dar a los radiadores la función de secar ropa
La secadora es al consumo eléctrico lo que Darth Vader a la buena voluntad: un agujero negro. Se calcula que un programa de secado extra de ropa puede superar el euro y medio de gasto. En cambio, si aprovechamos los radiadores de la calefacción para secar las piezas húmedas mataremos dos pájaros de un tiro: nos calentamos y secamos la ropa.
7. Evitar elaborar platos de larga cocción
Otra política lógica, si usamos vitrocerámica, tal vez la opción más extendida en las cocinas modernas, es evitar los guisos y estofados, dado que un solo fogón encendido ya gasta 29 céntimos de euro a la hora. Si somos de fabada, lentejas con chorizo, cocido y otros pesos pesados de la cocina nacional a diario, acabaremos pagando cuatro euros a la semana por fogón en gasto de vitrocerámica.
8. Aprovechar el fin de semana para cocinar
Mejor si durante el subidón apostamos por los platos rápidos como tortillas, carne a la plancha, caldo de tetrabrik –aunque algunas marcas son realmente caras–, etc. Y mucho mejor si vamos al pollo frío, las ensaladas, los quesos, los embutidos o los patés. Si queremos hacer sopas, purés, estofados, guisos, callos y otras lindezas gastronómicas, podemos aprovechar el fin de semana para hacer Batch Cooking y luego congelar o guardar en túpperes en la nevera. Siempre tendremos un mejor precio de la luz.
9. Mantener la temperatura de la casa lo más alta posible
Hay que evitar los malos hábitos que disparan el gasto de tu calefacción: ventilar cuando más frío hace, dejar puertas abiertas de habitaciones que no se usan, no cerrar los radiadores de esas habitaciones, bajar las persianas de día cuando nos vamos a trabajar, no correr las cortinas por la noche, andar por casa ligeros de ropa, etc.
El enlace al inicio del párrafo anterior documenta bien cómo evitar tirar tontamente megavatios de energía en temas de calefacción. Es obvio que cuando hay heladas nocturnas, tendremos que tener algunos radiadores encendidos, pero debemos ser conscientes de que su gasto, en caso de ser eléctricos, se dispara a casi los 0,31 euros la hora. En ocho horas son 2,5 euros por radiador y día, siempre que no se nos ocurra dejarlos encendidos cuando estamos fuera, o los pongamos al máximo toda la noche.
10. Evitar los 'stand by' cuando estemos fuera
Adicionalmente, cuando no haya nadie en casa podemos dejar encendidos solo los electrodomésticos necesarios –nevera y calentador si es eléctrico–, apagando el router y los 'stand by' de la televisión y otros tantos aparatos que usen este sistema para el encendido en remoto y que nos darán consumos fantasma.
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