Tanto a la hora de cocinar como a la de almorzar, las manchas de comida son uno de los contratiempos más difíciles de limpiar. Por ello, es recomendable vestirse con ropa cómoda y que pueda ser manchada durante la cocina o a la hora de la comida, permitiéndonos llevar a cabo la tarea sin ninguna preocupación, aunque claro, no siempre es posible.
Uno de los tipos de manchas más complejos de eliminar por completo son las de tomate. Esto es debido a varios factores, como que dicho alimento contiene pigmentos naturales -como el licopeno- que tiñen la ropa de un color rojo intenso. Otra de las causas de que el tomate sea tan complejo de eliminar de las prendas es que contiene ácidos que reaccionan ante las fibras, fijando el color y volviendo la mancha muy persistente.
De esta manera, limpiar este tipo de manchas no es una tarea fácil, aunque existe un método con el que intentar dejar tus prendas como nuevas tras un accidente. Así, tengas la necesidad de usarlo o no, es importante conocer cómo eliminar una mancha de tomate en la ropa.
Cómo eliminar una mancha de tomate en la ropa
Las manchas de tomate son muy difíciles de retirar de las prendas, por lo que es importante actuar rápidamente una vez detectadas. De esta manera, es importante estar atento para evitar que el tomate penetre profundamente en las fibras de la prenda, fijándose en esta de manera permanente.
Para comenzar con la limpieza, lo primero es eliminar el exceso de tomate presente en la prenda. Para ello, utiliza un trapo para retirar el exceso y pósalo en la mancha para que absorba todo lo posible. Evita frotar, ya que podrías expandir la mancha complicando aún más el proceso.
A continuación, enjuaga la prenda con agua fría, asegurándote de que la mancha quede totalmente mojada, tanto por la parte exterior como por la parte interior de la misma. Esto ayudará a que el exceso de tomate aún presente en las fibras corra junto con el agua fuera de la prenda. Evita utilizar agua caliente, ya que esta puede hacer que, por las propiedades del alimento, se fije la mancha en la tela.
Tras enjuagar la prenda con agua fría, aplica una pequeña cantidad de detergente líquido directamente sobre la mancha para romper los aceites y pigmentos adheridos a la tela. Para ello, coloca una pequeña cantidad encima de la mancha y frota con los dedos haciendo movimientos circulares hasta que la mayor parte del detergente quede absorbido por las fibras de la prenda.
Una vez aplicado el jabón, deja que este actúe por al menos un cuarto de hora para que los agentes de limpieza lleguen a la mancha completamente. Si no se dispone de detergente líquido de lavadora, es posible utilizar jabón líquido para lavar platos, ya que este está especialmente formulado para limpiar grasas y aceites.
A continuación, coloca la prenda en un recipiente con agua fría y déjala remojar durante media hora. De esta manera, el detergente aplicado previamente seguirá actuando en la mancha gracias a que las fibras dañadas se irán aflojando con el agua. Si la mancha es muy persistente, es posible frotar con los dedos sobre la misma mientras la prenda sigue a remojo.
Si durante este paso el agua comienza a ensuciarse de manera excesiva, vacía el recipiente y vuelve a llenarlo con más agua fría para asegurarte de que ningún resto dañe la prenda.
Una vez tratada la prenda, introdúcela en la lavadora junto con el resto de prendas. Es importante que el ciclo de lavado sea en frío y lo más largo posible, lo que dará más tiempo a las fibras para soltarse y eliminar los pigmentos. Si la mancha es especialmente complicada, es posible añadir una cucharada de bicarbonato de sodio directamente en el tambor de la lavadora.
Una vez termine el ciclo de lavado, deja secar la prenda al aire libre y revisa si la mancha se ha retirado por completo una vez esté seca. Es importante evitar el uso de la secadora, ya que el calor que esta produce podría fijar la mancha en el caso de que esta no se hubiese retirado del todo tras el lavado.
Otras recomendaciones
Este método no solo sirve para las manchas de tomate frito, sino para todos los derivados de este alimento, como salsa de tomate, ketchup, puré de tomate o gazpacho, entre otros.
Además, es importante recalcar que si una prenda queda manchada de tomate durante un largo periodo de tiempo, puede que resulte imposible retirar la mancha, ya que posiblemente esta se haya adherido a las fibras de la prenda de manera definitiva. Respecto a las manchas de tomate en prendas delicadas como seda o lana, estas son muy complejas de retirar y es aconsejable acudir a una tintorería para que sean tratadas por un profesional.