Hacer la colada es una de las tareas de casa más comunes. Mantener la ropa limpia es necesario para mantener una correcta higiene tanto dentro como fuera del hogar. Sin embargo, esta tarea puede volverse algo tediosa y cada vez más compleja dependiendo de qué ropa haya que lavar.
Las prendas más antiguas del armario siempre son las que tienen un valor sentimental especial. No hay nada de malo en conservar la ropa que más nos guste durante años, aunque su uso prolongado puede derivar en manchas incrustadas y en la aparición de zonas amarillentas, sobre todo en las prendas de color blanco.
Es necesario llevar a cabo un mantenimiento regular de nuestras prendas preferidas para que estas duren el mayor tiempo posible, aunque el amarilleamiento podría aparecer incluso en la ropa mejor cuidada. Por ello, existen métodos para retirar este tipo de manchas y dejar la ropa blanca como nueva.
Bicarbonato de sodio y agua
Las manchas amarillas suelen aparecer en axilas y cuellos, principalmente causadas por la acumulación de sudor. De esta forma, retirarlas lo antes posible puede evitar que nuestra prenda se eche a perder. Una de las principales maneras de retirar las manchas amarillentas de la ropa blanca es con bicarbonato de sodio.
El compuesto es eficaz quitando manchas amarillentas gracias a que es un gran blanqueador natural. Además, no es muy abrasivo, por lo que gracias a él será posible llevar a cabo una la limpieza suave, sin dañar los tejidos de la prenda.
El bicarbonato de sodio no solo es un gran activo para retirar las manchas de la ropa, sino que también desodorizará las zonas con suciedad, retirando el olor a sudor. Aplicarlo es sencillo y tan solo requiere de unos simples pasos.
Primero, mezcla cuatro cucharadas de bicarbonato de sodio con un cuarto de vaso de agua. El objetivo es que la mezcla quede lo suficientemente espesa como para que se adhiera a la prenda sin filtrarse por las fibras del tejido.
Una vez preparada la mezcla, aplícala sobre las manchas abundantemente, sobre todo en las zonas más amarillentas (como axilas y cuello) y frota de manera suave y en círculos. Es posible utilizar un cepillo para no realizar este paso manualmente.
A continuación, deja actuar la pasta durante al menos media hora. Si las manchas están muy incrustadas, es posible dejarlo durante más tiempo, ya que las propiedades poco abrasivas del bicarbonato no dañarán la prenda. Una vez haya pasado el tiempo y la pasta haya actuado, lava la prenda con normalidad junto al resto de la colada.
Al sacar la ropa de la lavadora, revisa si la mancha aún sigue ahí. Si es el caso, es posible repetir el proceso cuantas veces sea necesario hasta que las manchas amarillentas desaparezcan por completo del tejido.
Limón y sal
Uno de los remedios naturales más eficaces para retirar manchas de sudor de las prendas puede llevarse a cabo con ingredientes de uso común en el hogar. En este caso tan solo será necesario un limón y un poco de sal. Esto es así gracias al ácido cítrico de esta fruta, el cual es un agente blanqueador natural.
Para su aplicación, exprime el jugo de uno o dos limones –dependiendo de las prendas que haya que limpiar– directamente sobre las manchas amarillas. A continuación, espolvorea una pequeña capa de sal sobre la mancha ya mojada con el cítrico y frota suavemente cada mancha sin ejercer mucha fuerza.
Una vez hayas terminado de limpiar la prenda, es recomendable dejarla secar al sol durante una hora, ya que la combinación de las propiedades del limón sumadas a las de la luz solar potencia el efecto blanqueador de la mezcla. Si no es posible, deja que la mezcla actúe durante una hora y lávala junto al resto de prendas.
Este método es especialmente eficaz para manchas nuevas, por lo que es recomendable no dejar pasar la limpieza durante mucho tiempo y aplicar la combinación una vez se hayan detectado los puntos amarillos. De no ser así, puede que sean necesarias varias aplicaciones para acabar con las manchas más persistentes.
Vinagre blanco de limpieza
Otro de los productos más eficaces por sus capacidades para retirar manchas es el vinagre blanco de limpieza. Este es un ácido suave que permite disolver las manchas amarillentas no solo causadas por sudor, sino también por la acumulación de productos desodorantes, entre otros.
Para aplicarlo tan solo habrá que añadir media taza de vinagre blanco de limpieza al ciclo de la lavadora mientras se añade el detergente y suavizante. De esta manera, las manchas se disolverán durante el lavado, obteniendo prendas totalmente blancas una vez sacadas de la lavadora.
Por otro lado, si las manchas son muy persistentes, es posible aplicar sobre las zonas afectadas una mezcla de agua y vinagre blanco a partes iguales, dejándolo actuar durante media hora antes de introducirlo en la lavadora con el resto de la colada. También es posible combinarlo con bicarbonato de sodio para crear una reacción efervescente que ayude a levantar los restos de suciedad más profundos.