¿Qué hacer si encuentro un perro abandonado? Todo lo que hay que tener en cuenta para auxiliar al animal

Perros deambulando por la carretera, gatos hacinados en cajas o cachorros que aparecen junto a contenedores basura. Son estampas que se siguen repitiendo en nuestro país, donde 286.000 perros y gatos fueron abandonados (170.000 y 116.000, respectivamente) en 2023, según la última edición del informe El Nunca lo Haría impulsado por la Fundación Affinity.
Las protectoras y asociaciones suelen salir al auxilio de estos animales, pero ¿cómo debemos actuar si nos encontramos a un perro abandonado? ¿Es mejor acercarse? ¿Hay que darle agua? ¿Se llama a una protectora o a la Policía? “Lo mejor que se puede hacer es ponerse en contacto con la Policía Local para que puedan derivarlo a los servicios municipales de recogida”, explica Nuria López, presidenta de la Asociación Reinas del Biberón, una entidad de Alicante dedicada a rescatar, cuidar y encontrar hogar para perros abandonados de corta edad.
La responsable recuerda que cabe actuar con mucha cautela en estos casos, porque el animal no nos conoce y podría asustarse fácilmente: “Hay que acercarse poco a poco para que no se asuste y salga corriendo: que podemos acercarnos a acariciarlo, bien; que no, le socorremos y mantenemos la distancia, pero controlando que no salga de ese espacio”.
Después de delimitar el espacio y mientras llegan los agentes al lugar, toca evaluar el estado del animal. En la mayoría de casos estará sediento, así que se le puede dar agua para calmar la sed.
López recomienda esperar a la llegada de la Policía Local, siempre que no sea una situación crítica. “El primer impulso es coger el perro y llevarlo al veterinario, pero eso tiene sus riesgos, sobre todo si el animal no tiene chip. Pueden considerar a esa persona como su dueño e interpretar que se quiere deshacer de él. Es como una doble trampa y hay que tener cuidado”, señala.
Algunas patrullas cuentan con lector de chip y pueden comprobar al instante si el animal cuenta con este código de identificación, que permite conocer al instante todos los datos del dueño. Si es así, se pondrán en contacto con él y además comenzarán un proceso sancionador contra esa persona por abandono.
Si no es así, los servicios municipales de recogida se harán cargo. “Cabe recordar que todos los ayuntamientos deben de tener un refugio municipal, aunque en muchos casos los gestionan empresas adjudicatarias”, recuerda la presidenta de esta asociación.

En Alicante, por ejemplo, si se encuentra un animal abandonado “puede dirigirse a la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Alicante para que se haga cargo de este, mediante el servicio de recogida y traslado al albergue de animales”, detalla en su web el consistorio de la ciudad. Se trata de una empresa adjudicataria que realiza el servicio desde hace unos años.
En paralelo, trabajan organizaciones como Reinas del Biberón. “Nosotras somos una asociación que nos dedicamos a los lactantes, que requieren en una atención más específica y constante y eso es difícil que se lo puedan dar en los albergues municipales, donde conviven muchos animales de todas las edades y con diferentes patologías, además de que tienen un horario limitado de servicio”, defiende López.
Por eso, animan a que las personas que se encuentren en esa tesitura en la provincia de Alicante, incluso Murcia, les llamen para hacerse cargo y garantizar así “ciertos cuidados durante los primeros meses de vida”. Ellas atienden a lactantes, cachorros de poca edad y madres que van o acaban de parir. Sin embargo, sus recursos son limitados porque no tienen refugio y trabajan en casas de acogida. Actualmente, tienen 40 perros en 15 viviendas. Anualmente, auxilian a unos 300 perros, calcula.
El perro como uno más de la familia
El perfil del adoptante ha cambiado. “La gente sabe a lo que viene y la responsabilidad que acarrea coger un perro. Quieren ayudar y también quieren integrar al animal como uno más de la familia. Y eso es diferente. El sitio del can ya no es el patio o una terraza, sino que convive dentro de casa con todos los miembros de la familia e incluso se sienta en el sofá de muchas”, cuenta López.

Ellas trabajan en esa línea, con la organización de actividades en su local como pilates, cine y talleres de cerámica. En ese rato, se comparte espacio con algunos de los peludos de la asociación. Una forma de crear esa comunión y de buscarle una adopción segura.
Multas por abandono animal, según la nueva ley
En 2023, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba la Ley de Bienestar Animal, una regulación con normas más estrictas para luchar contra el abandono y que endurece las sanciones por agresiones o abandono. Las multas van desde los 500 a los 200.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. En el caso de los actos de abandono deliberado o maltrato severo que pongan en riesgo la vida del animal, se considerará una infracción grave, con multas de entre los 10.000 y los 50.000 euros.
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