Una vida con mascotas a veces puede resultar tan caótica como bonita. Y aunque el amor por nuestros perros y gatos es mayor que la suciedad y el desorden, nunca viene mal tener a mano algunos trucos para que nuestro hogar no parezca una batalla campal de pelos, mantas y juguetes.
Todo empieza por la higiene adecuada de nuestros compañeros peludos: bañarlos para mantener su piel sana y libre de olores y suciedad, limpiar sus patas después de pasear, cepillarlos diariamente, educarlos para que no se suban a los muebles, etc.
A estas tareas sencillas de higiene animal es imprescindible sumar algunos hábitos y trucos de orden y limpieza que mantendrán nuestra casa a punto y beneficiarán la salud de animales y humanos.
La importancia del aire fresco
Tengamos o no mascota, ventilar la casa es siempre imprescindible. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos afirma que el aire interior puede estar hasta cinco veces más contaminado que el exterior, hecho que puede mejorarse ventilando nuestro hogar.
Ventilar diariamente es todavía más beneficioso cuando convivimos con mascotas, ya que hacerlo suprime los malos olores y favorece la eliminación al exterior de alérgenos como el pelo, que pueden provocar alergias en humanos.
Aun así, debemos tener cuidado, ya que nuestras mascotas también pueden sufrir alergias, sobre todo en primavera. Estas se verían acrecentadas al ventilar y permitir que entre polen del exterior, por lo que en estos casos es preferible no hacerlo en exceso.
Si no es suficiente con el aire fresco para eliminar malos olores, siempre podemos recurrir a ambientadores naturales como velas, purificadores de aire o perfumes para perros.
Escoge una zona específica para tu mascota
Distribuir adecuadamente nuestro hogar es siempre sinónimo de orden, y lo mismo ocurre con las pertenencias de nuestras mascotas. Para ello, debemos escoger un lugar específico para situar su cama sin que entorpezca el paso pero que a la vez sea un lugar de fácil acceso para ellos.
Esto facilitará nuestro movimiento en casa y además, situar su lugar de descanso en un sitio tranquilo y recogido, será beneficioso para una mayor tranquilidad y seguridad en su tiempo de sueño.
Los gatos, sin embargo, son más especiales: sus cuencos de comida y agua deben estar separados del arenero, el cual es recomendable que esté en un lugar tranquilo pero accesible y despejado, para que puedan estar alerta mientras hacen sus necesidades.
Además, es bastante probable que el arenero desprenda malos olores, por lo que es recomendable que la zona en la que se sitúe pueda ser ventilada y que el recipiente cuente con filtros de carbono para absorber dichos olores.
Nuestros gatos también se van a beneficiar de disponer de juegos en altura o rascadores, que podemos utilizarlos como elementos decorativos de nuestra casa para optimizar el espacio.
Proteger para evitar suciedad
Como diría el refranero español, “no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia”. Por ejemplo, si nuestra mascota ama subirse al sofá o a las sillas, nos vendrá bien utilizar fundas en ellos, para una mayor facilidad de lavado e impedir que dañen el mobiliario.
Para evitar mayor suciedad, podemos colocar un paño o tela debajo del arenero de mayor tamaño que este, para que los restos que esparza nuestro gato al utilizarlo no lleguen tanto al suelo y sean más fáciles de recoger.
Sobre todo en el caso de los perros, también podemos optar por poner una tela debajo de sus comederos, incluso hay algunos dueños que optan por poner un paño en altura al lado del cuenco del agua y enseñar a su can a secarse la boca después de beber para evitar que ensucie la casa.
Limpieza regular de sus cosas… Y las que compartimos con ellos
Para limpiar el suelo, otras superficies e incluso sus mantas o ropa debemos prestar atención y no utilizar algunos productos químicos como el amoniaco, la lejía o el cloro, que pueden ser perjudiciales para ellos.
Para mantener nuestra casa limpia, libre de olores y beneficiar la salud de nuestra mascota no debemos olvidarnos de lavar con regularidad los cuencos de su comida, siempre con una esponja o estropajo de uso exclusivo para ello.
Respecto al arenero, debemos limpiar los desechos de nuestro gato diariamente, ya que no hacerlo aumentará considerablemente el mal olor. Para evitar el hedor en exceso, podemos optar por escoger arena aglomerante y lavar el arenero con agua caliente y jabón una vez a la semana.
Pero si hay un producto estrella en contra de los malos olores ese es el bicarbonato. Y también es efectivo en el arenero: para ello, echamos una fina capa de bicarbonato sobre la base del mismo y lo cubrimos después con la arena. Eso sí, con precaución, ya que este producto puede ser tóxico para ellos en grandes cantidades.
Los juguetes también deben tener su compartimento y limpieza específica: así no interrumpirán el paso y evitarán que la saliva de nuestro perro viaje por toda la casa.
Respecto a las camas y mantas, lo más recomendable es limpiarlas diariamente con un rollo adhesivo para quitar los pelos y escoger camas con fundas o que puedan meterse en la lavadora (preferiblemente con detergente pet-friendly para evitar posibles alergIas) o lavarse con agua caliente y jabón.
Quitar los pelos de las fundas y sábanas del sofá y la cama y lavarlas con frecuencia también es buena opción, ya que es muy probable que tu mascota ame compartir contigo estos espacios. En el caso de las alfombras, espolvorear un poco de bicarbonato por ellas, dejarlo actuar durante algunas horas y después aspirar es el truco idóneo para eliminar los malos olores.
También lo es utilizar limpiadores enzimáticos, específicos para limpiar manchas y olores provenientes del orín de perros y gatos y para evitar que estos se fijen en las alfombras y otras superficies.
Por otro lado, crear una mezcla de agua y vinagre blanco a partes iguales y limpiar el suelo con ella también puede servirnos para neutralizar los olores. Eso sí, antes de fregar el suelo lo idóneo es pasar la mopa para eliminar la suciedad y pelos, ya que si lo hacemos con aspirador es más probable que los pelos del suelo se esparzan por la presión del mismo.