Higiene y seguridad en la cocina: el truco para limpiar y desinfectar los utensilios de madera

A la hora de preparar un plato en la cocina, la higiene y la seguridad son aspectos esenciales a tener en cuenta para que todos los pasos salgan de la manera correcta. Desde limpiar los utensilios después de cada uso, hasta esperar a que estén completamente secos para almacenarlos en sus cajones, llevar a cabo medidas de prevención es vital para evitar contratiempos con la comida.

Pese a que el arte culinario deja varios pasos a la improvisación, como modificar la receta según el gusto del usuario o juntar ingredientes que no suelen ser combinados, es importante mantener cierto orden en la cocina para que las preparaciones salgan de la mejor forma posible.

Tras ejecutar cualquier receta, es importante higienizar todos los utensilios y zonas de trabajo utilizadas, ya que estas pueden propiciar la aparición de gérmenes y bacterias si se dejan mucho tiempo sucios. Llimpiarlos a tiempo puede evitarnos potenciales problemas.

En nuestras cocinas son muy habituales los utensilios de madera, puesto que proporcionan muchas ventajas, como su resistencia al calor y su amplio uso a lo largo de la historia. Sin embargo, este tipo de instrumentos, como tablas de cortar o cucharas, deben de ser utilizados con especial atención. Esto es debido a la porosidad del material, que propicia la acumulación de bacterias y olores frente a otros materiales como el acero inoxidable o la silicona.

Limpiarlos de forma específica con regularidad puede eliminar el riesgo de contaminación de estos útiles de cocina. Aquí te dejamos un truco para limpiar y desinfectar los utensilios de madera para ayudarnos a mantener la higiene y seguridad en la cocina.

Materiales necesarios para limpiar y desinfectar los utensilios de madera

Desinfectar profundamente los utensilios de madera es esencial para mantenerlos en las condiciones perfectas para el siguiente uso. De esta manera, higienizarlos cada cierto tiempo es clave para tener una cocina limpia y segura. Para ello, son necesarios los siguientes materiales:

El truco para limpiar y desinfectar los utensilios de madera

Para llevar a cabo una limpieza efectiva de los utensilios de madera de la cocina es necesario seguir una serie de sencillos pasos con los que eliminar los posibles gérmenes y bacterias acumulados en el interior de todos los enseres de cocina.

Comienza fregando los utensilios con agua caliente y detergente suave para eliminar todos los restos de comida adheridos a la superficie de los mismos. Tras ello, enjuaga los enseres y pásales un paño limpio para asegurarte de que no queda ningún resto de alimentos.

A continuación, llena una cazuela con vinagre blanco de limpieza y agua caliente a partes iguales y pon la mezcla a hervir. Sumerge todos los utensilios de madera que entren en la misma durante al menos 10 minutos. Esto ayudará a desinfectar y eliminar todas las bacterias, aunque dejarlo en remojo durante demasiado tiempo podría dañar el material, retíralo cuando sea posible.

Tras ello, espolvorea sal gruesa sobre todos los utensilios y utiliza medio limón para frotar sobre cada una de las superficies. Esta mezcla contribuye a remover los residuos, exfoliando las herramientas, desinfectándolas y desodorizándolas. Deja que la mezcla repose durante 5 minutos antes de enjuagarla.

Para finalizar, aclara los utensilios con agua caliente para eliminar los restos de limón y sal y sécalas completamente al aire asegurándote de que no quede ningún resto de humedad, ya que de no quedar lo suficientemente secos podrían provocarse nuevos imprevistos como la aparición de moho.

Consejos adicionales

El truco para limpiar y desinfectar los utensilios de madera es eficaz para higienizar todas estas herramientas y mantener un espacio seguro en el hogar. Pese a que no debe llevarse a cabo de manera diaria, es importante recurrir a métodos como este cada tres semanas aproximadamente, cuando se comiencen a detectar malos olores o manchas muy visibles.

Además, es recomendable almacenar estos enseres en lugares secos y bien ventilados para evitar la acumulación de humedad, que daña gravemente la madera y promueve la proliferación de moho y bacterias.