Hilo dental, cepillo, enjuague: en qué orden recomiendan los dentistas lavarse los dientes

Mantener una rutina de limpieza correcta nos ayuda a prevenir enfermedades bucodentales

Sofía Alcahud

6 de febrero de 2025 14:55 h

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La higiene bucodental es un pilar fundamental para tener una boca sana y radiante. Mantener una rutina de limpieza correcta nos ayuda a prevenir algunas enfermedades como las caries, la gingivitis o la enfermedad periodontal. Algunas de las herramientas para evitar que esto suceda son el hilo dental, el cepillo de dientes y el enjuague bucal. Una de las preguntas más habituales que nos hacemos a la hora de construir nuestra rutina perfecta es el orden en que se deben utilizar los productos. Una rutina constante marcará un antes y un después en nuestra limpieza diaria de los dientes para una mejor salud bucodental.

El Consejo General de Dentistas de España y otros organismos de salud como la American Dental Association (ADA), recomiendan además del cepillado, una limpieza interdental y un uso adecuado del enjuague bucal, para complementar la rutina diaria de higiene oral.

A pesar de que debemos llevar a cabo una buena higiene bucodental en casa, es importante acudir al dentista al menos una vez al año para realizarnos una limpieza profesional. Si nuestra higiene bucal no es adecuada, la placa dental y la acumulación de residuos acabarán convertidas en sarro. Este es uno de los principales causantes de la gingivitis. Una vez se han acumulado muchos residuos y se ha formado sarro, lo más recomendable es pedir cita con un dentista, que nos limpiará la boca eliminando aquella suciedad a la que no llegamos con el cepillado tan fácilmente.

Uso del hilo dental

El hilo dental es una herramienta fundamental para deshacernos de la placa y los restos de comida que se acumulan en los dientes. Aunque muchas personas lo realizan al final, los especialistas aconsejan el uso del hilo dental antes del cepillado. Se trata de un hábito que mejora el aspecto de los dientes, actuando en zonas donde el cepillo de dientes no llega. De esta manera se consigue que la pasta dental trabaje directamente en cada pieza, obteniendo un cepillado mucho más efectivo.

Estos son los pasos que debemos seguir para evitar dañar nuestras encías cuando utilizamos hilo dental:

  1. Corta un trozo de hilo dental de al menos 50 centímetros de largo. Enrolla la mayor parte de él en uno de los dedos. Esto permite desplazar el hilo usado al lado opuesto para ir utilizando hilo limpio.
  2. Introduce el hilo con cuidado entre cada uno de los dientes y realiza movimientos como de serrucho. Evita las encías para no causar sangrados.
  3. Pasa el hilo entre los espacios interdentales y limpia los lados de los dientes, sin olvidar la parte de atrás. Recuerda que debes usar hilo limpio para cada sección.
  4. Enjuágate la boca en profundidad para deshacerte de los restos de comida y placa bacteriana que haya quedado. Para completar, puedes utilizar un enjuague bucal.

Los especialistas también recomiendan el uso de cepillos interdentales, siendo más concretos y eficaces que el hilo dental a la hora de realizar una limpieza más profunda. Estos cepillos están indicados para todo tipo de personas y destacan por lo fáciles que son de manejar, en especial para pacientes con ortodoncia, permitiendo eliminar los restos de comida.

El arco dental es otro de los utensilios que nos permite llegar a los espacios interdentales más estrechos. Se trata de una superficie en forma de mordida que necesita una leve presión para su uso. Es un aplicador perfecto para niños gracias a su rápida y cómoda adaptación a la mano.

Cepillado dental

El cepillado es la base de una correcta y efectiva limpieza dental. Para mantener unos dientes saludables, lo más recomendable es cepillarlos unas dos veces al día durante varios minutos. La técnica de Bass es de las más recomendadas por los expertos a la hora del cepillado. Consiste en colocar el cepillo de dientes en un ángulo de 45 grados con respecto a la encía, realizando movimientos cortos y suaves para asegurarnos de que toda la superficie de los dientes, tanto interna como externa, quede limpia.

Además, no olvides cepillarte la lengua para eliminar bacterias y el mal aliento. A veces se nos olvida que la lengua también debe formar parte de nuestra rutina diaria. Se recomienda utilizar un rascador lingual para cepillar la lengua correctamente. Los puedes encontrar de distintos tipos, formas y materiales, dependiendo de las preferencias de cada persona. La forma correcta para limpiar la lengua es pasar un raspador o el propio cepillo de dientes del fondo de la lengua hacia la punta.

Cepillo eléctrico o manual

Aunque tanto los cepillos eléctricos como los manuales pueden resultar igual de efectivos si usamos una buena técnica, los eléctricos se consideran más eficaces. Gracias a su tecnología permiten realizar una limpieza mucho más profunda. Contienen unos cabezales rotatorios que consiguen eliminar la placa bacteriana de manera más eficaz que un cepillo manual. Además de ayudar a prevenir enfermedades bucodentales con mayor efectividad. No debemos olvidar que los cepillos de dientes sufren un desgaste diario debido a su uso y es necesario sustituirlo por uno nuevo cada tres meses. En el caso de los cepillos eléctricos con cambiar el cabezal será suficiente.

Cuándo utilizar enjuague bucal

El enjuague bucal puede ser un producto perfecto para complementar nuestra rutina diaria de higiene oral. La forma recomendada de utilizarlo es tras el cepillado de los dientes. Dependiendo del tipo de enjuague podemos encontrar una serie de beneficios: mejorar el mal aliento o la halitosis, reducir las caries y la placa bacteriana, disminuir el sarro, evitar la gingivitis o periodontitis y en algunos casos ayuda a blanquear los dientes. El uso del enjuague bucal es muy sencillo, solo debes llenar la tapa del cloruro y enjuagar tu boca durante unos segundos tras el cepillado. Es importante insistir que en ningún caso el enjuague bucal o el hilo dental son sustitutos del cepillado.

La dentista murciana Sandra Parra Nicolás ofrece una serie de recomendaciones sobre el cuidado bucal, destacando la importancia de un enfoque personalizado: “El cuidado oral debe adaptarse a las necesidades de cada persona”, apunta en declaraciones a elDiario.es. Parra Nicolás añade que en el caso de aquellos que gozan de una salud bucal favorable, incluso sana, “es recomendable llevar a cabo un cepillado inicial de dos a tres minutos, asegurándose de limpiar todas las zonas de la boca”. Además, es “esencial” que todas las personas se pasen al menos una vez al día la seda dental e incluso realicen un barrido final con el cepillo para asegurar una limpieza completa.

Por otra parte, señala esta dentista, “si la limpieza mecánica con el cepillo y la pasta dental ha sido eficaz, no es necesario recurrir a colutorios o enjuagues bucales, aunque se pueden utilizar de manera ocasional, sin excederse”.

Por último, apunta, “cada paciente es único, por lo que siempre es fundamental adaptar las recomendaciones a sus condiciones específicas; lo más importante es mantener un orden en la rutina de higiene bucal, tomarse el tiempo necesario y evitar ser agresivos al cepillarse”.

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