Tirar de bote: 11 platos sanos y sabrosos que puedes apañar con lo que hay en la despensa

Pilar Virtudes

10 de noviembre de 2024 21:45 h

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El otoño, con su árboles amarillos, sus tonos ocres y el frío –poco, de momento– nos despierta el apetito de los platos de cuchara, las legumbres, las comidas de confort y los guisos de verduras. Pero estos meses de caída de la hoja nos hablan también de las carreras para estar a tiempo en el trabajo, de autobuses llenos, de niños que llevar al colegio, atascos y prisas. Comer sano y llegar a todo nos puede parecer un oxímoron, pero para reconciliarnos con nuestra rutina podemos recurrir a las latas, los botes y las conservas. Cocina reconfortante a un giro de muñeca.

Lo primero es tener un buen fondo conservero en la despensa, algo así como el fondo de armario pero en la cocina. Los básicos serían: botes de legumbres, judías blancas, lentejas y garbanzos. Otros de verduras como menestra, puerros o borrajas. Bricks de caldos de verduras, pollo, pescado... Latas variadas de mar como mejillones, berberechos y atún. Variedad de especias, sobre todo pimienta negra, jengibre en polvo, ajo en polvo, pimentón, curry... Y, además, incorporaría alguna lata de leche de coco, socorrida para algunas preparaciones más exóticas, y de leche evaporada o de leche vegetal para las cremas.

Con esto en la despensa y los ingredientes de un sofrito básico podemos comer un plato sano y variado, que conlleve poco trabajo.

Si ya tienes bien abastecida la despensa pero te faltan ideas, aquí tienes algunas para preparar comidas que llevar al trabajo o para improvisar una cena en pocos minutos.

¿Qué podemos hacer con un bote de alubias blancas?

  • Alubias con berberechos (de lata, claro)

Pica cebolla y ajo, rehógalos con un chorro de aceite hasta que estén pochados, incorpora un chorro de vino blanco, déjalo evaporar y añade las alubias blancas una vez escurridas. Añade algo de caldo de pescado, dale un hervor de diez minutos y completa con los berberechos de lata con su propio caldo, un minuto más y a comer.

  • Hummus de judías blancas

Esto es más sencillo, si cabe. Con un bote de alubias blancas de buena calidad podemos hacer un hummus distinto al de garbanzos, incluso algo más fino. Consiste en triturar las alubias escurridas con pasta de sésamo (tahini) al gusto, un ajo, sal y zumo de limón, podemos añadir algo de agua hasta conseguir la textura cremosa que queremos. Podemos servirlo tal cual, con algo de pimentón por encima y aceite de sésamo, o en su defecto de oliva. Pero si queremos un entrante realmente resultón, coge un bote de pimientos rojos cortados en tiras, rehógalos con un ajo y algo de aceite de oliva y ponlos en medio del hummus regados con su propio jugo. Con esto y algo de pan de pita (si puede ser) tenemos un plato completo.

  • Pote de judías blancas con berza

El secreto está en haber comprado antes un bote de alubias y otro de berza en conserva. Juntamos ambos en una olla y podemos utilizar el caldo de los dos, solo hasta cubrir levemente para que no quede demasiado caldoso. Lo dejamos cocer suavemente para que se integren. Al mismo tiempo hacemos un sofrito con aceite de oliva, ajos en láminas y pimentón y, con cuidado de que no se queme el pimentón porque amarga, dejamos que cueza todo junto y rectificamos de sal.

Siempre se pueden pasar también por la sartén unos tacos de jamón o unas rodajas de morcilla e incorporarlos si quieres darle un punto que recuerde a los guisos de tu abuela.  

¿Qué podemos hacer con un bote de garbanzos?

Un bote de garbanzos en la despensa es casi un tesoro, se hacen a todo.

  • Garbanzos salteados con espinacas

Hacemos un sofrito con cebolleta y ajo, y cuando esté bien pochado añadimos los garbanzos. Mientras, ponemos las espinacas frescas en una sartén y vamos dando vueltas hasta que suelten el agua. Una vez hecho esto, incorporamos la verdura a los garbanzos y rehogamos todo el conjunto. Lo podemos acompañar con mitades de huevos duros y tenemos un plato completo.

  • Callos veganos

Este es un guiso que reconforta en los días de frío. Necesitamos los garbanzos y una bandeja de setas de cultivo, puede ser shiitake o setas de ostra.

Primero hacemos el sofrito tradicional de ajo y cebolla, si nos gusta. Cuando esté, añadimos un par de cucharadas de tomate frito, pimentón dulce y un punto de picante que le va a dar el carácter. Y seguidamente las setas, que se rehogan bien con el conjunto, incorporamos algo de caldo o agua, y lo dejamos cocer cinco minutos. Mientras, abrimos el bote de garbanzos, los lavamos bien y los añadimos al guiso y dejamos que cueza otros 10 minutos para que se integren los sabores. Y listo. Una cuchara y a comer.

  • Curry de garbanzos

Las legumbres envasadas son también muy apropiadas para hacer platos más exóticos, como un curry de legumbres con poco trabajo. Resulta bueno tanto con garbanzos como con lentejas. En este caso para el de garbanzos necesitaremos un bote de garbanzos cocidos, curry y un bote de leche de coco. Consiste en sofreír ajo, cebolla picada, algo de tomate y jengibre que puede ser fresco o en polvo, aunque el fresco queda más refrescante.

Añadimos entonces una cucharada de curry en polvo, y podemos poner también algo de comino, cayena en polvo –si nos gusta más picante–, pero solo con el curry ya resulta bien. Le damos unas vueltas para que se impregnen las verduras de sabor, añadimos los garbanzos escurridos y leche de coco hasta apenas cubrir, dejamos que cueza todo junto 10 minutos a fuego bajo. Para servir podemos añadirles hierbas, como por ejemplo cilantro, que le da un toque exótico.

¿Y con un bote de lentejas?

Las lentejas son versátiles y van bien con casi todo. A un potaje básico de legumbres le puedes poner pechuga de ave, calamares, setas salteadas, otras verduras o lo que se te ocurra.

  • Lentejas estofadas

El guiso básico para todos los días, el que siempre sienta bien. Fácil, solo hay hacer un sofrito con cebolla, ajo y algo de tomate, añadimos pimentón y unas rodajitas de chorizo si nos gusta, luego el bote de lentejas, dejamos cocer 10 minutos con un poquito de caldo de pollo o verduras o agua y están listas para comer o para meterlo en el táper y salir pitando al trabajo.

  • Guiso de lentejas con chipirones

También sencillo y nos queda un primer plato hasta para invitar, necesitamos, además de las lentejas, una lata de chipirones al natural. Empezamos haciendo el tradicional sofrito de cebolla, ajo y tomate, una vez bien pasadito, ponemos las lentejas y un caldo de pescado hasta apenas cubrir. Lo dejamos cocer unos minutos mientras pasamos los chipirones apenas por la plancha y servimos el plato de lentejas con los chipirones encima.

  • Ensalada de lentejas

Esta ensalada está incluso mejor si la haces con antelación. Necesitamos solo un bote de lentejas, tomatitos, cebolleta y algunas especias. Una vez escurridas las legumbres, las ponemos en una ensaladera y la mezclamos con un tomate en dados o con tomates cherry cortados por la mitad, además de una cebolleta bien fina, un huevo cocido picadito y un puñado de alcaparras escurridas. Hacemos una vinagreta con aceite, vinagre y una cucharadilla de mostaza de Dijon, sal y pimienta negra recién molida. Lo mezclamos todo bien y ya está, un plato completo listo para comer.

¿Y con un bote de frijoles?

  • Gallo pinto

Con estas legumbres podemos hacer uno de los platos típicos de Costa Rica y Nicaragua, el gallo pinto, también llamado en otras zonas “moros y cristianos”; una mezcla de judías y arroz que se usa para acompañar todas las comidas. Es muy sencillo, tan solo tenemos que sofreír cebolla y pimiento verde cortados en cubos pequeños, añadimos las judías negras escurridas, las freímos también y luego incorporamos arroz blanco –puede ser de los que ya vienen precocidos y sólo tenemos que pasar un minuto por el microondas. Lo sofreímos todo y podemos aderezar con sal, pimienta y alguna hierba, el cilantro es la más típica.

  • Ensalada de legumbres y variantes

Esta ensalada se hace con mezcla de legumbres –dos o tres, por ejemplo garbanzos y judías blancas y rojas o garbanzos, judías blancas y lentejas–, además nos sirve para aprovechar algunos restos de estas que tengamos.

Picamos cebolleta muy menuda y tomatitos cherry a la mitad, pimiento rojo o amarillo y lo mezclamos con las legumbres. Además, picamos también pepinillos, piparras, alcaparras, aceitunas y lo añadimos. Adrezamos todo con sal, pimienta, aceite y rectificamos vinagre –con cuidado porque los variantes que hemos puesto ya lo llevan– y listo.