A veces pensamos que los electrodomésticos son eternos. Todos los días usamos la lavadora, el frigorífico o el lavavajillas pensando que van a funcionar sin fallos para siempre, hasta que un día dejan de hacerlo y nos encontramos con una abultada factura del técnico de reparación.
Para asegurarnos de que nuestros electrodomésticos funcionan sin fallos y prolongar su vida útil, es crucial realizar un mantenimiento regular que podemos hacer nosotros mismos con acciones muy sencillas. Esto nos ayudará a identificar y solucionar problemas menores antes de que se conviertan en averías graves (y costosas).
Por ejemplo, limpiar las bobinas del condensador del frigorífico o el filtro de la lavadora evitará que los motores trabajen en exceso y se desgasten prematuramente. Esto, a su vez, nos ahorrará dinero en recambios y reducirá la factura de la electricidad, haciendo que consuman menos. Por ejemplo, mantener los filtros del aire acondicionado y los conductos limpios puede reducir el consumo de energía hasta en en un 15%. Mantener limpio el lavavajillas, por su parte, hace que lave los platos más eficientemente, evitando la necesidad de limpiarlos a mano después del ciclo.
El mantenimiento periódico de los electrodomésticos en casa es una inversión en eficiencia y longevidad que nos ahorrará mucho dinero con los años. Estas son algunas de las tareas de mantenimiento que puedes empezar a hacer hoy mismo.
Frigorífico
El frigorífico es uno de los electrodomésticos más importantes en la cocina, ya que mantiene nuestros alimentos frescos y seguros para el consumo. Un mantenimiento adecuado no solo asegura su funcionamiento y evita averías sino que previene problemas de salud relacionados con la conservación de alimentos.
- Al menos cada tres meses limpia el interior del refrigerador con una mezcla de agua y bicarbonato de sodio. Esto ayuda a eliminar malos olores y bacterias.
- Si tu refrigerador no es de descongelación automática (no frost) es recomendable descongelarlo regularmente para evitar la acumulación de hielo, lo cual puede afectar a su rendimiento y al consumo de electricidad.
- Inspecciona las juntas de goma de las puertas para asegurarte de que estén en buen estado y cierren herméticamente. Un mal sellado de las puertas puede provocar pérdida de eficiencia energética y hacer trabajar al motor del compresor en exceso.
- Al menos una vez al año limpia las bobinas del condensador ubicadas en la parte trasera o inferior del refrigerador. Usa una aspiradora o un cepillo para eliminar el polvo y la suciedad acumulada.
Horno y encimera de cocina
El horno y la encimera de cocina son esenciales para cocinar la mayoría de nuestras comidas. Con el mantenimiento adecuado podremos cocinar usando menos energía y con más seguridad. Piensa que una vitrocerámica o un horno sucios y con incrustaciones calientan peor.
- Después de cada uso limpia las superficies de la encimera y el horno para evitar la acumulación de grasa y residuos de alimentos. Usa productos específicos para cada tipo de material y, en el caso de la encimera vitrocerámica, productos no abrasivos ya que las rayas afectan al rendimiento y la vida útil.
- Si tienes una cocina de gas asegúrate de que los quemadores estén limpios y funcionen correctamente. Los orificios de los quemadores pueden obstruirse con grasa y restos de comida afectando la eficiencia de la llama y produciendo un riesgo de combustión incompleta.
- Al menos cada seis meses realiza una limpieza profunda del horno. Puedes usar un limpiador específico para hornos o una mezcla de bicarbonato y vinagre para eliminar la grasa y los residuos.
Microondas
El microondas es un electrodoméstico muy cómodo para calentar y cocinar alimentos rápidamente. Un mantenimiento adecuado evitará que se acumulen residuos y aparezcan olores desagradables, y además nos aseguramos de que el funcionamiento sea seguro y eficiente.
- Después de cada uso limpia el interior del microondas con un paño húmedo para evitar la acumulación de salpicaduras y residuos de alimentos.
- Retira y lava el plato giratorio y las rejillas con regularidad. Esto ayuda a mantener el microondas limpio y en buen estado.
- Verifica que la puerta cierre correctamente y que las juntas no estén dañadas. Un cierre adecuado es esencial para evitar fugas de radiación de microondas.
- Para eliminar olores desagradables puedes calentar una mezcla de agua y limón en el microondas durante unos minutos.
Lavavajillas
El lavavajillas facilita la limpieza de los utensilios de cocina, ahorrando tiempo y esfuerzo. Un mantenimiento regular asegura su eficiencia y prolonga su vida útil.
- Limpia el filtro del lavavajillas al menos una vez al mes para evitar la acumulación de restos de comida que pueden obstruir el sistema.
- Verifica que los orificios de los brazos rociadores no estén obstruidos. Usa un palillo o un cepillo pequeño para limpiarlos si es necesario.
- Cada pocos meses realiza una limpieza profunda del lavavajillas usando un ciclo con vinagre o un producto desinfectante específico para lavavajillas.
- Inspecciona las juntas de la puerta para asegurarte de que no haya fugas de agua durante el ciclo de lavado.
Campana extractora
La campana extractora elimina el humo, los olores y la grasa del aire mientras cocinas, pero también es uno de los electrodomésticos que más grasa y suciedad suele acumular. Esto conlleva un mayor riesgo de que se estropee o, aún peor, de provocar un incendio.
- Lava o reemplaza los filtros de la campana extractora regularmente. Los filtros de metal pueden lavarse con agua caliente y jabón, e incluso ponerlos en el lavavajillas, mientras que los filtros de carbón activo deben reemplazarse según las recomendaciones del fabricante.
- Limpia las superficies externas de la campana con un paño húmedo y un limpiador desengrasante para eliminar la grasa acumulada.
- Si tu campana tiene un conducto de ventilación externo, asegúrate de que no esté obstruido y limpia cualquier acumulación de grasa o polvo.
Aire acondicionado
Un aire acondicionado bien mantenido consume menos energía, lo que se traduce en facturas de electricidad más bajas. Cada dos años más o menos conviene revisar los niveles de refrigerante y rellenarlo, algo que tiene que hacer un técnico especializado. Sin embargo hay tareas de mantenimiento sencillas que pueden prolongar su vida útil y el funcionamiento:
- Durante la temporada de uso intensivo (verano) se recomienda limpiar o reemplazar los filtros de la unidad interior del aire acondicionado cada uno o dos meses. En temporadas de menor uso, cada tres meses es suficiente.
- Al menos una vez al año limpiar las bobinas de refrigeración del condensador (unidad exterior) con un cepillo suave que elimine el polvo y la suciedad.
- Una vez al año limpia las aletas del evaporador (unidad interior) con un peine de aletas, disponible en tiendas de suministros para aire acondicionado, para enderezarlas si es necesario.
- Una vez al año limpieza el conducto de drenaje de condensación, que puede obstruirse con suciedad y escombros, lo que puede causar fugas de agua.