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Con el Día del Padre cercano –se celebra el 19 de marzo en España–, puede que muchos de nosotros nos estemos haciendo la gran pregunta: ¿qué podemos regarle? Una opción original, aunque útil, puede encontrarse en las cámaras instantáneas: modelos que continúan la tecnología de las cámaras Polaroid.
¿Qué ofrece una cámara instantánea frente a las digitales? Básicamente, y como su propio nombre indica, la posibilidad de tener la foto pocos segundos después de hacerlas. Aunque se popularizasen en el siglo pasado y las mirrorless parezcan copar el mercado, la realidad es que cada vez es más común ver cámaras de película en las tiendas de tecnología de consumo habituales.
Sobre todo entre los más jóvenes, estas cámaras están viviendo una segunda edad de oro gracias a que se relacionan con el fenómeno “vintage”. Ahora son muchas las personas a las que podemos ver utilizarlas en encuentros, festivales o a través de las redes sociales para dar un toque “analógico” a las fotografías que realizan.
Su funcionamiento, además, es muy sencillo: introduces la película en la cámara, sacas la fotografía y esta sale del cuerpo. Después de unos segundos, podremos tener nuestra imagen ya impresa.
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Una de las marcas clásicas, y que no podía faltar entre las recomendadas, es Kodak con su C300R. Se trata de una cámara instantánea de formato cuadrado (76x76) que, además, ofrece la posibilidad de guardarlas al mismo tiempo en nuestro teléfono móvil.
Respecto a la cámara en sí, la Kodak C300R cuenta con dos formatos de fotografía: uno cuadrado con bordes blancos –Retro– y otra sin bordes, más moderno. Cuenta con un pequeño visor digital que nos muestra exactamente cómo saldrá la fotografía, algo que nos facilita mucho el trabajo –y evita decepciones–.
Una de las cámaras instantáneas más populares son las instax Mini. Las características más llamativas de este modelo son: un diseño muy original redondeado que trata de alejarse de la idea de “cámara” y un visor óptico.
La instax Mini 11 cuenta con un objetivo Fujinon (de Fujifilm) que funciona realmente bien en la mayoría de ambientes, además de detectar la luz ambiente de la imagen que queremos fotografiar para reducir o aumentar la ganancia.
La marca por excelencia es Polaroid, que fue una de las pioneras en este tipo de cámaras. La Polaroid Now es un modelo que imita la forma de las clásicas OneStep de los años 70: objetivo, flash y visor “arriba”, mientras que la película sale por la zona de abajo de la parte delantera.
Este cámara cuenta con un sistema de dos lentes para el autoenfoque de manera que da una mayor profundidad a las fotografías y un contador que nos indica cuánta película queda. Además, dispone de un flash que, según el fabricante, es menos intrusivo que otros.
Pero si buscamos una cámara pequeña, con un diseño simple pero bonito y bien de precio, entonces la Kodak Printomatic puede ser nuestra opción. Se trata de una cámara de apenas 12 centímetros en su lado largo y un peso de 200 gramos, lo que la hace ideal para llevarla siempre encima para cualquier ocasión.
Dispone de memoria interna y una ranura microSD para que podamos guardar nuestras fotos. En el apartado técnico, encontramos un sensor de 5 MP, apertura de f/2 y una batería de larga duración.
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