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La migraña afecta a más de cinco millones de personas en España, sobre todo mujeres de entre los 20 y 50 años, aunque se da en personas de todo tipo y edades, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Es, además, la tercera enfermedad más frecuente en todo el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las más incapacitantes. La organización reconoce también que un ataque de migraña puede ser tan invalidante como la ceguera o la tetraplejía.
Sin embargo, a pesar de su elevada incidencia y de que tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de quien la sufre, sigue siendo una enfermedad infradiagnosticada y poco reconocida.
Migraña, una enfermedad neurológica compleja
La migraña es un trastorno del cerebro, probablemente con una base genética, aunque no se saben con exactitud las causas, en el que los nervios se sobreestimulan y provocan la liberación de una cascada de sustancias químicas. Tomando como metáfora el lenguaje informático, se trata más de un problema de software que de hardware.
La Sociedad Internacional de Cefaleas ha identificado esta enfermedad neurológica dentro de la Clasificación Internacional de Trastornos de Cefalea III como una de las principales cefaleas primarias.
Una clasificación que distingue tres principales categorías de migraña:
- Migraña sin aura: suelen aparecer fuertes dolores de cabeza de intensidad moderada a severa que pueden durar de 4 a 72 horas. En ocasiones puede ir acompañada de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz o al sonido.
- Migraña con aura: acostumbran a aparecer episodios recurrentes que duran varios minutos con síntomas visuales, sensoriales o del sistema nervioso central, además de cefalea.
- Migraña crónica: es la más severa y aparece al menos 15 días al mes y suele durar más de tres meses. En la mayoría de los casos, una persona que sufre este tipo de migraña ha experimentado episodios de migraña ocasionales durante años y, con el tiempo, se vuelve más frecuente de forma gradual.
Se trata de los tres tipos más frecuentes de migraña, aunque hay más. Conocer qué tipo de migraña tenemos o comprender los síntomas de la que sufrimos puede ayudar a realizar un diagnóstico más preciso.
Cómo la migraña roba capacidad de vivir de forma plena a quien la sufre
La Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) describe la migraña como una enfermedad neurológica que provoca un dolor de cabeza intenso o grave y es extremadamente limitante. “La migraña es mucho más que un dolor de cabeza”, admite en nota de prensa el doctor Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Esta enfermedad neurológica provoca episodios recurrentes de dolor intenso, discapacitante que, en ocasiones, puede ir acompañado de otros signos como “náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al sonido”, afirma el experto.
Es más, en un 30% de los casos, pueden aparecer otros síntomas neurológicos que incluyen trastornos sensitivos, alteración en la visión o dificultad para hablar. Cuando aparece una crisis, esta suele ser “de gran intensidad, muy discapacitante”, llegando a alterar la vida normal de la persona. En su forma crónica, que afecta a más de 1,5 millones de personas en España, el grado de discapacidad es mayor.
De acuerdo con la Escala de Evaluación de la Discapacidad por Migraña (Escala MIDAS), el 50% de las personas presenta una discapacidad grave o muy grave que condiciona su salud física y psicológica hasta el punto de que el 41% de las personas sufren ansiedad y el 23%, depresión.
En la mayoría de los casos también es frecuente la presencia de un gran cansancio o dificultad para concentrarse al final de una crisis (el 50% de las personas que sufren migraña tienen un grado de discapacidad grave o muy grave).
Por tanto, no es extraño que se pierda la capacidad de asumir las responsabilidades diarias laborables o en el hogar y que suponga un largo etcétera de situaciones que tienen que posponerse o anularse: se calcula que una persona adulta con migraña pierde más de 1.500 días en su vida si tiene un día de migraña semanal durante 30 años.
Muchos casos por diagnosticar de migraña
Pese a todos estos datos, la migraña es una enfermedad infradiagnosticada. “En la SEN estimamos que más de un 40% de las personas que sufren migraña en España están aún sin diagnosticar”, reconoce Irrimia. De hecho, se calcula que se tarda entre seis y siete años de media en obtener un diagnóstico, como refleja el Libro Blanco de la Migraña en España, un proyecto nacional, multidisciplinar y transversal que analiza el impacto de la migraña en nuestro país.
El experto apunta a dos motivos por los que esto es así. El primero es que los síntomas suelen confundirse con otros tipos de dolor de cabeza, por tanto, o se llega a un diagnóstico erróneo o no se busca la atención médica necesaria. Otra de las causas es que muchas personas creen que se trata de un problema que no tiene solución: un 25% de los pacientes de migraña “no ha consultado nunca su dolencia con un médico”, según Irrimia.
Tampoco ayuda mucho que no haya una prueba específica para diagnosticar esta patología. En la mayoría de los casos, se analiza el historial clínico, se evalúa la zona y el tipo de dolor y si hay otros síntomas, cuándo empieza, la frecuencia y la duración del dolor y si hay antecedentes familiares.
Cuándo debemos acudir al médico
El dolor de cabeza puede ser el síntoma de otra enfermedad, como alteraciones oculares y fiebre, cambios hormonales o el uso inadecuado de medicamentos. Este dolor, pasajero y benigno, se localiza, en la mayoría de los casos, en la frente, en los dos lados de la cabeza y, en ocasiones, en la nuca y el cuello.
La migraña, en cambio, se localiza en un lado de la cabeza en forma de dolor intenso similar a una especie de martillazo, que suele ir acompañado de otros síntomas como ganas de vomitar y malestar ante la luz y el ruido. El dolor de cabeza es uno de los síntomas más conocidos de la migraña, pero no es el único.
Un ataque de migraña, incluso, puede tener efectos en la memoria o el lenguaje y la conducta, aunque limitados en el tiempo.
Desde la SEN recuerdan que es importante acudir al médico en estos casos:
- Cuando el dolor de cabeza es frecuente.
- Si este dolor afecta a la calidad de vida o provoca discapacidad.
Es importante tener en cuenta, además, que cada persona es única y, por tanto, el tratamiento debe ser individualizado porque no todos son igual de eficaces a los distintos pacientes.
Uno de los avances en este campo ha sido el desarrollo de los fármacos preventivos, es decir, destinados a reducir la frecuencia de crisis de la migraña y que se recomiendan a personas que tienen más de tres crisis de migraña al mes. El objetivo es avanzar hacia nuevos fármacos que ayuden a tratar las crisis de dolor.