El gran problema de los cereales refinados es que tienen almidón, que es un gran dispensador de azúcares libres, pero carecen de fibra vegetal, que es la que modula estos azúcares en la sangre y evita que se den procesos como el síndrome metabólico -por el cual todo lo que comemos va a parar a los pliegues grasos de nuestro abdomen- o enfermedades como la diabetes de tipo 2.
Ante este problema, tenemos dos alternativas. La primera es utilizar para cocinar pasta o arroz integral, sin duda una opción muy sana que también debemos extender al pan. La segunda consiste en aplicar el truco que te explicamos en el siguiente vídeo y que logrará que parte del almidón se convierta en una especie de fibra vegetal, que se denomina almidón resistente. Lee la noticia aquí.
Entérate de cómo funciona esto:
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