Purificadores de aire en casa: ¿ayudan realmente a combatir la contaminación y los alérgenos?

¿Para qué sirven los purificadores de aire?

Martín Frías

9 de julio de 2023 21:22 h

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La contaminación atmosférica es un problema en muchas ciudades del mundo, pero en verano y en climas secos como el de España la ausencia de lluvias puede hacerla mucho peor. Si se une además con la época de floración de las plantas que producen alergia al polen, hay muchas personas que pueden encontrar dificultades para respirar bien.

Además de las alergias, la contaminación tiene graves consecuencias para la salud de todas las personas expuestas a ella. Los contaminantes del aire que afectan más a la salud son los siguientes:

  • Partículas en suspensión (PM2,5 y PM10): son partículas diminutas que pueden ser inhaladas por los pulmones y causar problemas respiratorios. Las partículas PM2,5 tienen un diámetro inferior a 2,5 micras (milésima de milímetro), mientras que las PM10 tienen un diámetro inferior a 10 micras. Pueden proceder de diversas fuentes, como los gases de escape de los vehículos, las emisiones industriales y el polvo de obras y carreteras.
  • Óxidos de nitrógeno (NOx): son gases que pueden causar problemas respiratorios y contribuyen a la formación de smog (la combinación de niebla y polución). Son producidos por los gases de escape de los vehículos y las emisiones industriales.
  • Dióxido de azufre (SO2): es un gas que puede causar problemas respiratorios y contribuir a la formación de lluvia ácida. Se produce al quemar combustibles fósiles como el carbón y el petróleo.
  • Monóxido de carbono (CO): es un gas que puede ser mortal en altas concentraciones. Se produce en los tubos de escape de los vehículos y en otros procesos de combustión.
  • Ozono (O3): el mismo gas que nos protege de los rayos ultravioleta en las capas altas de la atmósfera puede causar problemas de salud si se inhala, como irritación de las vías respiratorias y empeoramiento del asma. Se forma cuando los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles (COV) reaccionan en presencia de la luz solar.
  • Compuestos orgánicos volátiles (COV): son sustancias químicas con efectos sobre el sistema inmunitario y en ocasiones cancerígenas, y son emitidas por diversas fuentes, como los gases de escape de los vehículos, las chimeneas industriales y ciertos productos de consumo, como pinturas y disolventes.

Además, hay otros elementos flotando en el aire de las casas que pueden causar molestias:

  • Células de la piel muerta de humanos y mascotas, que se acumulan como polvo y sirven de alimento a los ácaros.
  • Ácaros del polvo: estos arácnidos microscópicos se alimentan de células muertas de la piel y pueden ser una fuente importante de alérgenos.
  • Polen: el polen de los árboles, las gramíneas y otras plantas puede entrar en los ambientes interiores y contribuir a las alergias.
  • Pelo de animales: las mascotas desprenden caspa y pelo, que se depositan en forma de polvo.
  • Esporas de moho: el moho puede crecer en ambientes interiores húmedos y liberar esporas en el aire, que pueden causar problemas respiratorios.
  • Bacterias y virus: algunos de estos microorganismos pueden sobrevivir en el polvo y causar problemas respiratorios y otros problemas de salud.
  • Sustancias químicas: las sustancias químicas de los productos de limpieza, los productos de cuidado personal y otras fuentes pueden contribuir a la contaminación del aire interior.

Con todos estos contaminantes potencialmente tóxicos en el aire de las casas es normal que las personas más sensibles, con asma, alergias u otras afecciones respiratorias, busquen formas de respirar aire más limpio en sus hogares. Aquí es donde entran en escena los purificadores de aire.

Cómo funcionan los purificadores de aire

La mayoría de los purificadores de aire tienen un mecanismo básico parecido: un ventilador absorbe el aire de la estancia y lo hace pasar por los filtros, haciendo que el aire salga limpio por él. Existen varios tipos de purificadores de aire en el mercado según el tipo de tecnología que emplean para eliminar los contaminantes. Hay que tener en cuenta que algunos de ellos combinan varias tecnologías. He aquí algunos de los tipos más comunes:

  • Filtros de aire de partículas de alta eficacia (HEPA): estos purificadores son los más habituales y están sujetos a una certificación de su eficacia. Los filtros HEPA garantizan que son capaces de atrapar el 99,97% de las partículas suspendidas en el aire con un tamaño superior a 0,3 micras, incluidos los alérgenos de menor tamaño como el polen, los ácaros del polvo y la caspa de las mascotas. Los filtros HEPA también eliminan eficazmente el polvo, el humo, los productos químicos y el amianto.
  • Filtros de carbón activado: estos filtros son eficaces para eliminar olores y compuestos orgánicos volátiles (COV) del aire. Funcionan absorbiendo los contaminantes en la superficie del filtro y se suelen combinar con los filtros HEPA.
  • Luz ultravioleta (UV): la luz UV-C se utiliza para eliminar bacterias y virus que puedan estar presentes en el aire. Los purificadores de aire por luz UV se utilizan a menudo en hospitales y otros centros sanitarios para evitar la propagación de enfermedades transmitidas por el aire.
  • Generadores de ozono: aunque parezca contradictorio, estos purificadores de aire funcionan produciendo ozono, que reacciona con los contaminantes del aire y los descompone en sustancias inocuas. Sin embargo, los generadores de ozono también pueden producir subproductos nocivos y no se recomiendan para uso doméstico.
  • Precipitadores electrostáticos: estos purificadores de aire utilizan una carga electrostática para atraer y atrapar los contaminantes del aire. Son eficaces para eliminar las partículas más grandes, como el polvo y el pelo de las mascotas, pero menos eficaces para eliminar las partículas más pequeñas, como los alérgenos y las bacterias.
  • Ionizadores: estos purificadores de aire funcionan liberando iones cargados negativamente en el aire, que se adhieren a los contaminantes cargados positivamente y hacen que caigan al suelo. Sin embargo, los ionizadores también pueden producir ozono y no se recomiendan para uso doméstico.

¿Cómo elegir el purificador de aire que nos conviene?

Lo más importante es que dispongan de filtros HEPA, que pueden combinarse o no con otras de las tecnologías mencionadas. Pero, además, tiene que contar con la potencia suficiente.

Una medida habitual a la hora de comprar un purificador de aire es el CADR (Clean Air Delivery Rate), que determina la tasa de entrega de aire limpio medida en metros cúbicos de aire limpio por hora.

Para calcular los metros cúbicos de una estancia hay que multiplicar la superficie por la altura del techo, por lo general de dos metros y medio. Así, una habitación de 12 metros cuadrados tendrá 30 metros cúbicos. Si el purificador tiene un CADR de 60 m3/h, podrá limpiar el aire de la habitación por completo en media hora.

¿Son eficaces los purificadores de aire?

Los purificadores de aire vienen en una variedad de tamaños y estilos, que van desde pequeñas unidades portátiles a modelos más grandes que pueden purificar el aire de todo un edificio, con precios que van desde menos de 50 euros a más de 500. Algunos purificadores de aire están diseñados para fines específicos, como eliminar el humo de los cigarrillos. Si te preocupa tu salud y los niveles de contaminación, ¿merecen la pena los purificadores domésticos? 

Un estudio realizado en tres ciudades europeas descubrió que los purificadores de aire domésticos reducían las concentraciones de PM2,5 en los dormitorios entre un 45% y un 69%. Otro estudio investigó la eficacia de los purificadores de aire de partículas para mejorar la calidad del aire interior en las aulas de tres colegios públicos del noreste de Estados Unidos. El estudio pudo constatar que los purificadores eran eficaces para eliminar las partículas PM2,5 y otros elementos del aire de las aulas.

Por otro lado, un estudio de ocho viviendas residenciales en Estados Unidos encontró que los purificadores de aire reducían el 96% de las concentraciones de PM2,5 a corto plazo (5 min) y a largo plazo (2-5 días) una reducción de entre el 29% y el 37% de partículas y endotoxinas de bacterias, así como una reducción del 26% en el plomo.

Durante las tormentas de polvo del desierto en hogares y aulas de escolares con asma y adultos con fibrilación auricular en Chipre y Creta se emplearon purificadores de aire y al mismo tiempo se redujo la ventilación. Los resultados mostraron que era una medida de protección eficaz que reducía significativamente la exposición en grupos de población de alto riesgo.

En definitiva, los purificadores de aire domésticos pueden ser eficaces para mejorar la calidad del aire de la vivienda, especialmente para reducir la concentración de partículas, polen y polvo. Hay que tener en cuenta que su eficacia puede verse afectada si no se calcula bien el tamaño de la habitación. Es importante que el purificador elegido tenga un amplio margen que permita limpiar el aire en situaciones excepcionales, como por ejemplo el humo de la cocina o de un incendio de una papelera. 

Cómo mantener los purificadores de aire

Como todos los electrodomésticos, los purificadores de aire requieren mantenimiento, en especial de los filtros, para mantener su eficacia y prolongar su vida útil. Estos son algunos consejos generales:

  • Sustituir los filtros periódicamente según las indicaciones del fabricante. La duración de los filtros depende del nivel de contaminación. 
  • Limpiar el prefiltro: la mayoría de los purificadores disponen de un prefiltro antes del filtro HEPA para atrapar partículas más grandes, como polvo y pelo de mascotas. Conviene limpiarlo periódicamente para que no se obstruya.
  • Limpie el exterior: el exterior de los purificadores de aire puede acumular polvo y otros contaminantes con el tiempo. 
  • Compruebe el ventilador: el ventilador de los purificadores de aire puede obstruirse con polvo y otros contaminantes, y conviene comprobarlo periódicamente.
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