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Cómo organizar el espacio en casa para reducir la sensación de agobio: 10 trucos para mantener el orden

Martín Frías

11 de julio de 2024 22:56 h

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En una sociedad que nos incita a acumular y consumir cada vez más cosas, a pesar de la evidente saturación de este modelo (y de un planeta que no lo soporta), muchas personas encuentran que reducir las posesiones materiales y enfocarse en lo esencial no solo alivia su sensación de estrés y ansiedad sino que también ayuda a promover una vida más significativa y sostenible. 

Que nuestro entorno esté ordenado hace que nuestra vida sea más eficiente y necesitemos menos tiempo y energía para nuestras tareas diarias, y por eso puede tener beneficios psicológicos que mejoran la sensación de bienestar.

Un espacio ordenado puede reducir significativamente los niveles de estrés. En un experimento en el que se simularon las interacciones entre padres y bebés en habitaciones caóticas y desordenadas, se encontró que descendían las medidas de estrés con el orden. Otro estudio con personas mayores encontró que tener la casa sucia y desordenada afectaba negativamente a su salud mental. 

Parece que un entorno limpio y ordenado facilita la concentración y mejora la productividad, y aunque esto no se ha medido directamente, sí se han comprobado los efectos negativos de las distracciones visuales y mentales en la capacidad de concentración en tareas específicas. Por ejemplo, se comprobó que los corredores de bolsa que tenían pantallas de ordenador más desordenadas tomaban peores decisiones. 

Distintos estudios han encontrado también que un espacio organizado puede aumentar la eficiencia en el trabajo y en los estudios y, al contrario, el desorden puede afectar a las capacidades cognitivas, pero hay una curva en forma de U en este efecto. Podemos ver que algunas personas, especialmente las que hacen trabajos creativos tienen un cierto “desorden ordenado” y son muy eficientes. Sin embargo, tanto el desorden extremo como el orden obsesivo parecen ser contraproducentes. 

Por si fuera poco, el desorden en el dormitorio puede afectar negativamente a la calidad del sueño. Mantener un espacio de descanso ordenado y libre de desorden puede promover una mejor higiene del sueño, lo que a su vez mejora la calidad del descanso nocturno y la salud mental en general.

El desorden puede generar una sensación de caos y abrumar, lo que contribuye a la ansiedad. Cuando estamos rodeados de distracciones, nuestro cerebro se convierte en un campo de batalla donde todo compite por nuestra atención. Pero resulta que el cerebro prefiere el orden y la 'monotarea' a la multitarea.

El orden ayuda a reducir la competencia por nuestra atención y disminuye la carga mental. Aunque algunas personas sean mejores que otras para ignorar las distracciones, los entornos con distracciones pueden sobrecargar nuestras capacidades cognitivas y nuestra memoria

El desorden y el desorden no sólo afectan a nuestros recursos cognitivos. También están relacionados con nuestra alimentación, productividad, e incluso las decisiones con los hijos.

10 trucos para ordenar tu casa

El mayor desafío a la hora de ordenar nuestro entorno es superar el apego emocional y la resistencia al cambio. Muchas personas encuentran difícil desprenderse de objetos debido a los recuerdos asociados a ellos, lo que puede generar sentimientos de culpa o pérdida. 

Además, la idea de cambiar rutinas establecidas y enfrentarse a la acumulación de desorden puede ser abrumadora, provocando procrastinación y ansiedad. Este desafío se agrava cuando se percibe el proceso de orden como una tarea monumental, en lugar de un conjunto de pequeños pasos manejables. Aquí tienes diez trucos sencillos para mantener el orden en casa y reducir la sensación de agobio provocada por el desorden:

1. El método de los 15 minutos: dedica 15 minutos al día a ordenar. Enfócate en una pequeña área cada vez, como una mesa, un estante o una parte de una habitación. Establecer un temporizador puede ayudarte a mantenerte enfocado y no sentirte abrumado.

2. Deshazte de lo innecesario: haz una revisión regular de tus pertenencias y deshazte de todo lo que no uses o no necesites. Dona, vende o recicla los artículos que ya no te sirvan. Eliminar el exceso de cosas facilita mantener el orden.

3. Organiza por categorías: guarda los objetos similares juntos. Por ejemplo, mantén todos los artículos de limpieza en un solo lugar, los utensilios de cocina juntos y los productos de cuidado personal en un solo espacio. Esto facilita encontrar lo que necesitas y mantener el orden.

4. Utiliza cajas y contenedores: usa cajas, cestas y contenedores para agrupar y almacenar objetos. Etiquétalos para saber qué hay dentro sin necesidad de abrirlos. Esto es especialmente útil en armarios, estantes y despensas.

5. Un sitio para cada cosa: acostúmbrate a devolver cada cosa a su lugar después de usarla. Esto previene la acumulación de desorden y hace que el mantenimiento del orden sea más manejable.

6. Crea zonas de desahogo: designa áreas específicas para depositar temporalmente objetos que no tengas tiempo de ordenar inmediatamente, como una bandeja de entrada para el correo o una cesta para ropa sucia. Asegúrate de vaciar y organizar estas zonas regularmente.

7. Crea superficies despejadas: evita acumular objetos en superficies planas como mesas, escritorios y encimeras. Mantener estas áreas despejadas puede tener un gran impacto en la percepción general de orden en tu hogar.

8. Establece rutinas de limpieza y orden: incorpora pequeñas rutinas de limpieza en tu día a día. Por ejemplo, lava los platos después de cada comida, haz la cama al levantarte y recoge la ropa sucia cada noche. Estas rutinas simples evitan la acumulación de desorden.

9. Haz un plan semanal: planifica una sesión de limpieza y organización más extensa una vez por semana. Dedica una hora o dos a tareas más grandes como limpiar el baño, ordenar el armario o reorganizar una habitación.

10. Involucra a todos los convivientes: si vives con otras personas, aseguraos de que todos estáis contribuyendo al mantenimiento del orden. Repartid entre vosotros tareas específicas y responsabilidades.

Estos pequeños cambios pueden hacer que mantener el orden en casa sea una tarea más sencilla y menos estresante, contribuyendo a un ambiente más agradable y relajante.