Cómo elegir el collar y la correa para tu perro

Foto: Pixabay

Jordi Sabaté

13 de octubre de 2017 19:44 h

Un perro no es un animal casero, al contrario de lo que muchas personas piensan, aunque sí es un ser social al que le gusta estar relativamente cerca de sus amos, a quienes considera su familia, es decir tú. El escapismo es un factor común en no pocos perros y se debe a su tendencia natural a recorrer un territorio en busca de caza u otros compañeros de viaje.

Por eso solemos llevar a los perros por la calle, al menos en los núcleos urbanos, atados y con collar. No se trata de una medida de fuerza sino de protección, como cuando le damos la mano a un niño pequeño para que no se pierda. Debemos tener en cuenta que el perro no se encuentra en un entorno lógico para él en el centro del pueblo o la ciudad, y necesita ser guiado.

Pero para ello, para que la experiencia tanto de perro como de humano que lo guía sea satisfactoria, es necesario saber elegir bien el collar que le pondrás al can y la correa con la que lo llevarás. No todo vale desde el momento en que no todos los perros tienen el mismo tamaño ni la misma fuerza, y tampoco realizan las mismas actividades ni tienen la misma longitud de pelo.

Todos estos condicionantes incidirán en la elección adecuada. Pero antes de optar por una correa y un collar, deberemos conocer los principales tipos de complementos que hay en el mercado.

Tipos de collares y correas

  • Nylon: es el material más usado por su resistencia a la tracción, así como por su facilidad para ser limpiado si el perro se mancha con barro u otras sustancias que se encuentren en el suelo: resiste los jabones y se seca inmediatamente porque no retiene la humedad. Tanto collares como correas se pueden encontrar en diferentes grosores en función del tamaño del perro. El único problema que tiene es que en perros de pelo corto puede provocar roce y erosiones que deriven en llagas, por lo que conviene quitárselo tras el paseo. Estéticamente presentan el problema de que con el tiempo se afean.
  • Cuero: es el otro material favorito de fabricantes y dueños, ya que aunque no es tan resistente como el nylon, soporta bien las tracciones. Tiene la ventaja de que provoca menos roce al ser toda su superficie lisa, con lo que evitamos las llagas en perros de pelo corto. Además suele ser más estético. No obstante, si se ensucia con barro u otras sustancias, tras el lavado adquirirá humedad y se reblandecerá. Con el tiempo las correas suelen ennegrecerse y, con la tracción de nuestro amigo, los collares suelen darse de sí.
  • Tela: últimamente hay algunos collares y correas de tela para determinadas razas pequeñas. No resisten bien la tracción en perros grandes y si se manchan son difíciles de lavar. Algunos modelos llevan un doble cosido con bolas secantes en su interior, pero al final también se colmatan.
  • Correa-collar de lazo: se trata de correas de nylon redondas que se rematan en una soga o lazo que se pasa por el cuello del perro. Presentan la ventaja de que no es necesario contar con un collar adicional y que cuando llegamos a casa la podemos quitar toda de una pieza. Sin embargo, en perros nerviosos y fuertes puede producirles estrangulamientos.

¿Qué correa escojo según es mi perro?

  • Si tu perro es de una raza grande deberás escoger una correa de dimensiones acordes al diámetro de su cuello y su potencia. Para medir el ancho, tus dedos deben caber entre el cuello y el collar una vez puesto. También que se adapten bien a su morfología; por ejemplo existen collares anchos para galgos, que tienen el cuello muy alargado.
  • Si tu perro además de grande es nervioso, deberás valorar entre el nylon y el cuero, pero siempre en dos piezas, es decir collar y correa por separado, nunca en soga. El collar no va a hacer que tire menos y si eso es lo que pretendes, contrata a un adiestrador o bien ponle un arnés, de modo que evites estrangulamientos. Adicionalmente, existe un tipo de correa de cuero larga que podemos enlazar en nuestro tronco de modo que nos sea más fácil controlar la tracción del perro.
  • Si es un animal de pelo largo puede funcionar igual de bien con cuero o con nylon, pero si es una raza de pelo muy corto o ralo, valora un collar de cuero para evitar el roce; si le pones nylon, quítaselo al llegar a casa.
  • Si tu perro es de los que le gusta retozar en charcos, meterse por matorrales y embarrarse, de modo que lo tienes que limpiar a menudo, el nylon es tu opción, pues el cuero se oscurecerá muy rápido con los lavados. Respecto a la tela, si tiene estampados, pronto quedarán manchados y perderán su color.
  • Si tienes un perro de raza pequeña, urbano y tranquilo que en lugar de tirar te sigue sin pegar demasiados frenazos, debes optar por collares de su tamaño y pueden ser tanto de nylon como de cuero, e incluso de lazo, ya que no se ahogará. También pueden ser de tela con estampados.

Si no te quieres perder ninguno de nuestros artículos, suscríbete a nuestros boletines

suscríbete a nuestros boletines

Etiquetas
stats