Juguetes de perros y gatos: ¿cómo hay que lavarlos?
Si vives con un gato o con un perro existen muchas posibilidades de que acumules un tesoro en forma de juguetes debajo de tu sofá o de tu cama. O de ambos. Y por mucho de que tu minino prefiera perseguir el tapón de la leche antes que su carísimo ratón motorizado o que tu perrete solo tenga ojos para esa pelota de goma maltrecha, tú los mimas, y siempre acabas comprando algún otro más.
En 2019 nos gastamos 90 euros de media en accesorios y juguetes para nuestros amigos de cuatro patas, según el Estudio Anual sobre Mascotas en España realizado por Tiendanimal. Y haces bien: ellos se merecen todo. Lo que tal vez no habías pensado es que estos juguetes acumulan babas y bacterias a partes iguales. Sí: hay que lavarlos.
“Los juguetes de los perros y de los gatos hay que limpiarlos del mismo modo en que lavaríamos los juguetes de los niños”, explica la veterinaria Marta Hervera. El motivo: tu peludo manipula estos juguetes con la boca y, queramos o no, es normal que acaben llenos de bacterias.
Todo ello sin contar que pasan buena parte de su vida en el suelo, o cogiendo pelusa debajo del sofá. Y, luego, de vuelta a la boca. Así que, igual que friegas tu casa o lavas la ropa, necesitas limpiar las pelotas, puzles de comida, ratoncitos de peluche y demás accesorios de tu compañero peludo.
Cómo lavarlos depende del tipo de juguete; si es de tela o de goma o, en el caso de los gatos, de si contiene hierba gatera. Además, algunos juguetes son más lavables que otros; aunque en general cada vez resultan más sencillos de limpiar, si sabes cómo.
A la lavadora: juguetes de tela, cuerda o con pelo
La mayoría de los ratoncitos de pelo o de tela, juguetes gatunos con plumas, peluches o mordedores perrunos de cuerda pueden lavarse bien a mano, con agua enjabonada. Un jabón neutro es suficiente. O, más, sencillo, mételos en la lavadora. El jabón de la ropa y el agua caliente deberían bastar para eliminar los gérmenes, así como las manchas. Pero ten en cuenta algunos consejos:
- Mete los juguetes pequeños, sobre todo los gatunos, en una bolsa o red de tela, para que no se pierdan entre la ropa.
- Evita los detergentes perfumados, con aromas fuertes, así como el suavizante. Los gatos, sobre todo, pero también los perros, pueden rechazar un juguete con un olor intenso. Por eso, escoge un producto lo más neutro posible. Y olvídate de la lejía y de cualquier producto con amoniaco.
- Otro truco: cuélgalos para que se sequen al aire. La secadora puede hacer que encojan o se deformen; y los juguetes de cuerda pueden acabar destrozados.
La mayoría de los ratoncitos que contienen catnip, una hierba que incita el juego de tu minino, son de tela. Pero esta hierba perderá sus encantos felinos una vez que la laves. Recuerda comprar un poco de esta planta seca para rellenar o rebozar el juguete.
¿Cómo limpio pelotas y juguetes de goma o plástico?
Lo primero: “Pásales un trapo cada dos o tres días”, apunta Hervera. Esto ayuda a retirar tanto el polvo como otros sólidos que hayan podido quedar adheridos a la superficie del juguete o del puzzle de comida. Sean restos de comida, de hierba o grumos no identificados: todo debe ir fuera. Después, lávalos con jabón.
La mayoría de las pelotas y otros juguetes de goma, silicona o plástico que manipule tu amigo perruno o gatuno resultan sencillas de lavar con un jabón común, “vale el mismo que usemos para los platos”, añade la veterinaria. Retira los residuos con una esponja o una bayeta, no con un estropajo, ya que podría arañarlos; y en esas pequeñas hendiduras es más fácil que se acumulen bacterias.
“Muchos podemos meterlos al lavaplatos sin ningún problema”, añade la veterinaria. Pero antes de aventurarte, revisa las instrucciones del fabricante: algunos juguetes de plástico blando pueden deformarse, y hasta hacerse añicos, con las altas temperatura del lavavajillas.
Lo laves como lo laves, repite la operación de forma periódica, al menos cada dos semanas. Y recuerda: los juguetes que reciben un montón de amor necesitan asearse más a menudo. Pero tan pronto como salgan de la lavadora y sequen bien, tu minino o perrete recuperará a su amigo.
¿Cuándo es hora de tirar el juguete?
Perros y gatos tienen sus juguetes preferidos. Ese que llevan a todos lados, con el que juegan todos los días; y hasta duermen con él. Conclusión: acabará hecho polvo antes. Si no quieres herir la sensibilidad de tu peludo, puedes remendarlos hasta la saciedad. Aun así, hay señales que avisan de que el adiós es inevitable.
- Juguetes de tela. Cuando el relleno empieza a asomar, tíralo. No quieres que tu peludo se lo trague y acabe en el veterinario.
- Juguetes de plástico. Cuando empiezan a hacerse pedazos, es hora de despedirse de ellos. Esos trocitos pueden acabar en el estómago de tu camarada de cuatro patas. Tampoco es bueno que estén muy arañados, porque esas hendiduras facilitan que se acumulen bacterias.
- Juguetes de pelo o con plumas. Lo mismo: cuando veas que el juguete empieza a deshacerse es hora de reemplazarlo.
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