Siete plantas con flor que aguantan bien en interiores (y cómo cuidarlas)
¿Estás buscando una forma sencilla de dar color a tu hogar sin tener que cambiar el color de las paredes cada dos por tres? Aunque creas que las plantas de interior son aburridas y no tienen flor, déjame que te diga que no es del todo cierto. Hay muchas opciones que te darán un extra de vidilla si dispones de las herramientas adecuadas y comienzas con estas siete ideas.
¿Hay plantas de interior con flor?
Cuando pensamos en plantas de interior a menudo visualizamos especies con enormes hojas verdes (sin flores) que adornan nuestros espacios interiores. Es bastante común experimentar que muchas de estas plantas no producen flores como lo hacen otras en exterior, que al comenzar la primavera se llenan de estas. ¿Por qué ocurre?
No se trata solo de la especie. Está claro que, en condiciones normales, una Monstera no producirá flores tan exuberantes como lo hará una hortensia, por ejemplo.
Pero, ¿las plantas de interior como la Monstera tienen flores? Por supuesto que sí, y la razón principal de que no las hayamos visto nunca en nuestras casas radica en el entorno artificial en el que estas plantas 'de interior' viven.
A diferencia de sus colegas del exterior, las plantas de interior están expuestas a condiciones de luz, humedad y temperatura que pueden ser bastante diferentes y, a veces, menos óptimas para la floración.
La luz es un factor crucial para el desarrollo de las flores en las plantas. Muchas especies necesitan una cantidad específica de luz solar directa para desencadenar el proceso de floración. En interior, la luz puede ser limitada, lo que puede afectar a la capacidad de la planta para producir estas flores. Si tu planta no tiene flores seguramente sea por esta razón. También se dan otras causas ajenas a la luz, como el estrés causado por prácticas de cuidado mejorables (riego irregular, el exceso o la falta de fertilizante, tamaño limitado de la maceta…), que pueden afectar negativamente la capacidad de la planta para florecer.
A pesar de estos desafíos, existen muchas plantas de interior que pueden florecer con el cuidado adecuado y las condiciones propicias. Veamos algunas.
Las mejores plantas de interior con flor
Anturio (Anthurium)
Este clásico en interiores es una planta epifita (de las que viven ancladas a otros árboles en la naturaleza) con hojas súper brillantes en forma de corazón y cuya flor, que en realidad es una inflorescencia con una bráctea de color rojo, rosa, blanco o incluso verde, aparece en primavera y verano.
- Cuidados: prefiere la luz indirecta brillante y un suelo bien drenado. Le gusta el sustrato ligeramente mojado y un ambiente con una humedad alta (55-80%), si no, sus hojas mostrarán puntas secas. Puedes cortar sus flores una vez se marchiten, ayudarán a que la planta equilibre sus nutrientes.
Begonia (Begoniaceae)
Este género de plantas herbáceas perenne posee una gran variedad de formas y colores de hojas que da un juego enorme dentro de casa, desde lisas y brillantes hasta peludas y texturizadas. Las flores pueden ser de diversos colores, incluyendo rojo, rosa, blanco y amarillo, y aparecen durante todo el año.
- Cuidados: prefieren la luz indirecta brillante y un suelo bien drenado. Las begonias son susceptibles a los hongos, con lo que bajo ningún concepto es buena idea pulverizar sus hojas. La humedad quedará retenida apareciendo enfermedades fúngicas como el mildiu polvoriento.
Kalanchoe (Kalanchoe blossfeldiana)
Se trata de plantas suculentas con hojas carnosas y flores que se muestran en primavera en forma de pequeñas estrellas que pueden ser de diversos colores, como rojo, rosa, amarillo y naranja.
- Cuidados: prefiere la luz brillante, incluso algo de sol directo (no muy fuerte). Riégala solo cuando lo necesite y dejando que se seque el sustrato casi por completo, si no será casi inevitable que tengas problemas de pudrición de raíces.
Bromelia (Bromeliaceae)
Este es otro de los grupos de plantas epifitas más famosos, con hojas rígidas y en ocasiones espinosas que forman una roseta. Su floración en cualquier época del año produce una inflorescencia muy llamativa en el centro de la roseta.
- Cuidados: prefiere la luz brillante pero indirecta y un sustrato bien drenado. Puedes utilizar una mezcla de fibra de coco y corteza de pino. Para regar añade agua en la roseta central y asegúrate de mantenerla llena, tal y como ocurriría en la naturaleza tras una gran lluvia. Eso sí, no lo hagas sobre sus hojas, correrás el riesgo de que se pudra.
Flor de Navidad (Schlumbergera)
Esta cactácea tiene hojas planas y segmentadas y produce flores tubulares en tonos rojos, rosas, blancos o naranjas, normalmente en invierno, por eso algunos la llaman “cactus de Navidad”.
- Cuidados: no es delicada con algo de sol directo, pero prefiere la luz indirecta brillante y, como buena suculenta, un sustrato que drene genial. Si observas que sus hojas se arrugan puede ser por dos razones –que en realidad son la misma–, que esté pasando sed o que sus raíces se hayan podrido por exceso de humedad en el suelo.
Lirio de la paz (Spathiphyllum)
Esta herbácea con hojas verde oscuro brillantes produce espádices de flores blancas que se elevan sobre el follaje en cualquier momento del año si se le proporcionan las condiciones adecuadas.
- Cuidados: prefieren la luz indirecta brillante y necesitan riego regular, ya que si pasa algo de sed, sus hojas se caerán de forma algo dramática. Utiliza un sustrato con un drenaje excelente, rico en fibra de coco o perlita, así estos continuados riegos no supondrán una amenaza para la salud de las raíces.
Orquídea (Orchidaceae)
Esta familia de plantas epifitas cuenta con más de 25.000 especies de orquídeas, aunque en casa solemos ver casi siempre las del género Phalaenopsis, Cymbidium o Dendrobium.
- Cuidados: en casa solemos tenerlas en macetas transparentes con un sustrato de musgo de Sphagnum o corteza de pino, nunca con un sustrato tipo universal ya que acabaríamos pudriendo a nuestra planta. El riego se puede hacer pulverizando directamente las raíces (emulando a una lluvia tropical) o poniéndolas en un tiesto para regarlas por inmersión. Piensa que al no vivir en un sustrato al uso, debemos de ser nosotros quienes le otorguemos ese preciado alimento sin el cual no podría vivir como toca; así que aprovecha el riego para añadir unas gotas de fertilizante al agua.
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