La postura del árbol: yoga para tonificar piernas y mejorar el equilibrio a partir de los 50

Elena Segura

22 de octubre de 2024 13:01 h

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Está claro que el yoga es una cuestión de equilibrio, pero en la ejecución de la postura del árbol adquiere especial relevancia. Esta asana (que es como se denomina a las diferentes posturas) es una pose de equilibrio que se asemeja a un árbol enraizado y extendiendo sus ramas hacia el cielo. Es una asana en la que el individuo se queda sobre un pie mientras el otro se apoya contra el muslo o la pantorrilla de la pierna de apoyo.

El yoga se ha convertido en una de las prácticas de ejercicio de bajo impacto más recomendadas para fortalecer musculatura y mejorar el bienestar general. A partir de los 50, esta antigua disciplina puede convertirse en una buena aliada. Combina posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación, no solo promueve la flexibilidad y la fuerza, sino que también proporciona un espacio para la relajación. A medida que aumenta el frenesí de nuestra vida diaria, las personas buscamos en esta disciplina un apoyo para mantenernos saludables. 

Conocida también por el nombre vrikshasana, practicar de forma diaria la postura del árbol es una vía para mejorar la concentración y el equilibio. Al mantener la postura, se requiere enfocar completamente la atención en los músculos y en un punto fijo. Además, la postura mejora la circulación, beneficiando la función cerebral. La postura del árbol es adecuada para principiantes, pero es importante practicarla con paciencia y respetando los límites del propio cuerpo.

La pose del árbol se basa en los principios fundamentales del yoga, como la alineación corporal, la concentración y la respiración consciente. Al realizarla, es esencial mantener la columna vertebral recta y los hombros relajados. Los brazos pueden extenderse hacia arriba, imitando las ramas de un árbol, o unirse en posición de oración frente al pecho. Esta postura puede ser desafiante al principio, pero con práctica y paciencia, se puede lograr un mayor equilibrio y estabilidad.

Cómo se realiza la postura del árbol

La postura del árbol está compuesta de pasos muy sencillos, su única dificultad reside en el reto de mantener el equilibrio. Para realizar la postura del árbol en yoga, sigue estos pasos:

  1. Comienza en tadasana (la postura de la montaña). Para ello, mientras estás de pie junta los pies y mantén la columna vertebral recta. La de la montaña es una postura de yoga utilizada como punto de partida para otras posiciones en esta disciplina.
  2. Transfiere el peso a un pie y levanta el otro pie, colocando la planta en el interior del muslo o la pantorrilla de la pierna de apoyo. Puedes adaptar la postura del árbol según tu nivel de flexibilidad y equilibrio. Por ejemplo, puedes apoyar el pie en el tobillo en lugar de subirlo al muslo.
  3. Encuentra tu equilibrio y lleva las manos al centro del pecho en posición de oración o extiéndelas hacia arriba como ramas de un árbol.
  4. Fija la mirada en un punto frente a ti para ayudar a mantener el equilibrio y enfoque. Recuerda mantener presión en el interior del muslo con la planta del pie, te ayudará a mantener el equilibrio. Si tienes dificultades con el equilibrio, puedes apoyarte en una pared o utilizar un objeto para mantener el equilibrio hasta que te sientas más cómodo.
  5. Mantén la postura durante varias respiraciones profundas, tratando de mantener la concentración y la estabilidad.
  6. Repite el proceso en el otro lado, cambiando la pierna de apoyo.

Beneficios físicos de la postura del árbol

Al desafiar nuestro equilibrio físico, desarrollamos fuerza en las piernas, los tobillos y los músculos estabilizadores. Además, al enfocar la atención en mantener la postura y la respiración, contribuimos a una mejora de la concentración:

  1. Fortalece las piernas, especialmente los gemelos y los tobillos.
  2. Estira la ingle, los muslos, los hombros y el pecho.
  3. Estimula la digestión, contribuyendo al alivio del estreñimiento y manteniendo el buen funcionamiento de los riñones.
  4. Permite trabajar el sentido del equilibrio y de la coordinación.
  5. Está especialmente indicada para casos de pies planos y ciática.
  6. Ayuda a corregir tu postura si tiendes a encorvarte y te cuesta mantener la espalda erguida.
  7. Contribuye a ganar flexibilidad, ya que es una postura de yoga que trabaja la apertura de caderas.
  8. Permite alinear el cuerpo, y por eso es una asana que, dentro de la práctica de yoga, sirve para prepararnos para hacer otras asanas.

Otras posturas fáciles de yoga

Existen más posturas de yoga sencillas que se pueden hacer sin riesgo desde casa, y que te ayudarán a mejorar la flexibilidad y el equlibrio:

  • La postura del perro que mira hacia abajo es una de las posturas de yoga más populares y beneficiosas. La postura del perro que mira hacia abajo es una asana que se realiza en cuatro puntos de apoyo: las manos y las rodillas. Es una de las posturas más comunes en cualquier secuencia de yoga, incluyendo el llamado saludo al sol. La postura implica levantar las caderas hacia el techo y estirar las piernas y los brazos para formar una uve invertida. En la postura final, las palmas de las manos y las plantas de los pies están firmemente plantadas en el suelo, y la cabeza cuelga.
  • Postura del niño: esta es una de las mejores posturas para descansar, relajar la espalda y los hombros así como para estirar la cadera, los muslos y los tobillos. La postura simula o evoca la posición de un bebé o niño relajado, tumbado con las rodillas dobladas, la barriga hacia abajo y la frente apoyada en el suelo.
  •  El saludo al sol es una de las series de yoga más populares y utilizadas. Sus asanas completas permiten tonificar y fortalecer cada parte del cuerpo y estirar la musculatura mientras se presta atención a la respiración y se alcanza una relajación cada vez mayor.