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La primavera es una estación especialmente bonita y agradable por el aumento de la luz solar, la floración y el reverdecimiento de los árboles, así como por la progresiva calidez del ambiente.
No obstante, para los alérgicos -un grupo cada vez mayor de personas- también representa una fuente de malestares e incomodidades provocadas, principalmente, por el aumento del polen en el aire y por una presencia mayor de ácaros.
Las rinitis, las conjuntivitis, los problemas respiratorios relacionados con el asma alérgica y otros trastornos, pueden afectar a los alérgicos en primavera, por lo que conviene que puedan estar en ambientes poco cargados de polen, partículas vegetales y ácaros, para poder tener una mejor calidad de vida.
No solo es una cuestión de no tener que andar siempre con un pañuelo, o con gotas para los ojos. También se ve alterada la calidad del sueño, algo mucho más grave y que puede dar lugar a otros trastornos más preocupantes. Por lo tanto, una buena ventilación de las casas nos asegurará, y una limpieza escrupulosa, nos asegurará un ambiente libre de agentes alérgenos.
Ahora bien, la ventilación puede tener el problema de qué si bien eliminará las impurezas que puede haber en el aire interior, traerá del exterior nuevo polen y nuevas partículas vegetales, por lo cual en primavera es una solución poco práctica.
Sin embargo, contar con un buen purificador de aire, que nos elimine con sus filtros HEPA todos estos agentes alérgenos, puede ser una solución muy interesante, especialmente en zonas como el salón o los dormitorios.
Es por ello que en Consumoclaro de traemos los mejores modelos para esta primavera.
Cuatro modelos interesantes
Rowenta Pure Air Essential PU2530
Se trata de un purificador de aire con prefiltro, filtro de carbón activo y filtro de partículas finas, lo que permite eliminar a nivel de polvo, polen y ácaros, que causan la mayoría de alergias. Tiene tres velocidades y presenta un “modo silencio”, así como un indicador de cambio de filtro y un temporizador para programarlo.
Con su potencia es capaz de procesar de 230 m3 por hora (3.800 litros por minuto), lo que lo hace adecuado para purificar habitaciones de hasta 90 m2. El filtro de carbón activo elimina los gases, los humos, los olores y los contaminantes dañinos del aire de espacios interiores, incluidos los compuestos orgánicos volátiles (COV).
Xiaomi AC-M6-SC Air Purifier 3H UE
Otro modelo interesante que presenta un triple filtro filtro multicapa que elimina de forma eficiente sustancias nocivas como pm2.5 y formaldehído. El filtro de primera capa elimina partículas grandes como el pelo y el polvo; el filtro de segunda capa elimina partículas pequeñas del tamaño de micras (polen, ácaros) y la tercera capa de carbón activado absorbe sustancias nocivas.
Es capaz de ofrecer suministro de 6660 litros de aire limpio por minuto, unos 280 m3 por hora. También es interesante su sensor de partículas láser de alta velocidad, ya que puede detectar pequeñas partículas y hacer en tiempo real una valoración de la calidad del aire interior.
ðð» Recomendado de ConsumoClaro: LEVOIT Purificador de Aire
Aquí tenemos un purificador de aire con filtro HEPA H13 -filtra virus y bacterias- y capaz de procesar 187m³/h, ideal para una habitación de 40m². Destaca también por su modo silencioso de 24dB. según el fabricante elimina el 99,97% de las causas de alergias respiratorias, como polen y ácaros, así como el olor a tabaco o de las mascotas. Ideal para dormitorios.
Philips Ac0820
Pequeño y compacto modelo capaz de purificar una superficie de 49 m2. Presenta los filtros para eliminar el 99,5% de los alérgenos del aire y posee un indicador de la calidad del aire en tiempo real. Perfecto para despachos, salones y dormitorios.
Qué es un purificador de aire
En esencia, un purificador de aire tiene los principios físicos de una aspiradora, pues absorbe el aire por un extremo y lo suelta por otro, no sin antes hacerlo pasar por una serie de filtros que retienen las partículas de menor o mayor tamaño, especialmente el polen y partículas de polvo, así como ácaros y esporas.
Para ello, utiliza principalmente filtros HEPA de celulosa o fibra de vidrio, que son capaces de retener las partículas más pequeñas. De este modo, el aire que sale del purificador sale libre de polen y partículas, lo que es ideal para alérgicos.
De todos modos, en función de la calidad y el precio de purificador, tendrá más o menos filtros, pudiendo sumar filtros de carbón activado para retener compuestos orgánicos tóxicos que pueda contener el aire -como ciclos aromáticos derivados del benceno, éter, aldehídos, etc.-, o bien radiadores ultravioleta que en lugar de retenerlos los oxidan.
En el precio de estos aparatos incide la potencia que tengan, ya que pueden oscilar entre los 100 vatios, que sería una bombilla potente, hasta los 1000 vatios, más cercanos al consumo de una bomba de calor.
Cuanto más grande sea el volumen de aire a purificar, más potencia necesitaremos. Adicionalmente, pueden contar con un humidificador y un ionizador, ya que al paso por el purificador el aire se reseca y se polariza eléctricamente, lo que es contraproducente.
¿Qué ventajas tienen?
Entre sus ventajas, cuentan con limpiar con eficacia y relativa rapidez el aire de un salón o una habitación, lo que puede venir muy bien a alérgicos, pero también a personas con problemas respiratorios y con riesgo de COVID-19 por patologías previas, además de permitir en general una mayor calidad de sueño y eliminar malos olores domésticos y compuestos tóxicos del aire.
Algunos, incluso cumplen tareas de calentamiento en invierno y de ventilación en verano. En este sentido, el purificador de aire parece un electrodoméstico destinado a quedarse.
Purificadores del aire: limitaciones
Estos aparatos tienen sus limitaciones. La primera de ellas es que su consumo en estancias de grandes volúmenes de aire puede dispararse, sumándose al consumo global de energía de otros electrodomésticos y generando la lógica preocupación medioambiental.
Además está el tema de los filtros, que se deben cambiar casi mensualmente y, por lo tanto, generan un consumo cautivo, además de crear un residuo ambiental que puede crecer con el tiempo. Especial preocupación provoca el hecho de que cada vez más modelos incluyan filtros de carbón activado, que capturan los compuestos tóxicos pero no los degradan.
El problema es que el carbón activado se satura rápidamente y hay que cambiar el filtro sin posibilidad de reciclar los usados, de modo que se corre el riesgo de llenar los vertederos de compuestos tóxicos.
Además, se desconoce si el tratamiento de los compuestos volátiles orgánicos con rayos ultravioleta los degrada a otros compuestos inocuos o bien los puede convertir en subproductos de mayor peligrosidad.
Finalmente, el aire que generan los purificadores presenta los mismos problemas que los de las bombas de calor: reseca mucho las mucosas, lo que puede dificultar la respiración y, paradójicamente, afectar más a las personas alérgicas.
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