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No somos pocos los que a veces nos hemos preguntado cómo actuaríamos ante “el Fin del Mundo” o alguna especie de evento que cambiara nuestro día a día de manera radical. Y no es que sea nada extraño: tanto la ficción –con géneros como el de zombies– como la producción documental –¿cuántos nos acordamos de El Último Superviviente?- a veces nos ayudan a imaginarnos en estas situaciones.
Aunque uno no sepa que deparará el futuro, la realidad es que podemos prepararnos para una situación de extrema necesidad. Los denominados “kits de supervivencia” pueden ser una gran ayuda en según qué momentos. Estos suelen consistir en un paquete, mochila o bolsa donde guardamos ciertos utensilios que, si se requiere, pueden facilitarnos mucho realizar ciertas tareas o aguantar algunos días si fuera necesario.
Lejos de ser una medida alarmista, contar con un kit de supervivencia o una pequeña despensa donde podamos encontrar algunas cosas de necesidad básica -latas de conserva, botiquín, etc.- es una manera de asegurarnos que ante una situación de necesidad, dispongamos de un lugar al que acudir. Además, puede ser un buen ejercicio para tranquilizarnos.
Kit de supervivencia: los mínimo necesario
Ante una emergencia, los kits de suministros básicos (según los denomina el Gobierno de los Estados Unidos) o kits de supervivencia pueden facilitarnos los días de después. Ahora bien, ¿qué necesitamos en un kit de supervivencia?
Según las recomendaciones del Gobierno de los Estados Unidos, un kit de suministros básicos debe contener:
- agua
- alimentos no perecederos (arroz, legumbres)
- radio a pilas
- una linterna
- un botiquín
- un silbato
- mascarillas
- toallitas húmedas
- llaves
- abrelatas
- un teléfono móvil
- mapas de la zona
Si queremos montarnos nosotros mismos un kit de supervivencia, hay que reflexionar sobre lo que podríamos llegar a necesitar en las primeras 72 horas. Respecto a este tiempo, hay que tener en cuenta que podemos llegar a requerir durante esos primeros días cosas como: agua, alimentos fáciles de cocinar (o que no requieran cocinado, como latas)... Eso sí, si queremos crearnos un kit propio, ¿qué necesitamos exactamente?
En ConsumoClaro hemos consultado Manual de supervivencia del SAS, una obra escrita por John Lofty Wiseman, un exmilitar del SAS británico. En esta guía, el exsoldado explica qué es lo mínimo necesario para poder sobrevivir en cualquier situación. En base a esta obra, hemos elaborado la siguiente lista:
1. Pastillas potabilizadoras.
Ante un apagón, un problema en el suministro o un fenómeno meteorológico puede que conseguir agua se convierta en un problema. Por eso es muy buena idea contar con pastillas potabilizadoras de agua.
Se trata de un compuesto que, por cada una, es capaz de hacer un litro de agua potable. Cuestan alrededor de 10 euros y son muy fáciles de guardar. Esto nos permite ahorrar espacio y tener agua para varias semanas si se nos acaba la reserva.
2. Señalización.
¿Y si el desastre nos obliga a salir de casa? Entonces es muy buena idea haber adquirido algunas piezas clave que nos ayuden tanto a ubicarnos como a que nos ubiquen.
El esencial es la brújula. Una herramienta que nos facilitará la orientación y sencilla de utilizar. Pueden encontrarse modelos realmente pequeños que pueden guardarse prácticamente en cualquier lugar.
Además de la brújula, es buena idea disponer de un silbato –aunque es mejor tener dos, por si somos más de una persona–, que puede ser indispensable para no perder a nuestro acompañante. También pueden incluirse: un espejo para reflejar luces y una luz química, para señalizar el camino o alguna zona.
3. Fuego.
El fuego es un elemento esencial para sobrevivir ante una situación extrema. No solo aporta calor, sino que puede servirnos para cocinar o iluminar un espacio. Por lo tanto, hacer fuego es esencial.
Para esto podemos hacernos con un pedernal o yesca para poder hacer fuego con facilidad. También es buena idea tener cerillas y velas encima que puedan darnos algo más versatilidad, ya que, si lo que queremos es iluminar una zona, puede que el pedernal sea menos útil.
Para crear una hoguera o un pequeño fuego para cocinar o entrar en calor, es recomendable guardar algodón, ya que es un material muy inflamable y puede ser una gran ayuda para crear una llama. También puede ser buena idea buscar un hornillo pequeño.
4. Almacenamiento.
Uno de los grandes problemas puede ser guardar y transportar, por ejemplo, agua. Para solventar este problema existen dos opciones.
La primera, y más barata, es el preservativo. Aunque tengan otra función, el látex de los condones es realmente resistente y tiene capacidad para 1 litro de agua. Además, es buen lugar para potabilizar el agua.
La segunda es una cantimplora. Si vamos a hacernos con una, os recomendamos la cantimplora de Lixada: no solo tiene capacidad para 1 litro, sino que este pack incluye una taza de 600 mL y un hornillo. Esto puede ser esencial para cocinar o calentar ciertos alimentos.
5. Costura y pesca.
Otra de las partes esenciales de cualquier kit de supervivencia es contar con agujas e hilos, por una parte, y anzuelos y sedal por otra. Las agujas e hilos pueden ayudarnos a suturar heridas o a arreglar algunos rotos en la ropa; mientras que los anzuelos y el sedal podrán permitirnos pescar.
6. Botiquín.
Un botiquín es obligatorio en cualquier kit de supervivencia. Este debe estar compuesto, como mínimo, de: sedante, gasas, analgésicos, suturas de mariposa, cuchilla quirúrgica, permanganato potásico (que sirve para esterilizar el agua) y antihistamínicos. Aquí tenemos un ejemplo.
7. Sierra flexible.
Esta herramienta es una sierra normal que se puede doblar y guardar, muy útil y fácil de utilizar “incluso para cortar árboles” y conseguir leña. Podéis ver este ejemplo de VORCOOL.
Todo lo anterior es bueno tenerlo a mano y guardado en una mochila para que sea fácil de sacar en caso de emergencia.
Un pasito más para sobrevivir
Con lo anterior tendremos un equipo básico de supervivencia que nos permitirá aguantar durante varios días e incluso potabilizar nuestra agua y conseguir comida. Ahora bien, si creemos que lo anterior se queda corto, hay otras herramientas que pueden ser realmente útiles:
Mantas térmicas.
Uno de los grandes problemas de la supervivencia es huir del frío y del calor. Por eso las mantas térmicas son un bien muy necesario: son mantas brillantes construidas normalmente en poliéster aislante que evitan cambios bruscos de temperatura. Ideal para dormir por las noches al aire libre.
Cinta aislante.
Otra herramienta que, simplemente, es bueno tener encima, ya que su utilidad es casi infinita. Desde inmovilizar una articulación, hasta unir elementos o tapar rotos en la ropa.
Cuchillo o pala militar.
Una pala puede ser una herramienta básica y útil tanto en situaciones en las que nos tengamos que defender como en las que necesitemos remover o cavar. Las palas militares tienen como atractivo ser multifuncionales: pueden funcionar como sierra, hacha, pala, pico… Para ver un ejemplo, pueden acudir a esta de Oziral.
El cuchillo es otro elemento esencial. Ya sea un cuchillo de gran tamaño para poder cortar cualquier cosa o una navaja multiusos que, además del filo, tenga destornillador, alicates, etc.
Linterna.
Otro gran añadido para nuestro kit: una linterna nos permite tener una iluminación mucho más eficiente y potente que cualquier fuego. Por ejemplo esta.
Una vez hemos tratado todos estos puntos, ¿hay algo más que podamos añadir a nuestro kit de supervivencia? La realidad es que sí, aunque esto ya es a gusto de cada uno.
Además, en ConsumoClaro te recomendamos que, si piensas crearte tu kit propio, pienses en añadir:
- Infusiones y café soluble. Puede parecer una nimiedad, pero es un elemento que puede subir la moral y “ser un capricho” agradable.
- Comida. Lo ideal es guardar comida deshidratada, chocolate, sal, azúcar, leche en polvo y comidas en lata. Esto nos permitirá tener algo más de margen.
- Papel y lápiz. No solo puede ayudarnos a abstraernos y relajarnos en momentos de tensión, sino que puede sernos de utilidad para recordar ciertas cosas.
- Libros y juegos de mesa pequeños. Sobre todo para quienes tengamos pequeños en casa, aunque ocupen espacio, pueden ser un alivio para momentos de tensión.
Kits de supervivencia ya montados
Aunque lo más recomendable es hacernos nuestro propio kit de supervivencia, existen algunos que se venden ya montados. Esto puede ser una solución rápida para quienes no quieren dedicar tiempo a la creación de uno, pero al ser packs no podremos adaptarlos a nuestras necesidades:
Por 29 euros, el Limitless es un “kit de supervivencia pequeño” pero “completo” del mercado. Se trata de un kit que incluye varias decenas de herramientas: un LED rojo, dos mini luces químicas, un silbato, 2 metros de paracord, alambre de acero, alambre de cobre, lápiz y papel, y un largo etcétera.
Por 43,95 euros, el kit de AuRiver es uno de los favoritos de los usuarios. Es un equipo con 24 funcionalidades, incluyendo un alicate multiusos, una navaja y una sierra flexible. Además, incluye un pequeño botiquín de primeros auxilios.
Por 36,88 euros, el pack de Adventure Medical Kits es una opción que, siendo realmente pequeña, dispone de una cantidad de herramientas nada desdeñable. Dispone de navaja, luz LED, una guía de supervivencia, anzuelos, sedal, brújula, alambre, hilo, etc.
Además, es impermeable.
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