Cinco remedios caseros para mejorar el dolor y el picor de garganta

Consulta a tu médico si el dolor de garganta persiste.

Elena Segura

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Sales a la terraza y estás a 35 grados. Te metes dentro del local y la temperatura baja a los 24. Después de un rato tomando algo, cae la noche y sales a la calle: 15 grados y sin rebequita por si refresca. Los cambios de temperatura pueden traer consigo dolor y picor de garganta, sobre todo con el paso de una estación a otra. La picazón, la necesidad de rascarse y el ardor son algunos de los síntomas que has podido experimentar. Puede tratarse de una dolencia pasajera, pero recuerda que si el dolor o picor de garganta persiste en el tiempo o va acompañado de otras molestias es importante que consultes a tu médico de cabecera. Sin embargo, en la mayoría de los casos, puedes encontrar alivio sin tener que acudir inmediatamente a tu médico. Aquí te damos cinco remedios caseros para mejorar el dolor y el picor de garganta

 Gárgaras con agua salada

Hacer gárgaras con agua tibia con sal puede ayudar a calmar la irritación en la garganta. La sal extrae la mucosidad del tejido inflamado e hinchado y ayuda a aliviar las molestias. Un estudio publicado en el 2005 en el American Journal of Preventive Medicine explicó que hacer gárgaras de agua con sal tres veces al día previene en un 40 por ciento la posibilidad de sufrir infecciones en la garganta y las vías respiratorias. Para hacer una solución de agua con sal solo se necesitan dos cosas: sal y agua tibia. Es importante que el agua esté tibia para que la sal se disuelva. Te aconsejamos mezclar 1/4 o 1/2 cucharadita de sal de mesa a un vaso de agua tibia. Hacer gárgaras con agua salada es un remedio casero sencillo:

  1. Crear una solución de agua con sal
  2. Hacer gárgaras con la solución
  3. Escupir la solución sin tragarla
  4. Repetir todas las veces necesarias para aliviar el dolor de garganta

Aunque las gárgaras con agua con sal pueden ayudar a aliviar la garganta irritada o dolorosa, no son adecuadas para todo el mundo. Por lo general, los niños menores de seis años muestran dificultades a la hora de hacer gárgaras. Es por esto que no recomendamos este remedio para los más pequeños.

Infusiones con miel

Tomar té o agua caliente con limón y miel es una manera tradicional de aliviar un dolor de garganta. Pero la miel por sí sola también puede ser un remedio eficaz para aliviar la tos. La receta de miel con limón es una antigua práctica curativa que se ha utilizado durante siglos en todo el mundo para tratar diversas dolencias.

Si por algo es célebre la mezcla de miel con limón es por su capacidad para aliviar la tos y el dolor de garganta. La miel es conocida por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, que pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor de la garganta. Por su parte, el limón puede ayudar a disolver la mucosidad y a reducir la congestión, lo que alivia la tos y facilita la respiración.

Uno de los beneficios más destacados de la miel con limón es su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico. La miel es rica en antioxidantes y enzimas, que ayudan a combatir los radicales libres y otros agentes dañinos que pueden debilitar nuestro sistema inmunológico. Por su parte, el limón es una excelente fuente de vitamina C, que es esencial para mantener una buena salud inmunológica. Juntos, la miel y el limón pueden ayudarnos a prevenir enfermedades y a mantener nuestro cuerpo protegido y en óptimas condiciones.

Infusiones de tomillo y jengibre

El tomillo es una hierba con muchísimas propiedades medicinales, entre las que destaca que es antiséptico y, por ende, ayuda a reducir las molestias que se sienten cuando la garganta está irritada. Prepara una infusión añadiendo una cucharada de hojas secas de tomillo en una taza de agua hirviendo, cuela el líquido y realiza gárgaras con el preparado. Si lo prefieres, puedes tomarlo a modo de infusión añadiéndole un poco de jugo de limón.

Te recomendamos que también le añadas jengibre. Esta raíz es un remedio socorrido para combatir los principales síntomas del resfriado, incluida la irritación e inflamación de garganta. Si no te gusta el sabor del tomillo, también puedes preparar una infusión de jengibre. Añade unas rodajas peladas de esta raíz en un cazo con agua, espera a que hierva y deja reposar unos cinco minutos. Luego tendrás que colar el líquido obtenido y para mejorar su sabor puedes añadir un poco de miel y jugo de limón a la infusión.

Mantente hidratado

Mantenerte hidratado es una parte importante del tratamiento para el dolor de garganta. Cuando te deshidratas, tu cuerpo no puede producir suficiente saliva y mucosidad para mantener tu garganta lubricada de forma natural y esto empeora la hinchazón y la inflamación. El agua es una buena opción, al igual que los tés o sopas calientes.

Ten en cuenta que el té o la sopa caliente pueden quemar la garganta ya sensible y empeorar el problema, por lo que asegúrate que estén a una temperatura adecuada. Evita la cafeína y el alcohol, que pueden deshidratarte aún más.

Usa un humidificador

Respirar aire húmedo puede ayudarte a calmar el tejido inflamado en la nariz y la garganta. Utiliza un humidificador de vapor fresco para aumentar la cantidad de humedad en tu habitación. Puedes comprar humidificadores en cantidad de tiendas minoristas.

Si no tienes un humidificador, aún puedes obtener los beneficios del aire húmedo. Respirar el vapor que produce una ducha caliente te ayudará a que se reduzca la hinchazón y se alivie la incomodidad del dolor de garganta. También puedes crear vapor preparando un barreño de agua caliente. Coloca una toalla sobre tu cabeza e inclínate en la palangana para respirar el vapor. Sigue respirando profundamente durante varios minutos y repite tantas veces como sea necesario; esto ayudará a aliviar el dolor de garganta. Agrega una cucharada de ungüento de mentol al agua hirviendo para llenar el aire con los aromas descongestionantes del mentol.

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