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Si buscamos flores que duren, la respuesta está en cortar y secar. Es más, tras años de vivir denostadas y relegadas a los popurrís aromáticos de Ikea, las flores secas vuelven con fuerza renovada. Basta con darnos una vuelta por las redes sociales para comprobarlo: las flores secas viven su momento, y regresan convertidas en un fetiche indispensable para decorar el salón o la habitación.
Aunque en esta rencarnación, las flores secas huyen de estridencias y del color vibrante de sus versiones frescas: al contrario, las flores secas celebran la forma, reivindican la estructura, la imperfección y la edad. No necesitan más: nos gustan sus colores pálidos, su paleta de tonos algo anticuada, pero infalible para poner ese toque vintage tan buscado en la decoración de nuestros espacios interiores.
Existen más motivos para amarlas:
- un ramo de flores secas dura todo un año, si no más, antes de que nos pida que lo reemplacemos
- también son, con diferencia, una opción más sostenible que los ramos de flores frescas, sobre todo, si estas vienen del otro lado del mundo, no son locales o de temporada
- y las flores secas duran mucho más, por eso, además, son más baratas
Aviso: cuando te sumerges en el mundo de las flores secas, no tardas en caer en sus influjos; es fácil fascinarnos, sobre todo, porque muchas especies son incluso más bonitas en su versión seca. Y aunque podemos comprarlas ya preparadas, la mayoría de las flores son muy sencillas de cultivar en la terraza y de secar en casa, o de secar en casa a partir de un ramo de flores frescas. ¡Y es tan fácil y barato como cortarlas, ponerlas boca abajo y esperar!
Lo primero: ¿qué flores secan bien?
Pero no todas las flores secan bien; al menos, no igual de bien. Las rosas, como sospechábamos, siguen entre las opciones más seguras y sencillas de secar en casa. Aunque existen otras muchas opciones menos evidentes, entre ellas, las hortensias, una candidata generosa para disfrutar de las flores secas: ya contamos los trucos para conseguir que las hortensias florezcan como locas.
Una precaución: para exprimir el esplendor de la hortensia en su versión seca, asegurémonos de cortar la flor cuando aún está bonita; de lo contrario, el tono quedará muy apagado, un tanto soso.
Otra opción estupenda es la peonia, genial para montar centros y ramos de flores secas que atrapen la belleza del verano durante todo el año. También los ranúnculus y, a diferencia de otras flores, no se marchitan al secarse: su color se apaga de forma sutil, y adquiere una tonalidad más clara.
O la lavanda, una de las flores más sencillas de mantener felices en la terraza (incluso durante el verano): sencilla de secar en casa y envejece de maravilla. Es más: la lavanda seca conserva su color morado casi intacto, y también parte de su fragancia suave, lo que la convierte en una opción irrenunciable para secar.
Cómo secar flores: ¡basta con colgarlas boca abajo!
Y secar estas flores en casa no puede resultar más sencillo. Basta con colgarlas boca abajo en pequeños grupos, o solas, en un lugar fresco pero seco. Y esperar: ¡en dos o tres semanas ya las tendremos listas para colocar en jarrones o colgar del espejo del salón! Aunque algunas flores, como la lavanda, las hortensias o herbáceas como las espigas nos acortan la espera, ¡y pueden estar listas en diez días!
Podemos colgarlas tal cual, pero para facilitarnos la vida, ayuda usar una percha o un tendedero y un poco de cuerda de cáñamo o un cordón, ya que podremos colgar más flores en menos espacio. Y si queremos un acabado más profesional, colguemos las flores para secar de una en una, con un trozo de cuerda de unos 30 centímetros por cada flor anudada al tallo. E intentemos que entre una flor y la siguiente haya entre 7 y 12 centímetros, para que circule el aire y sequen mejor.
Si estamos seleccionando flores, escojamos las que tengan mejor aspecto, sin partes secas ni húmedas. Otro truco: antes de colgarlas, cortemos con unas tijeras la parte inferior de cada tallo, unos tres centímetros, para darle un buen empiece y quedarnos solo con las partes más sanas de la flor.
Puede que dos o tres semanas de espera ahora nos parezca mucho tiempo, pero habrá merecido la pena: tendremos flores secas durante todo el año.
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