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Cómo hacer setas: cuatro formas de preparación y dos recetas para incluirlas en tus platos

Las setas se han convertido en un elemento común a la mayoría de establecimientos alimentarios. Ya sea en grandes superficies, comercios de confianza o mercados locales, estos hongos se han hecho una constante en la cesta de la compra de muchos. Pero es muy probable que, una vez las tengas en casa, no sepas qué hacer con ellas. Pasarlas con la sartén con un poco de ajo y perejil es una buena estrategia para sacarles todo su sabor, pero es posible que te canses rápido de cocinarlas así. Por suerte, la mayoría de setas son muy versátiles en su elaboración, por lo que puedes sacarles mucho partido mientras sorprendes a tus propias papilas gustativas. Ya sea como protagonistas de tus platos, como guarnición o como sustitutivo, existe una gran variedad de hongos que deben estar a menudo en tu cocina.

Antes de saber cómo preparar tus setas es importante que seas cuidadoso con su procedencia. Si las extraes tú mismo del entorno natural, asegúrate de que tienes los conocimientos necesarios para ello. Si dudas de que una seta pueda no ser comestible, descártala. Por último, corta la seta con cuidado por la base del pie, para no comprometer la integridad del micelio que crece en el sustrato. Si se daña, frenarás la floración del año siguiente.

Con los hongos comprados en los establecimientos de confianza puedes ir más tranquilo. En comercios generalistas las setas suelen estar dispuestas en bandejas, envueltas en un film plástico. Recomendamos que elijas los hongos con una bandeja que esté seca en su totalidad, sin vapor de agua adherido al interior de la cobertura de plástico. También debes asegurarte de que no te estén vendiendo setas viejas. Como comprobarlo varía en función del hongo que estemos comprando. Por ejemplo, el champiñón aporta muchas señales: si este hongo se presenta arrugado o con motas negras es probable que haya pasado demasiado tiempo de su extracción. En definitiva, con independencia del lugar en el que adquieras tus setas favoritas, presta atención para asegurarte de que te estás haciendo con el mejor género posible.

Las setas como plato principal

Si se te hace tarde y no sabes qué cocinar, puedes hacer una cena rápida y deliciosa en cuestión de minutos. Las setas rellenas de queso son fáciles de hacer, a prueba de los cocineros más inexpertos. Para este plato, elige tus setas favoritas, pero ten en cuenta que deben tener un sombrero de gran tamaño y profundidad, para que puedas rellenarlas sin problemas. Los boletus o los champiñones serán tus mejores aliados. Para que te sea más fácil elaborar esta receta, te enseñaremos a elaborarla en función de las setas que tienes para hacer el cocinado:

  • Setas de sombrero grande
  • Una cucharadita de queso crema por cada seta
  • Una loncha de queso por cada seta
  • Pimentón dulce al gusto

Para elaborar esta receta necesitas un horno, a ser posible con una función de gratinar. Así el queso se dorará y mejorará el sabor de tu plato:

  1. Si están sucias, limpia tus setas con cuidado. Para ello, usa un paño húmedo o un cepillo pequeño.
  2. Retira el pie de tu seta y vacía con una cuchara parte del interior del sombrero.
  3. Rellena el hongo con una cucharada de queso crema y espolvorea un poco de pimentón ahumado.
  4. Cubre la seta con una loncha de queso.
  5. Tras preparar varias, distribúyelas en una bandeja y hornéalas a 180 grados durante 25 minutos o hasta que el queso se dore.

Las setas para potenciar tus platos

Los hongos son perfectos para comerlos por sí solos, pero también son ideales para potenciar y mejorar el sabor de tus platos. Hacen buena pareja con tus carnes y verduras, por lo que no dudes en probar a incorporarlas en tus recetas favoritas. Te enseñamos como preparar carne mechada con setas. Un plato que requiere de un poco de paciencia, pero que te encantará a ti y a tus seres queridos. Si vives solo, la proporción de estos ingredientes te permitirá que tengas sobras durante varios días. En compañía, puedes alimentar a cinco personas.

En primer lugar, prepara la carne mechada. Es un proceso que lleva más tiempo, ya que la arepa se hace en apenas media hora. Para la carne mechada te recomendamos que compres la falda de res, puesto que es un corte graso. Para esta receta de carne mechada, necesitarás los siguientes ingredientes:

  • 1 kilo de falda de res
  • 300 gramos de champiñones
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento rojo
  • 2 dientes de ajo picado
  • Ocho granos de pimienta negra
  • 4 cucharadas de tomate natural triturado. También puedes usar tomates enteros de pera o troceados, pero puedes acabar con trozos de tomate más grandes una vez acabe el proceso de cocinado
  • 1 vaso de vino blanco. Debe ser seco y, aunque te tiente comprar uno barato, te recomendamos que inviertas en un vino que, como mínimo, te veas capaz de tomar una copa
  • Una cucharadita de ají dulce picado: se trata de un pimiento de pequeño tamaño. Según su maduración, puede ser verde, naranja o rojo. Es un gran aromático, y le añadirá un suave toque picante. Te recomendamos que lo compres picado para esta receta
  • Una cucharadita de tomillo seco
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cucharada de comino molida
  • Aceite de oliva
  • Agua
  • Sal al gusto

Para elaborar este plato, te recomendamos que utilices una olla exprés para recortar plazos:

  1. Limpia la carne de grasa. Si no sabes como hacerlo, pídelo a tu carnicero de confianza cuando adquieras la carne.
  2. En la olla exprés llena el fondo de aceite de oliva. Cuando esté caliente mete la carne y séllala por los dos lados. Asegúrate de que dore bien y retírala.
  3. En esa misma olla dora un poco los ajos y la cebolla cortada en cuadrados pequeños hasta que se ablande. Incorpora el pimiento cortado en pequeños cubos y rehoga.
  4. Desgrasa el fondo con el vaso de vino blanco. Verás que una vez que lo añadas el fondo de la olla se irá despegando, por lo que todos los sabores subirán a la superficie.
  5. Cubre la verdura de tomate triturado y reduce durante un par de minutos.
  6. Añade las especias: el ají dulce,  el tomillo, el laurel y el comino, además de la carne. Remueve durante un minuto.
  7. Añade sal al gusto y vierte agua hasta que se cubra la carne. Remueve y cierra la olla.
  8. Si estás utilizando una olla exprés, deberás cocinar la carne durante media hora. Una olla normal requerirá de más paciencia, por lo que tendrás que hacer la carne durante una hora y media. En la olla tradicional deberás remover de cuando en cuando para que no se pegue.
  9. Una vez hecha, la carne deberá deshacerse con facilidad con un tenedor. Extráela y desmenúzala con la ayuda de dos tenedores.
  10. Mientras, incorpora a la salsa tus champiñones laminados.
  11. Devuelve la carne a la salsa y remueve hasta que la salsa se reduzca un poco y los champiñones se cocinen.

Las setas como sustitutivo

Como puedes ver, las setas son muy versátiles. Tanto, que puedes emplearlas como sustitutivo para diversos tipos de carnes, y así convertir tus platos en deliciosas opciones veganas y vegetarianas:

  • Carne picada: la mayoría de tipos de setas pueden reemplazar a la carne picada en tus salsas y elaboraciones. Para ello, deberás cortarlas en dados muy pequeños.
  • En tiras: la seta en tiras puede recordarnos a diversos costes de carne, el secreto es sazonarlas de la misma forma que lo harías con tus productos cárnicos. Si no te convence, añade a tu mezcla de especias habitual un chorrito de salsa de soja ligera. Esto potenciará el sabor a carne de las setas.
  • A dados: unas setas pueden sustituir hasta la carne de un guiso o estofado. Debes tener en cuenta de que además de convertir a tus recetas en vegetarianas o veganas, reducirá los tiempos de cocinado. Aunque es una ventaja, debes tenerlo en cuenta en el caso de que el resto de elementos de tus recetas necesiten más tiempo de cocinado que los hongos con los que estés sustituyendo a la carne.
  • Rebozadas: si no quieres usar tus setas como acompañamiento de la forma tradicional -dándoles una vuelta en la sartén- te recomendamos que hagas tus setas planas con un rebozado sencillo. Te recomendamos que reboces tus setas de ostras con huevo, harina y pan rallado. Después, fríelas en la sartén.