Los calcetines ya no son lo que eran. En los viejos tiempos, si uno tenía un agujero en el calcetín, lo zurcía. De hecho, los calcetines se remendaban tantas veces que a veces se olvidaba cómo era la prenda original; y los pares más suertudos acaban en los pies de otros, sobre todo de los hermanos menores. Tanto es así que los creímos indestructibles: una vida eterna hecha calcetín.
Pero las cosas han cambiado. Un vistazo a cualquier armario medio en España confirma que la era del “usar y tirar” nos ha engullido. La popularidad de los instagramers y blogueros de moda, la ubicuidad de cadenas como Primark que ofrecen ropa a precios bajos y el auge de las tiendas online super low cost han conseguido que nos enganchemos a la moda rápida. Una tendencia, por completo, insostenible.
De hecho, en España mandamos cada año al vertedero 300.000 toneladas de calcetines, camisetas y pantalones, entre otras prendas, según la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil (Asirtex); muchas de ellas fabricadas por mujeres en Camboya o Sri Lanka, mal pagadas y que sufren abusos diarios.
Pero al planeta tampoco le salen las cuentas: según la ONU, la industria textil es el segundo sector más contaminantesegundo sector más contaminante, por detrás del petróleo. “Además, cada vez que tiramos un calcetín o cualquier otra prenda a la basura, esta acabará con total seguridad enterrada en un vertedero de por vida o, como mucho, incinerada”, explica Juan Carlos Aranda, secretario de Asirtex. El problema: una vez que tu viejo calcetín se mezcle y manche con otros residuos no habrá manera de recuperarlo.
Por suerte, hay señales que anuncian el fin de la oda al desperdicio textil, o al menos, un frenazo: la directiva europea de residuos 2018/851 obliga a España a instalar, en 2024 a más tardar, contenedores solo para ropa (ahora son opcionales, y solo están en algunas ciudades). Lo que hará más sencillo reutilizar y reciclar las prendas. Y ya hay expertos que apuntan que en una década el mercado de la ropa usada superará al de la moda rápida.
20 usos caseros para tus viejos calcetines
En consecuencia nuestra propuesta es adelantarnos al futuro y empezar por indultar los calcetines viejos, agujereados o solitarios que tengamos en el armario. Para ello te proponemos los siguientes veinte usos caseros para tus viejos calcetines:
- 1. Horma para cuidar tus botas y evitar que se deformen mientras no las llevas puestas. Rellena un viejo calcetín largo con papel de periódico e introdúcelo en tu calzado para prevenir las grietas. Otra ventaja: el papel, además, absorbe la humedad, por lo que también protegerá el tejido.
- 2. Funda para las gafas: un calcetín las protege de arañazos: acuérdate de llevar siempre uno con ellas.
- 3. Protector de parabrisas para preservar la goma de los parabrisas de las heladas, y evitar que sufran con las bajas temperaturas del invierno, cúbrelos con calcetines largos si no tienes garaje. Eso sí: recuerda quitarlas antes de conducir.
- 4. Limpialunas: si quieres librarte del incordiante vaho que se forma en las lunas del coche, lleva siempre un calcetín cerca: retira la humedad a las mil maravillas.
- 5. Burlete para la puerta: corta las punteras y une distintos calcetines viejos entre sí para construir un cilindro del largo de la puerta. Puedes coserlos entre sí, pero no es necesario. Cierra un extremo y rellena el rollo con más calcetines o medias viejas; cose el extremo opuesto. Si quieres hacer un burlete más divertido, pega formas de orejas o cose bigotes de lana para convertirlo en un perro salchicha o una simpática serpiente.
- 6. Manopla para la cocina: enfúndate un calcetín limpio y mullido antes de sacar tus bollos del horno. Para mayor protección, usa varios (y sin agujeros).
- 7. Funda para el móvil: mete tu smarphone en un calcetín desemparejado antes de lanzarlo a tu bolso o mochila: así evitarás arañazos en la pantalla.
- 8. Nivelador de mesa: si necesitas estabilizar un mueble con las patas desiguales o colocado sobre un suelo no uniforme, y evitar que se tambalee cada vez que lo uses, ten a mano un calcetín. Infalible.
- 9. Soporte para el móvil: corta la puntera y enfúndate la caña del calcetín alrededor del brazo. Coloca el móvil encima y dobla el resto del calcetín a la altura del bíceps, de modo que el aparato quede dentro y sujeto. El mejor amigo del runner.
- 10. Protector de cámara: un calcetín al borde del exilio puede proteger el objetivo de tu cámara de fotos: tan rápido de colocar como de retirar.
- 11. Guante de baño: cubre tu mano con un calcetín limpio y suave, y úsalo como guante de baño para el bebé.
- 12. Protector de ropa infantil: cuando el bebé esté aprendiendo a comer, usa unos calcetines con las punteras recortadas a modo de manguitos para cubrir las mangas de su ropa y mantenerlas limpias.
- 13. Títeres de guante: haz un bonito guiñol con ayuda de ese viejo calcetín. Puedes añadir una huevera para construir la boca de un dragón, pelos con hebras de lana, orejas con trozos de fieltro y unos botones para los ojos. Hay muchas ideas: desde fabricar una serpiente, una jirafa, un gatete, un conejo o un simpático ratoncillo.
- 14. Polainas: un par de calcetines viejos sin puntera ayudan a proteger los tobillos durante las rutas y paseos por zonas con barro o polvo. Colócalos por encima de las botas y sobre los pantalones: además, impiden que durante la marcha entren piedrecillas en el calzado.
- 15. Funda para el jabón: guarda dentro una pastilla o un trozo de jabón. Si estás de acampada, resulta muy útil, ya que también sirve de estropajo. Palabra de scout.
- 16. Juguete para mininos: rellena un viejo calcetín con hierba catnip y anúdalo. Para hacerlo más divertido, conviértelo en un ratón: puedes coser unas orejitas de fieltro y añadir unos bigotes de lana. Asegúrate de que están bien unidos a la prenda para que tu minino no se los trague.
- 17. Juguete para perro (1): coge un calcetín largo e introduce dentro una pelota de tenis, anúdalo. Así puedes usarlo para jugar al tira y afloja con tu perrete.
- 18. Juguete para perro (2): más fácil todavía. Haz un nudo en cada extremo de un calcetín largo y ya tienes otro juguete perruno de tira y afloja.
- 19. Bolsa térmica para gatitos que viven en la calle: rellena un calcetín limpio con granos de arroz, hasta que esté bien lleno. Haz un nudo de seguridad; y mételo en el microondas sobre un minuto. Luego, colócalo en una casa para gatos sin hogar.
- 20. Dónalos a una protectora de animales: tus viejos calcetines resultan muy útiles para fabricar y rellenar camas para perros y gatos que esperan una familia.
En definitiva, calcetines y personas llevan vidas parecidas. Sufren, se pierden, la experiencia los agujerea o bien eligen una existencia en solitario. Ellos también merecen una segunda oportunidad; pero para disfrutarla tienen que escapar del vertedero. Reduce y reutiliza: el planeta, te lo agradecerá.
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